Capitulo LIII

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Ámbar...

Los rayos del sol golpean mi rostro, obligandome a cerrar los ojos, mientras mi cabeza se encuentra recostada sobre el pecho de Edward y puedo oír claramente el latir de su corazón.

- Cada vez falta menos para la graduación... Supongo que estás emocionada- dice Edward acariciando  mi cabello.

- Por supuesto que si- digo con alegría y levantándome del césped- ¿Y tú?

- He tenido muchas graduaciones- dice mientras da un leve suspiro- pero lo que me emociona es que es la primera contigo

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- He tenido muchas graduaciones- dice mientras da un leve suspiro- pero lo que me emociona es que es la primera contigo.

-Eres un adulador- digo señaladolo con el dedo, mientras Edward solo sonríe tomándome de ambas manos y avalanzandose sobre mi, ocasionando que quede debajo de él- Suéltame Edward- digo riendo ocasionando que el ría también.

- Te tengo una sorpresa- las palabras de Edward hacen que deje de reír y me emocione.

- ¿ Qué es?- digo mientras por fin puedo soltarme de su agarre y logro ponerme de pie.

- Tendrás que esperar... Te lo diré después de la graduación- dice con burla y antes de que pueda decir algo, me toma de la cintura y pega sus labios a los míos dulcemente- ¿ Crees que puedas esperar?- dice mirándome con ternura.

 Te lo diré después de la graduación- dice con burla y antes de que pueda decir algo, me toma de la cintura y pega sus labios a los míos dulcemente- ¿ Crees que puedas esperar?- dice mirándome con ternura

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- Amm... Yo... Emm...- una sonrisa idiota se posa en mi rostro y las palabras se vuelven difíciles de pronunciar, tomo un poco de aire y continuó hablando- Yo... Si... No... Digo si... Si puedo esperar.

- Me parece bien...- la sonrisa de Edward sigue en el mismo lugar y su mirada posee un brillo que no había visto antes y eso me reconforta.

Es increíble cómo puede pasar el tiempo puede detenerse cuando estás con la persona a la que amas.

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Dos semanas después....

No puedo ocultar la emoción que tengo en estos momentos, trato de estar relajada y tranquila pero no lo logro.

El pequeño auditorio está repleto de padres y alumnos con túnicas y birretes magentas, mientras se menciona alumno por alumno para que esté pase al frente por sus papeles.

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora