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El fin de semana había llegado, no había nadie en casa, Betty salió hace unos minutos con Jules, me invitaron pero les dije que me dolía mucho la cabeza y prefería quedarme en casa, cosa que era cierta, pero la verdad era que iba entrar al despacho de Alfred. Sé que es una completa locura, ¿Pero ya no es mucha locura el no tener sentimientos? Lo pienso y suena tan absurdo.

Froto mis manos contra mi pantalón y me dispongo a entrar, todo está bien organizado, observo cada espacio de la habitación. Me acerco a un estante y empiezo a revisar todo lo que hay en el, abro las gabetas que éste contiene y no hay nada relevante. Me acerco al escritorio y reviso los papeles que hay sobre el, sólo son cosas de su trabajo. Intento abrir las gabetas, una cede, pero la otra está bajo llave, busco con qué abrirla y no encuentro nada.

Veo una carpeta sobre un pequeño librero que había en el despacho y la tomo para revisarla.

Alessa Hoult, expediente 1.

Bingo.

Salgo del despacho sin antes ver que todo estaba como cuando entré, voy a mi habitación y me siento en la silla frente a mi escritorio, coloco la carpeta sobre el y suelto un suspiro antes de abrirla.

Alessa Hoult.

La paciente ha reaccionado bien ante todas las sesiones.

Muestra indiferencia y no expresa ningún tipo de sentimientos.

Su sangre ha sido alterada, por lo tanto, es imposible obtener sangre de otra persona.

Los medicamentos causaron una actitud extraña en la paciente, «no volver a medicarla con ellos».

¿Y esto que significaba?

No había más información, sólo esas cortas líneas que no decían mucho, lo único que podía entender de ellas era que había sido sometida a un tratamiento, quizá por mi falta de sentimientos. Lo único que me quedaba demasiado claro era que Greta sabía más de lo que pensaba, ella fue quien me pidió que revisara en el despacho de Alfred, ahora necesito que ella vea lo que he encontrado.

Le tomo una foto a lo que encontré y se la envío a Luka, él opina lo mismo que yo y ambos estamos de acuerdo en que estamos en un laberinto y aún no vemos ni siquiera la luz de la salida. Tenemos que volver a vernos con Greta, hay que buscar más información.

Tomo el móvil nuevamente y le tecleo un mensaje al número del que me había escrito hace días.

«Necesito que nos veamos, hice lo que me pediste.»

Tallo mi cara con mi mano y suelto un suspiro, enciendo mi laptop y empiezo a buscar información sobre 'una persona sin sentimientos', sólo habla de aquellas que los ocultan más no de una chica de diecinueve años que no puede sentir absolutamente nada.

La puerta de mi habitación suena y me levanto a ver quien es.

Alfred.

Miro hacia mi escritorio y salgo de la habitación para que el no pueda entrar.

"Buenos días Alessa, hoy tienes cita con Hazel, te llevaré."

"¿Y Margaret?"

"Tiene asuntos pendientes, me pidió el favor de que te llevara, ¿nos vamos?"

Asiento y me encamino con él hacia su auto.

Alfred es un hombre que sin tener que detallarlo bien te das cuenta que no es de fiar, quizá lo esté juzgando pero es lo que puedo decir por lo que veo en él y lo que ha demostrado.

¿Soy un experimento? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora