Capitulo XXXIX

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Matteo...

Ámbar se encuentra completamente dormida, mientras yo me encuentro afuera de la habitación, tratando de controlar mis impulsos.

El latido de su corazón, resuena en mis oídos ocasionando una especie de desesperación en mi, decido entrar en la habitación y me encuentro con Ámbar plácidamente dormida, mientras yo poco a poco me acerco hasta estar a escasos centímetros de su cuerpo.

Puedo escuchar más claramente el sonido de su corazón, es como una hermosa melodía... Retiro su cabello de su cuello y veo claramente la vena que resalta de este, mientras una especie de sed comienza a picar en mi garganta, coloco un dedo sobre la vena y puedo sentir claramente como pasa la sangre a través de esta, inconscientemente me acerco más hasta que mis labios se encuentran a escasos centímetros de su cuello, su aroma comienza a entrar por mis fosas nasales impidiendo que me pueda controlar, pero cuando estoy a punto de morder la ella se remueve en su lugar, logrando hacerme volver a la realidad.

Decido salir de la habitación, salir por completo del lugar, necesito acabar con esta sed, antes de que le haga daño a Ámbar.

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Son alrededor de las doce de la mañana mientras camino por los callejones de Volterra, tratando de encontrar a alguien con el cual acabar con la sed.

Después de unos minutos me encuentro con una chica pelirroja, la cual camina con mucho miedo, pero trata de ocultarlo, me dirijo hacia ella y ella al verme comienza a ponerse nerviosa. Cuando estamos frente a frente le regaló una sonrisa, lo cual la tranquiliza, dado que su corazón comienza a latir con normalidad.

- Hola... Estoy perdida... Acabo de llegar de Canadá... Demonios tal vez ni siquiera hablas inglés- dice la chica con frustración.

- Si hablo inglés, supongo que necesitas ayuda, yo puedo ayudarte- digo mientras me acercó más a ella y ella simplemente me da una sonrisa- pero primero necesito hacer una, pequeña cosa- digo con lentitud en mis palabras.

La tomo de los hombros y la chica comienza a moverse con fuerza, pero es realmente inútil.

- Hey... Mírame- la chica al oírme me ve directamente a los ojos y trato de concentrarme, para que ella haga lo que le pido- Nombre?

- Cassandra- dice la chica con una voz monótona.

- Bien Cassandra, necesito que no grites, está claro no grites- digo con un susurro aún sin separar su mirada de la mía, mientras la chica solo asiente con la cabeza.

Con mucho cuidado me acerco a su cuello desnudo, y puedo sentir claramente el olor de su sangre bajo la piel. La necesidad se va apoderando de mi cuerpo, y ya no puedo contenerme más... Muerdo el cuello de la chica y comienzo a succionar con rapidez, mientras un calor comienza a apoderarse de mi cuerpo.

Después de unos cuantos segundos dejo el cuerpo de la chica en medio del callejón, la cual se encuentra sin vida.

- Lastima, eras bastante linda- digo mientras, tomo la caja de cigarrillos que la chica guardaba en su mochila y decido encender uno.

El volver a sentir el tabaco en mi sistema me recuerda la parte humana que no debo perder... Si es que aún queda algo de ella...

 Si es que aún queda algo de ella

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Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora