Capítulo XI

1.9K 110 3
                                    

Me encontraba sentada en el césped del instituto, mi cuerpo estaba aquí pero mi mente estaba en otro lado, estaba pensando en él, en Edward, en todo lo que me había contado, lo que él y su familia eran, en que había matado a la chica. Eran demasiadas cosas.

- Hey, estás muy pensativa, si no tienes cuidado se te podría quemar el cerebro- dice Ethan poniéndose detrás de mi recargando su espalda con la mía - En que tanto piensas? Me puedes decir.

- Estoy interesada en las leyendas, sabes? Cómo brujas, hombres lobos, Vampiros- notó como la espalda de Ethan se tensa pero le restó importancia.

- Bueno si es así yo te puedo ayudar, veamos...mmm... Hace muchos años, digamos unos 50 años, un grupo de cazadores del pueblo, descubrió la existencia de los llamados hombres lobos, eran de una tribu llamada los Quileutes, ellos se alojaban en la reserva la Push.

- La playa  la Push, crei que nadie vivía en ese lugar, además casi nadie lo vista- digo con mucha curiosidad.

- Exacto, esa playa y tienes razón ya nadie vive por esos rumbos, pero a lo que sigue, los cazadores al considerarlos un peligro para el pueblo, decidieron enfrentarlos y...

- Los mataron!? - digo poniéndome enfrente de Ethan, ganandome una mala mirada de su parte -lo siento continua.

- Mmm... Ok, y si, si acabaron con todos los de la tribu, y decidieron ocultar todo rastro de ellos, es por eso que casi nadie va a la reserva la Push, después de eso los cazadores volvieron a sus vidas comunes y corrientes, pero eso si dicen que si algún ser ya sea hombre lobo, bruja o... Vampiro... Regresa al pueblo los cazadores acabaran con el cueste lo que cueste. - eso último hace que me dé un escalofrío en la espalda.

- Y que parte de todo es real?

- Real? Ámbar, nada- dice Ethan riendo y poniéndose de pie- era una historia que mi padre me contaba de niño, pero bueno ahora debemos ir a clase, así que levántate floja.

Ethan toma mi mano, y entramos corriendo al instituto.

************************************
Me encuentro en la cafetería, viendo la fruta como una idiota, tratando de elegir entre la manzana verde o la roja.

- Yo creo que debes elegir la manzana verde- dice Alice poniéndose del otro lado del mostrador- Alice me asustaste, pero buena elección de fruta- digo tomando la manzana en mis manos.

- Entonces...que piensas... Sobre nosotros?- dice Alice entrelazando su brazo con el mío.

- Realmente lo estoy procesando, es mucha información y no puedo hablar con nadie sobre ello.

- Y que hay de mi, se que nos convertiremos en muy buenas amigas así que puedes confiar en mi- dice con una sonrisa que hace que me calme. De hecho si creía que podíamos volvernos muy buenas amigas, Alice me caía muy bien.

Mientras caminabamos por la cafetería, nos encontramos con Edward, que simplemente se acercó a Alice, ignorandome completamente.

-Alice tenemos que hablar, además Jasper te está buscando- dijo Edward mientras apretaba los puños de sus manos con fuerza.

- Ámbar porque no desayunas con nosotros, así todos nos conocemos más-  dice Alice con bastante alegría, mientras Edward simplemente rueda los ojos y da media vuelta dirigiéndose a su mesa.

- Alice, gracias pero siempre desayuno con Ethan y Tami, pero nos vemos luego vale? - digo despidiendome con un beso en la mejilla.
************************************

El timbre que anunciaba el final de clases retumbaba en los pasillos, estoy muerta de cansancio, lo único que quiero es llegar a mi casa y dormir.

Me dirigía a la salida entre la bola de estudiantes que luchaban entre ellos para salir, no se qué pasó que mientras caminaba hacia la salida, sentí como mis pies chocaban con algo, ocasionando que perdiera el equilibrio, estuve a punto de caer directo al suelo, cuando sentí unas manos en mi cintura, levantandome y evitando que mi cara quedará pegada al suelo.

-Ten más cuidado- dijo Edward al momento que estábamos frente a frente y su mano seguía sosteniendo mi cintura, me tomo de la mano, ocasionando que un hormigueo recorriera mi espalda, se dirigió hacia un salón vacío y entramos.

- Gracias por evitar... Que... Que terminará en el piso- digo mientras Edward se recarga en el escritorio.

- Tenía que hacerlo, si no un grupo de estudiantes te pasarían por encima- dice con una ligera sonrisa.

- No entiendo, acaso eres bipolar, en un momento estás así amable y al otro eres un cretino, no te entiendo.

Edward se acerca a mi a una distancia muy corta, ocasionando que me sienta acorralada.

- Lo único que tienes que entender, es que no te quiero cerca, quiero que te alejes de mi, y no hagas que te busque- dice susurrando, dirigiendo su mirada a mis labios.

- Yo no hago que me busques- digo apartándome de el- y si eso es lo que quieres, bien yo tampoco quiero que te me vuelvas a acercar- digo saliendo del salón.

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora