¿Soy un experimento?

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"¿Por qué siempre estás amargada, marimacho? " preguntó Luka recalcando la última palabra mientras esperábamos nuestro turno para comprar el desayuno.

"No estoy amargada."

"Entonces, déjame escoger tu desayuno."

Se adelantó y compró nuestra comida, al menos me había ahorrado el dinero. Me dio mi bandeja y junto a las chicas nos sentamos a comer, ellas no dejaban de hablar sobre unos nuevos zapatos de no sé qué marca.

"¿Qué compraste?" Le pregunto a mi compañero de cabellos rojos y él rueda los ojos.

"Es frappé de mora, obviamente. Ah, y una hamburguesa."

"¿No crees que esa hamburguesa va más con una gaseosa?" Le pregunta Jules.

Luka le tuerce los ojos y se centra en mí, me hace un gesto para que me anime a comer y le hago caso.

La hamburguesa estaba un poco cargada y contenía muchas salsas, pero me gustaba. Al igual que el frappé, no había probado ese sabor, no que yo recuerde, pero se sentía bien.

"¿Por qué me estás mirando así?" Le pregunto al pelirrojo.

"Le he contado todo y ahora cree que eres un extraterrestre." me aclara Betty.

Luka coloca los codos sobre la mesa y se inclina hacia donde estoy, miro a las chicas en busca de ayuda pero ellas deciden ignorarnos y seguir con su conversación.

"Eres amargada."

"¿Según tú, por qué lo soy?" Arqueo una ceja.

"Mira a todas las chicas" señala a su alrededor. "No te pareces a ninguna, no me refiero al físico, sólo que eres diferente y eso me da curiosidad. Me gustan las cosas extrañas, y tú, marimacho, eres una. Creo que haré un profundo estudio sobre tu vida y sobre el hecho de que no recuerdes nada."

"Eres... raro. " digo y me concentro en la comida sin decir más nada.

Este chico era un poco extraño, pero no me desagradaba, aunque dudo mucho que pueda sentir algo parecido a esa palabra. Miro a mi alrededor y me doy cuenta que Betty tiene una vida de ensueños, es decir, amigos que son polos opuestos, dos padres que la aman y lo más importante, puede recordar cada momento de su vida. Es algo extraño no poder recordar absolutamente nada, es como si jamás hubieses vivido. Como si fueses un androide que acaba de empezar con su vida, y lo comparo con lo anterior porque el último libro que leí iba un poco de eso y no pude evitar sentirme identificada.

Las clases se fueron volando, ahora me encontraba saliendo del baño con ropa cómoda mientras secaba mi cabello con una toalla para luego peinarme, tardé todo el tiempo que pude en el baño, no tenía nada que hacer hoy así que era bueno pasar mucho tiempo en la ducha.

Adelanté las tareas que tenía las cuales no eran muchas y eran demasiado tontas para ser universitarias.

Me tumbé en la cama y comencé a tararear una canción que había descubierto hace poco. La letra decía mucho, la persona que la escribió seguro tenía muchas emociones en ese momento y se sentía eufórica, sonreí porque me imaginé la escena. Me pregunto cómo se sentirá todo eso.

Dos toques sonaron en la puerta y luego Margaret asomó su cabeza, me incorporé en la cama y le regalé una sonrisa, ella entró y se sentó cerca de mí.

"Hola cariño, ¿cómo estuvo la universidad? " pregunta.

Encojo los hombros.
"No tengo de qué quejarme, las clases son entretenidas."

"¿Ocurre algo?, te ves pensativa."

Suspiro.
"Sólo qué... todo esto es difícil. Apenas se cuál es mi nombre, no puedo recordar absolutamente nada y lo peor de todo es que al parecer mis sentimientos están escondidos en alguna parte de mí. Todo esto es extraño, es como si estuviera viva y a la vez no, no entiendo muchas cosas sobre mí y es sofocante, ojalá pudiera ser un poco más normal como las otras chicas. Es injusto que ustedes muestren afecto hacia mí todo el tiempo y yo no pueda hacer lo mismo y ni siquiera entiendo el por qué."

Sus ojos destilan tristeza y están hechos agua, no sé por qué, pero en sus ojos veo sufrimiento. Tal vez me esté volviendo loca.

"Sé que es difícil, puedo imaginarlo, pero es poco a poco Alessa. No puedo decirte que todo volverá a ser como antes, pero te aseguro que será mejor. Y no vuelvas a mencionar eso de las otras chicas, eres más valiosa que todas ellas juntas, eres especial."

Justo ahora lo único que puedo pensar es que hablan de mí como si fuese un trofeo, como si se hubiesen ganado la lotería y la verdad es que no entiendo nada. A veces me gustaría volver a estar encerrada, en ese lugar donde sólo eran tratamientos y hablar con Hazel, no tenía que lidiar con familiares, universidad y amigos. Todo era más fácil estando alejada de las personas.

"Quizá sólo deba escribir mi presente, el pasado no debe importar, tal vez jamás llegue a recordar nada."

Aprieta los ojos y luego me regala una sonrisa.
"Todo irá mejorando y estoy segura de que una charla mañana con Hazel te hará bien, tú sólo intenta divertirte con Betty y sus amigos."

"Luka y Jules son buenos chicos, al igual que Betty. Es una gran persona y tiene todas sus metas claras."

"Y yo estoy orgullosa de ella."

"¿Y si me hablas un poco de ella cuando pequeña?, quisiera saber un poco de mi... hermana."

Margaret sonríe, al parecer le agrada el hecho de que le pregunte por Betty. Pienso que es justo saber un poco más de cada uno de ellos, se lo merecen después de todo lo que han hecho por mí.

Es justo allí donde empieza una larga conversación, me cuenta que Betty cuando pequeña le gustaba probar una combinación de sabores diferentes cuando iban a la heladería, que le costó mucho aprender a manejar bicicleta y casi siempre sus rodillas estaban lastimadas por las caídas que se daba. Me contó que aprendió ballet, pero al tiempo abandonó porque ya no le parecía tan interesante, también estuvo en kárate pero le rompió la nariz a una compañera de clase que la molestaba y se asustó mucho, por ende también desertó.

La vida de Betty había sido interesante, ojalá pudiera decir que "me alegraba por ella", pero supongamos que es así.

Nota de autora:

¡Lunes de actualización!, sí amiguitos, así es. Actualizaré todos los lunes :3.

Espero les haya gustado este capítulo, aún seguimos conociendo poco a poco lo que pasa por la cabecilla de Alessa.

Voten y comenten, xoxo.