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Mi cuerpo se estremecía, como si de corrientes eléctricas se tratase, mi cabeza dolía demasiado; como si de un momento a otro fuese a explotar.

Un zumbido me lastimaba los oídos, intentaba abrir mis ojos, hablar, gritar, pedir ayuda, pero no tenía control de mi cuerpo ¿Qué estaba pasando?

Una luz demasiado brillante logré ver, pero estaba segura que mis ojos seguían cerrados porque los estaba apretando, al menos eso creía. ¿Acaso era la luz de una bombilla? Necesitaba gritar y pedir ayuda, necesitaba ser salvada de esta horrible pesadilla.

El zumbido aumentó y quería gritar hasta que mi garganta se desgarrara, sentí agujas penetrar mi piel, quería llorar, quería llorar como si eso fuese a cambiar lo que sentía...

Me levanté de golpe, miré a mi alrededor, estaba en mi habitación, todo fue una pesadilla, una horrible pesadilla que se sentía real, como si la hubiera vivido en carne viva. Palpo mis mejillas, están húmedas; estaba llorando. Mi frente contenía sudor, tenía calor, quité las sábanas de mi cuerpo y me desnudé, eran las tres de la mañana, entré a la ducha y abrí la regadera presionando el botón azul para que el agua saliera fría. Me meto debajo de ésta y dejo que el agua recorra mi cuerpo expulsando todo el calor que había en el, aprieto los ojos y la pesadilla vuelve a mi mente, era real, se sentía real.

Empecé a temblar y no por el agua fría, no sabía muy bien por qué, no era miedo, de eso estaba segura, yo no podía sentir.

'Era un sueño', 'todo fue un sueño'. Me repetía en mi mente.

Nunca había soñado algo parecido, de hecho, yo no soñaba, nunca lo hacía. Era algo extraño, algo nuevo que estaba experimentando.

Encendí el aire acondicionado, ya entendía por qué tenía tanto calor. Volví a mi cama, me metí en ella y subí las sábanas hasta mi cuello, era hora de dormir y no quería hacerlo. No sentía miedo, no podía sentirlo, pero eso fue más allá del miedo: era algo físico. Lo sentía en carne viva, como si me estuviesen torturando. Quería encontrar un por qué pero sabía que sería imposible.

~º~º~º~º~

Mis párpados se abren y puedo ver la claridad que entra a través de las cortinas que cubren la ventana de mi habitación, me incorporo, hoy tenía que ir a la universidad, pero me sentía extraña. Mi cuerpo estaba agotado y sé que no es por ejercitarme, no se sentía como ayer, era diferente. Recuerdo mi pesadilla de la madrugada y decido empujar esos recuerdos lejos y empezar a prepararme.

Estaba caminando por los pasillos de la universidad con los chicos, ellos parloteaban de no sé qué cosa, siendo sincera no estaba prestando atención a lo que decían, no quería ser grosera, sólo que mi mente hoy no era la misma de ayer. No sé cómo explicarlo, pero había un cansancio extraño que lo transmitía a todo mi cuerpo.

"Jamás vuelvas a llevar a la marimacho a ejercitarse, parece que va morir," escucho el comentario de Luka.

Entramos al aula y nos sentamos cerca para poder seguir con la conversación. Mejor dicho, para que ellos sigan con su conversación.

"Luka Watson, eres demasiado exagerado," esa fue Jules.

"¡No exagero! Mira su cara ¿no crees que es un poco apocalíptica?"

Los tres me observan y yo sigo sin ninguna expresión, ya había sacado una libreta y empezado a garabatear en ella.

"Alessa, ¿estás bien?," Pregunta Betty.

¿Soy un experimento? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora