La Espada Negra

Ojos de fuego

La llegada del abatido ejército del rey de Abuliot al bosque del olvido sorprendió a Percival Tibo y a Bogdan quienes asombrados veían en cada uno de los soldados la derrota reflejada en sus rostros.

Sin poder dar crédito a lo que sus ojos veían Bogdan preguntó: — Pero ¿Qué diablos pasó?

— En sus caras se ve reflejado el poder del Dios Negro. — Respondió Percival.

— Tan solo un demonio por poco nos aniquila. — Dijo el líder los duendes. — No quiero imaginar lo que esos hombres enfrentaron.

— ¡Debí haber ido con ellos! — Lamentándose dijo el tercer protector de la espada negra

Percival solo le respondió: — Aún no es tu tiempo, aún no...

Mientras que los soldados heridos eran atendidos por los duendes y el resto del ejército, Renae y su guardia personal se reunieron con Percival y los otros.

— Tuvimos un enfrentamiento con la hermana de Amice y Aland. — Dijo Renae. — Es más poderosa de lo que creía, debemos advertirle a todos los reinos.

— El ejército del Dios Negro... ¿Cuántos son? — Preguntó Rocco.

— No podemos saber con certeza. — Respondió Percival. — Tal vez cientos o quizás miles.

Alcides tomó la palabra y dijo: — Con tan solo un puñado de ellos pudieron aniquilar a más de cien de nuestros hombres, con miles estaremos perdidos.

— Quizás no. — Dijo Renae. — Tenemos lo que necesitamos para la guerra, tenemos la espada negra... y no solo eso... — Continuó dejándolos en silencio mientas volteó a ver a Dalibor.

Pronto, el general de las fuerzas armadas de arquería del reino de Abuliot sacó de un bolso de cuero el huevo del dragón de Abuliot y se los mostró a todos los allí presentes.

— ¡El dragón de Abuliot! — Dijo Tibo.

Percival volteó a ver al rey de Abuliot y a sus guerreros y les dijo: — Con esto el cuadro está completo, el momento de avisar a todos los reyes ha llegado.

— ¿Cuánto tiempo le falta al dragón para salir?, sería de mucha ayuda si lo hace pronto ¿No lo creen? — Preguntó Rocco.

A lo que Percival le respondió: — La Dame de Blanco creó los dragones con magia blanca... éstos solo salen en el momento preciso, aprenden a volar y desaparecen.

Más confundido Rocco preguntó: — ¿Eso qué significa?

— ¡Vamos!, los dragones son solo armas. — Interrumpió Tibo. — Salen del huevo, al poco tiempo crecen para aprender de ti y tu de ellos y cuando llega el momento mueren, solo a eso vienen a este mundo.

— ¿Es cierto Percival? — Solo esa pregunta hizo Renae, recibiendo como respuesta la mirada de Percival puesta en su báculo.

A la mañana siguiente, varias aves salían del bosque del olvido hacia los reinos llevando las noticias de lo ocurrido dentro de los tubos marcados con tres estrellas rojas, sin perder tiempo, cada rey regresaba los mensajes con sus respuestas en un total acuerdo en apoyo al nuevo rey de Abuliot.

A las pocas semanas Aland, Cecyl y Bennett, fueron a la cámara para vigilar el huevo cuando de pronto éste comenzó a fracturarse.

— ¡Miren!, ¡El huevo se mueve! — Dijo Aland quien mantenía en todo momento su vista en el huevo.

— ¡Déjame ver! — Dijo Bennett.

A los pocos minutos Cecyl emocionada expresó: — ¡Allí viene!, ¡Ya va a salir!