Luna de Sangre

Capitulo XXVII

Edward...

Me encuentro en la entrada de mi casa, tratando de no caer en la locura, en el enojo que se está apoderando de mi.

Al entrar a la casa me encuentro con Rosaline hablando con Bella, ellas al verme me regalan una sonrisa, que lo único que hace es que me enfurezca más.

- Amor que...- Antes de que Bella se acerque a mi la tomo del cuello y la empujo contra una pared, ocasionando que está se quiebre un poco.

- Edward que te sucede!? Déjala!- dice Rosaline tratando de calmarme.

- Cállate Rosaline!! Y tú... Tú maldita!!! Debes muchas explicaciones- digo presionando el cuello de Bella con más fuerza.

- Edward... Edward... No sé... No sé de qué...

- No... No mientas Bella- digo golpeando su cabeza contra la pared- casi matas a Ámbar.

- Yo... Yo lo siento... Fue demasiado para mi- dice tratando de soltarse de mi agarre.

- Edward, tranquilo, por favor- dice Esme poniendose a lado mío y tomando mi rostro en sus manos- Hijo tú no eres así.

Ignorando mis impulsos suelto el cuello de Bella, y está cae al suelo, mientras Rosaline se acerca a ella y trata de confortarla.

- Tanto drama por una simple humana, encerio Edward!- dice Rosaline parándose frente a mi- Recuerda que tienes una responsabilidad con Bella y con tu hija, no puedes abandonarlas así como así, tanto que jurabas amarlas.

- Esto no te incumbe Rosaline, ten cuenta que yo amo a mi hija y también amaba a Bella, pero ese amor que sentía por ella ahora solo es asco y lástima- digo mientras me agachó hasta donde Bella se encuentra sentada en el suelo- La única Razón por la que sigo contigo es para que no le hagas daño a Ámbar, pero entiende bien Bella... La vuelves a tocar y esta vez sí te asesinare.

- Aún me amas, lo se Edward puedo sentirlo- Bella trata de tomarme de la mano, pero yo la retiro con asco.

- La única manera en la que yo te amaría, seria que Ámbar no existiera- digo acercándome a su oido- y más te vale que eso no pase.

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Ámbar...

Me encuentro caminando con Jacob a través del bosque, a pesar de que aún le tengo algo de miedo, algo me hace confiar en él.

- Entonces por eres amable conmigo?- digo sonando lo más amable posible.

- Porque eres una buena persona, y eres parte de este pueblo que ahora me toca cuidar a mi- dice mirando al cielo- es eso y no quiero que tú par de enamorados me asesinen.

Eso último que dijo me hace quedarme en silencio, mientras la imagen de Edward y Ethan aparecen en mi cabeza.

Al llegar a mi casa, Jacob se detiene y me toma de los hombros.

- Me agradas, eres una buena chica y es por eso, que te pido que te alejes de Bella y de los Cullen- dice con tono serio.

- Pero tu...

- Si se que soy su perro faldero, pero es solo por agradecimiento y lastima...- dice dando un suspiro- solo Cuídate, de los caras pálidas y también de los híbridos, como yo- dice dándome una sonrisa y entrando al bosque de nuevo.

Camino hacia la puerta de mi casa, con un millón de cosas en mi cabeza, cuando me encuentro con Ethan sentado al pie de la puerta.

- Hey, me enteré de que te desmayaste en la clase, quería saber cómo estabas- dice poniendose de pie y acercándose de mi.

- Estoy... Estoy bien, gracias- digo sin saber que más decir.

- Ámbar lamento mi actitud, estuve pensando y realmente te necesito aunque sea solo como mi amiga- dice dando un suspiro.

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Ethan...

-... Aunque sea solo como mi amiga- digo mientras tomo sus manos.

- Ethan yo... - coloco un dedo en sus labios haciendo que callé.

- Ya no toquemos el tema, vale?, No te quiero perder eres muy importante para mí, y también debo cuidarte, ya que eres demasiado crédula.

Ella se ríe ante mi comentario y me da un golpe en el brazo, ocasionando que yo también comienze a reír.

- Eres un idiota- dice abrazándome ocasionando que una corriente de energía me recorra el cuerpo, mientras yo también la abrazo con fuerza, y beso su cabeza, siento como un par de lágrimas bajan por mi mejilla.

Cometí la estupidez de enamorarme de mi mejor amiga... Y ahora aunque quiero verla feliz, me duele que no vaya a ser conmigo... Es un dolor con el que tendré que aprender a vivir...

- Bueno...- digo separándome de ella- ahora tenemos que hablar sobre qué te acabas de convertir en la presa...