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Lucía un vestido color marfil, unas lindas zapatillas negras adornaban mis pies. Retorcí mis dedos con nerviosismo al verme en el espejo, mi rostro estaba levemente maquillado, me hacía lucir tierna.

El timbre de la casa sonó y mi corazón se aceleró, bajé las escaleras corriendo, me le adelanté a Hazel y abrí yo la puerta.

Él estaba allí, con un ramo de girasoles en sus manos, su cabello negro estaba perfectamente peinado, vestía una camisa azul, pantalones de vestir y zapatos negros pulcros. Sus labios se curvaron en una sonrisa y sentí que me derretía por dentro.

Es tan hermoso.

"Itzan," susurré sonriendo.

Él se acercó a mí y presionó nuestros labios, me besó con ternura y delicadeza y una bomba de emociones estalló en mí.

Me desperté con la respiración agitada y los pelos de punta, ¿Eso que había sido?, la chica del sueño era yo, pude verme en el espejo. Y él chico, era él... Itzan. ¿Cómo es posible eso?

Los engranajes en mi cabeza iban a mil por hora, de repente todo tomó su rumbo. Eso no era un sueño, era un recuerdo con Itzan, de nuestro noviazgo quizá o antes de el, no tengo idea, pero es un recuerdo.

Eso quiere decir que... ¿los otros sueños fueron recuerdos?

Mi cabeza martilleaba de dolor, me tomé las pastillas y esperé a que el dolor pasara. Me levanté de mi cama y caminé de un lado a otro luego de textearle a Luka que necesitaba hablar urgentemente con él.

Si el sueño de hoy era un recuerdo, significaba que los demás también lo eran. ¿Por eso se sentían tan reales?

Dios mío, ¿cuál es la verdad ante toda esta situación?

Cuando algo se revela lo único que hace es crear un montón de preguntas más.

Esos sueños dolorosos ¿serán recuerdos de cuando tuve el accidente y me hospitalizaron?, debía buscar respuestas, pero con mi familia jamás voy a encontrarlas. Lo único que hacen es guardar secretos y mentir.

Luka llegó demasiado rápido, lo puse al tanto de mi sueño, se lo conté con detalle y su mandíbula casi cae al suelo.

"¡Esto es genial!, estás recordando cosas, desde hace días lo estás haciendo."

Y sí, tal vez lo era, pero no me causaba emoción, sólo me generaba muchísimas preguntas.

"¿Y cómo sé que son recuerdos?"

"Sentiste, en el sueño te sentías muy atraída por él, tiene que ser un recuerdo. Debes hablar con Itzan."

"¿Qué?"

"Sí, debes hacerlo. Él te dará la respuesta que necesitas."

"¿Qué se supone que le diré?"

"Le preguntarás si recuerda eso, si dice que sí, allí está tu respuesta."

Claro, Luka tenía toda la razón. Si eso de verdad sucedió Itzan debe recordarlo y me lo va a corroborar.

"Llámalo."

Y lo hice, le dije que tenía que hablar urgentemente con él, sería en su casa.

Salimos rápidamente de casa, la lluvia repicoteaba con suavidad, las nubes negras hacían ver la mañana sombría; los relámpagos y los truenos hacían un juego perfecto sobre ello.

¿Soy un experimento? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora