Perder al amor de tu vida, te quiebra por completo...
Lo único que me mantiene de pie, es mi hija...
Pero ella acaba de llegar a mi vida a hacerme dudar y acabar con la poca cordura que me queda...
Necesito eliminar estos sentimientos, que me están...
La única oportunidad de que Matteo me ayudara a escapar se me fue de las manos, ahora estoy tratando de hacerlo por mi cuenta. Trato de abrir la puerta de la habitación utilizando la llave de mi cadena, pero es realmente difícil. Después de varios minutos tratando de abrirla, por fin logró escuchar un clic.
Gracias al cielo...
Logró salir de la habitación, camino por los pasillos volteando hacia ambos lados y con mucho cuidado, para que nadie me descubra.
Al llegar al final del pasillo me encuentro con una habitación y de esta sale un horrible olor, me acerco a la puerta y escucho el sonido de cadenas moviéndose contra el piso.
Dicen que la curiosidad mató al gato... Pero tal vez aquí se encuentra la chica que está siendo torturada por los Volturis...
A pesar de que me estoy arriesgando mucho, decido entrar a la habitación, la cual por suerte no está cerrada.
Al entrar el olor se hace más fuerte y me encuentro con diversas bolsas con sangre en el suelo y con lo que parecen ser ratones degollados. Trato de aguantar las ganas de vomitar, después me encuentro con una chica tirada en el piso, su ropa blanca está desgastada y cubierta de manchas de sangre, ya secas, su cabello corto lo lleva bastante desarreglado y tiene varias marcas, parecen quemaduras, en la piel.
La chica se percata de mi presencia y por fin me da la cara.
Demonios es...es Alice...
Me acerco a ella y ella simplemente me da una sonrisa, al verla de cerca, me doy cuenta de que no es esa chica alegre que siempre a sido, su mirada ya no tiene luz.
-Alice... Alice, pero que diablos?... ¿Cómo llegaste aquí? ¿ Quien te hizo esto? - antes de que pueda decir algo más Alice me abraza ocasionando que guarde silencio.
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- Ámbar, sabría que vendrías...pero tienes que huir de aquí- dice mientras toma un suspiro.
- No, tú yo nos iremos de aquí, así que tiene que a ver una forma de...- Alice pone un dedo en mi boca y simplemente niega con la cabeza.
- Yo saldré de aqui...te lo prometo, yo sigo a mi destino... Pero, el tuyo está en constante cambio, tienes que irte.
Antes de que pueda decir algo más la puerta se abre, dejando ver a Matteo con una bolsa de sangre en una mano y una daga en otra.
Él fue el que le hizo esto a Alice...
- Ámbar que... Qué haces aquí? - dice mientras cierra la puerta y camina hacia nosotras.
- Tú la lastimaste!- digo acercándome a el, pero cuando estoy lo bastante cerca, me doy cuenta de que sus ojos ya no son de ese verde claro tan característico, si no ahora son carmesí, inconscientemente me alejo de el.
-Eres un maldito infeliz, no- antes de que pueda decir algo más Alice me interrumpe.
- Ámbar basta... Tú tienes que irte con... Con él- Alice debe estar bromeando.
- Alice que demonios, no me iré con el y menos te dejaré sola...
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Matteo...
No puedo decir nada, las palabras se me atoran en la garganta, puedo notar la decepción de Ámbar hacia a mí.
- Ámbar no hay mucho tiempo, se que el no te hará daño... Por eso te tie... tienes que irte con él...-dice Alice tratando de calmar a Ámbar.
Ámbar no escucha, está realmente molesta y decepcionada.
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- No Alice, no... - Alice se pone de pie y camina hacia a mí, claro solo hasta que la cadena se lo impide.
- Llévatela, sácala de aquí- dice Alice mirándome con tristeza- Usa tu habilidad mental... Y llévatela de aqui..
- Alice que... No Alice tiene que haber otra forma- dice Ámbar interrumpiendo a Alice.
- Has que olvide que yo estoy aquí... Y que vuela a confiar en ti- tardo un poco en procesar las palabras de Alice y ella se voltea hacia a Ámbar.
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- Es lo mejor, te aseguro que pronto regresarás a Forks- dice mientras abraza a Ámbar y está comienza a llorar- Hazlo ya!- dice dirigiéndose a mi esta vez.
Me acerco a Ámbar y la tomo por los hombros mientras ella trata de alejarse y me mira con odio.
- Ámbar, mírame....
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Después de hacer lo que tuve que hacer saco a Ámbar de la habitación la cual aún sigue en una especie de trance y antes de cerrar la puerta Alice me llamo.
- Matteo no dejes que le pase nada... Pero tampoco te enamores de ella, su destino está con alguien más- dice ocasionando una punzada en mi pecho- Suerte...
- El destino no siempre esta escrito sabes- digo con molestia en la voz y cerrando la puerta de la habitación.
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