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Culpa.

Eso es lo que debería sentir en estos momentos, pero no hay rastros de nada, ni siquiera tengo una pizca de preocupación o enojo por lo que mis ojos están viendo.

Betty tiene el labio roto. Él la golpeó.

Mi hermana está sentada en mi cama al estilo indio retorciendo sus dedos sobre su regazo, su rostro está empapado de lágrimas y su nariz se encuentra roja.

Tú le pediste que no dijera nada, es tu culpa.

"¿Es primera vez que pasa?," pregunto y ella niega con la cabeza. "Bet, ¿sabes que puedes denunciarlo, verdad?"

Ella sorbe su nariz.
"No puedo hacerlo, es mi padre Ale."

"Eso no le da el derecho de golpearte."

"Por favor, no hagas esto más difícil."

Suspiro.
"¿Qué fue lo que pasó?"

Ya eso me lo imaginaba, pero quería que ella me contara lo que había sucedido.

"Él... quería saber qué buscábamos en su despacho, me repitió un montón de veces que si no hablaba las cosas serían peor y yo... sólo callé y me golpeó."

"Luka va a enloquecer."

"No, él no puede saber qué ocurrió Alessa, las cosas se saldrán de control si lo sabe."

Cruzo los brazos y me siento cerca de ella.

"¿Qué se supone que dirás?"

"Que me caí."

"Es una locura."

"Alessa por favor, necesito que no digas nada."

Era un completa locura todo esto, y el hecho de que ella se calle todo era aún peor. Alfred es un imbécil, es algo que ya tengo demasiado claro.

Luego de que Betty se calmó un poco fue a su habitación por un rato, ella le había contado a Jules también, el único que no podía saber nada era Luka, ese pelirrojo no es estúpido, estoy segura que se dará cuenta sin que nadie le diga nada.

Mi móvil vibra, era Itzan.

«Hola guapa, ¿podemos vernos hoy?»

Creo que no sería mala opción, debía distraerme un poco para dejar de pensar en el caos que se está convirtiendo mi vida.

«¿Un poco de ejercicio te apetece?», le respondo.

Itzan.
«Claro, nos vemos en una hora en el parque».

Era un lugar relativamente cerca de casa, pero la verdad era que no me importaba si Margaret o Alfred me veían con él, sé que ellos se volverían completamente locos, pero últimamente no llegan a casa hasta la noche así que estoy segura de que no nos verán juntos.

Me coloco ropa deportiva y sujeto mi cabello en una coleta alta con una liga. Me miro al espejo y observo las facciones de mi rostro, soy atractiva, debo ser sincera, cualquier chico se fijaría en mí.

Luka.

No, eso jamás puede pasar. Él más que nadie sabe que fijarse en mí es una completa locura, jamás le correspondería de forma sincera.

~º~º~º~º~

Itzan estaba con ropa deportiva color oscura, he notado que él y su hermana tienen gustos muy comunes en la ropa. Al llegar a donde está me recibe con un abrazo y un beso en la frente, sus ojos destilan ese típico brillo al verme. Deberíamos hablar sobre nosotros, tengo que recordarle mi condición y el hecho de que puede salir lastimado ante todo esto.

¿Soy un experimento? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora