Con destino a Zaboor

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Con la noche posada sobre sus cabezas Amice y Margery dejaron la pequeña casa de Percival y con cautela caminaron entre las callejuelas de Bathar hasta llegar al muelle, para Margery lo más importante es no ser vistas por el coronel Bronson o cualquiera de los suyos, por que el ser detectadas implicaría iniciar una huida precipitada o en todo caso una pelea innecesaria que pondría en riesgo a Amice y su medallón.

Una vez en el muelle buscaron el pequeño bote en el que los hijos de Everard y Beatrice llegaron a Bathar.

Con una susurrante voz Margery preguntó: — Amice, ¿Dónde dejaron el bote?, ¿Por dónde llegaron?

— Por allá, al inicio del muelle. — Respondió la joven. — Recuerdo que subimos una escalinata de piedra.

— Ven... sígueme sin hacer ruido.

Conforme se acercaban a las escaleras de piedra Amice se percató que había dos o tres hombres ahogados en alcohol y tirados en las aceras del muelle, momentos más tarde llegaron al lugar donde habían dejado el bote.

— Es por aquí, por estas escaleras. — Dijo Amice bajando la voz. — ¡Allí está! ¿Lo ves?, el bote está allá.

— ¡Andando! — Dijo Margery. — ¡Baja rápido y sube al bote!, cruzaremos el río hasta el otro lado... una vez que estemos en tierra firme ya veremos la forma de avanzar.

— ¿En qué te ayudo Margery?

— Solo... escóndete en el bote, cúbrete y no asomes la cabeza... — Dijo Margery mientras subían al bote y se apartaban de la orilla.

Poco antes de llegar al otro lado...

— Amice... una vez que estemos cerca de la orilla, me ayudarás a esconder el bote, ¿Entendiste?

— Si...

Unos minutos más tarde...

— ¡Ahora Amice, ahora!

Ambas mujeres saltaron por la borda del bote, sus ropas se mojaron hasta las rodillas con el agua fría del río y comenzaron a alar el bote tierra adentro, mientras más salía el bote del río más era el esfuerzo que hacían arrastrándolo por el fango, una vez el bote en tierra lo llevaron detrás de unos matorrales que había cerca y lo escondieron con algunas ramas que había por allí.

— Y ¿Ahora qué Margery?, ¿Hacia dónde?

— Vamos a Zaboor, buscaremos ayuda para ir a Niiveth. — Respondió mientras ambas tomaban sus cosas. — Vamos, andando que tenemos mucho por recorrer.

— Sabes... me preocupa mi hermano, es muy pequeño y no sabe defenderse.

— No te preocupes, Galwin lo protegerá de cualquier cosa, él es un gran guerrero y un buen hombre.

— ¿Lo dices porque estás enamorada de él?

— No tan rápido niña... ¿Por qué dices eso?

— Los vi a ambos antes de partir, es decir, vi cómo se veían a los ojos.

— Es un buen compañero, hemos pasado muchas cosas juntos y eso no quiere decir lo que tu cabeza está fabricando.

— ¡Si claro! — Expresó Amice con un tono de incredulidad dando inicio a la caminata.

— No me digas que estás celosa de mí Amice...

— Claro que no... no es mi tipo.

— ¿Ah no?, si no fuese tu tipo te daría igual pero... te he visto y no le quitas la mirada de encima... eres una pequeña zorrita ¿Sabes?

La Espada NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora