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"¿Recuerdas algo del accidente, Alessa?" pregunta Hazel como todos los días.

Suspiro para responder.

"No, no recuerdo nada".

Ella se incorpora en su cómoda silla y luego entrelaza sus dedos sobre el escritorio.

"Tenías diecisiete años, fue un accidente automovilístico, tu cabeza se golpeó demasiado fuerte, tan fuerte que es demasiado increíble que hayas reaccionado luego, desde entonces no has podido recordar absolutamente nada, pero ya es tiempo de que tomemos otras medidas. Creo que estás lista para salir al mundo exterior, es hora"

¿Mundo exterior?

No tenía ni idea de como era, sólo conocía mi habitación y donde hacían mi tratamiento. A veces todo era confuso, incluso hasta escuchar mi nombre y mi apellido.

"¿Veré a esa mujer que dice ser mi madre?" Pregunto.

"Margaret estará feliz por la noticia, además, tienes una hermana"

"¿Perdón?" Frunzo el entrecejo.

"Son muchas cosas de las que te has perdido Alessa, por eso es momento de que las recuperes, así veremos si tu memoria regresa"

~º~º~º~º~

La suave brisa choca contra mi rostro al bajarme del taxi, Hazel me mira con una sonrisa en el rostro y me hace un ademán para que la siga. Observo a mi alrededor y todo es completamente extraño, la ciudad es gigantesca, creo que hasta podría perderme.

Entramos a una casa totalmente blanca con algunas decoraciones negras y muchos cuadros con colores vivos, habían objetos que se veían de mucho valor, la sala era muy grande, con tres enormes sofás rojos. La casa era hermosa y elegante, sobre todo elegante.

"Oh, mi Alessa, aquí estás" habla Margaret acercándose a mí para abrazarme.

Al separarse apachurra mis mejillas y un líquido que llaman 'lagrimas' sale por sus ojos.

"Perdón, es la emoción" se limpia con un pañuelo y luego mira a Hazel. "¿Crees que ya está lista para enfrentarse al mundo? "

Asiente.
"Es hora, así podemos ver si tiene alguna evolución y puede recordar algo"

"Muchas gracias Hazel, de verdad. No sé cómo podría pagarte" se abrazan y luego Hazel se despide de nosotras.

Voy analizando el lugar sintiéndome extraña mientras sigo a Margaret hacia lo que será mi habitación, la decoración de ésta es igual que la del resto de la casa, a diferencia de que la cama está cubierta por un edredón azul oscuro, tiene un gran closet negro en una de las paredes, un pequeño escritorio al lado de la puerta con una laptop sobre ella y un celular.

"Esta será tu habitación, la antigua era algo parecida, supongo que no la recuerdas, nunca la decoraste con algo en especial, pero puedes hacerlo con ésta si quieres" me sonríe. "Ponte cómoda, al rato llegará tu hermana y mi esposo, los presentaré, ellos te conocen pero tú no los recuerdas. No será tan difícil cielo, lo prometo. " besa mi frente y luego se va dejándome sola.

Suspiro para arrastrar la maleta que traía desde que entré y subirla a la cama, la abrí y me dispuse a guardar la poca ropa que tenía en el enorme closet. Las personas eran raras, ¿para qué algo tan enorme?

Me acerqué al escritorio y también había una nota.

La laptop es para que puedas pasar tu tiempo cuando no tengas nada que hacer y te ayudará mucho en la universidad, el celular también es todo tuyo.

¿Soy un experimento? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora