"EMPECEMOS DE NUEVO"

Capítulo 14: "Lazos de sangre"

Ya habían pasado varios años desde aquel fatídico día en que Milk concibió a Gohan, varios años que si bien en un comienzo para ella fueron muy dolorosos, con el trascurrir del tiempo llego la aceptación y el amor por ese pequeño ser que se iba formando en su interior, pues como no podía llegar a amar a su hijo, después de todo era eso su hijo, se formo en ella, creció en ella y nació de ella, sin importar quien fuera el padre, él era su hijo, su "Gohan", su motor de vida, su nuevo amor, por Gohan, Milk luchaba día con día para sacarlo adelante. Cuando Gohan cumplió un año, Milk lo inscribió en un nido para que ella pueda tomar el trabajo que llevaba desde su casa, y a partir de ese momento poder llevarlo por horas completas y así su pago sea mejor, así mismo empezó a estudiar una carrera en la universidad, eso si, sin sin descuidar a Gohan. Su amistad con Gokú cada día que pasaba se fortalecía más así como el amor que ella sentía hacia él, un amor que ella consideraba imposible, pues creía que ella ya no era la mujer adecuada para su amigo.

Por su parte Gokú en esos años seguía trabajando como repartidor de entregas a domicilio, el practicaba las artes marciales por momentos, pues la mayoría de horas que le quedaban de libres prefería pasarlas apoyando a Milk en el cuidado de Gohan mientras ella estudiaba. Ese contacto diario con Gohan había fortalecido más ese lazo de sangre que existía entre los dos y que solo uno de ellos conocía.

Gokú se ponía más que feliz cuando Gohan por error lo llamaba papá, y digo por error, pues ello solía pasar más cuando el tenía menos de tres años, y Milk siempre terminaba corrigiéndolo y diciéndole que Gokú no era su papá, si no su tío, un tío especial, pues si bien no había lazo de sangre entre ella y Gokú, ella quería mucho a su amigo, tanto como si fuera un miembro de su familia. Con el pasar del tiempo, Gohan cambió el papá por tío, un termino que si bien no le molestaba a Gokú, le generaba cierta nostalgia pues a él le gustaba escuchar que su pequeño hijo le diga papá, así sea por error.

Gokú cada día que pasaba amaba más a su amiga pelinegra, pero este amor era su secreto, un secreto que él a pesar de su deseo por revelarlo, tenía que seguir guardándolo por el momento, ya que tenía temor a ser rechazado por la pelinegra como lo habían sido otros jóvenes que habían intentado tener algo más que una amistad con ella. Él había sido testigo del rechazo de Milk a sus admiradores, había sido testigo de los tajante "No", que ella daba por respuesta cada vez que algún joven que ella conocía trataba de querer tener algo más que una amistad con ella. Gokú al ver ello, de manera muy sutil trato, en varias ocasiones de plantearle la posibilidad de que abra las puertas de su corazón al amor ya que era una chica muy joven además hermosa, con un pequeño a quien criar, y quien tal vez podía necesitar la imagen de un padre como guía, pero su respuesta fue la misma que le daba a sus admiradores, "Ella no necesitaba a un hombre, para criar a su hijo, ella podía hacerlo sola", Gokú ante esa respuesta prefirió no hablarle de sus sentimientos y seguir guardándolos solo para él.

Casa Ox:

Un joven de cabello alborotado estacionaba su moto frente a una modesta casita, al tiempo que un niño de rostro tierno de aproximadamente 5 años corría hacia él.

Tío Gokú, decía el pequeño Gohan mientras corría a darle el encuentro al joven de cabello alborotado que bajaba de su moto.

¡Gohan¡ dijo Gokú feliz acercándose a abrazarlo.

Te estaba esperando, mami dijo que no vendrías, pero yo sabía que si lo harías, decía Gohan feliz., haciendo una pausa para continuar diciendo: Mami hizo una comida deliciosa, ven, vamos con ella.

Si, respondió Gokú sonriendo, al tiempo que un feliz Gohan tomaba su mano para llevarlo a su modesta casita.

En tanto: