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Jackson's pov:
Me levanté de la cama después de dos horas de haber estado acostado ahí, empezaba a dolerme el cuello, abrí el link de la manada para ver si no había ningún problema, cuando verifiqué que todo estuviera en orden, decidí darme una ducha rápida.
Después de salir de la ducha y cambiarme, empecé a caminar hacia las escaleras, cuando puse el pie en el primer escalón para empezar a bajar, las estruendosas risas de mis hermanas inundaron el lugar, bajé las escaleras sonriendo mientras sentía como los brazos de mi pequeña hermana Zoe se envolvían en mis piernas.
—¡Alice! —chilló divertida, la levanté antes de que Alice lograra atraparla, Zoe escondió su cara en mi cuello soltando algunas risitas.
—Deja de molestarla, Alice —Alice llegó hasta mí haciendo un puchero, rodé los ojos al cielo entrando a la cocina aún con Zoe en mis brazos.
—Ella se divierte —Alice cruza sus brazos—. Mientras ella esté feliz haré lo que sea para siempre verla así —bajé a Zoe y la vi correr hacia la puerta trasera que daba al bosque, la abrió y empezó a perseguir a un pequeño conejo que se había escabullido hasta ahí.
—Necesito que cuides a Zoe por una hora o menos —asintió y los dos volteamos hacia Zoe la cual había logrado atrapar al conejo y lo tenía en su regazo mientras lo acariciaba con delicadeza.
Empecé a caminar hacia la salida— Jackson...
La interrumpí antes de que siguiera— Ya lo sé y no tengo mucho humor para hablar de este tema ahora, ¿está bien? —asintió haciendo una mueca—. Cuida a Zoe —le doy un beso en la cabeza y salgo de la casa.
Siempre trataba de evitar ese asunto, no era una charla que me gustara mucho. Todo el mundo me presionaba para que buscara a mí Luna, sabía que tenía veinte años y aproximadamente a esa edad un Alfa ya tendría a su Luna, pero conmigo aún no había llegado la indicada.
—«Ella tiene razón, necesito a mi Luna, conmigo» —gruñó Andy, mi lobo.
Los chicos habían decidido reunirnos en el parque, así que cuando llegué hasta ahí empecé a caminar hacia ellos— ¡Chicos! —los saludé a todos cuando llegue hasta ellos, me senté en la banca frente a ellos y elevé mi ceja esperando que dijeran el motivo de la pequeña junta improvisada.
—Es la manada, Jack —habla Leo, mi beta y mejor amigo—. Los niños necesitan a su Luna, Alfa —me rasqué la cabeza frustrado y me levanté de la banca.
—Ya lo sé, joder, ya lo sé, es solo que, aún no llega —empiezo a caminar hacia algún lugar del parque con los chicos detrás de mí, me detengo de golpe al sentir como mi nariz empieza a percibir un delicioso aroma a fresas y canela.
Andy quería tomar el control, sabía que mis ojos estaban dorados.
—«La encontré, encontré a mí Luna» —gruñó Andy.
Y la vi.
Estaba con un grupo de Hadas y el hijo del Alfa Superior la abrazaba por los hombros.
—¿Qué sucede, Alfa? —escucho a Travis detrás de mí y volteo, aún con los ojos dorados.
—¿Quién es la chica que está con el hijo del Alfa Superior? —Andy sigue queriendo tomar el control e ir por ella, pero trato con todo mi autocontrol de detenerlo, no quería causar un espectáculo en medio del parque.
—«¡Ve! Ve por ella, ve por mí Luna»
—Es hermana del chico —cierro mis ojos con fuerza y me siento en la primera banca que veo, siendo rodeado por todos los chicos.
—Esto era lo único que me faltaba —suspiré frustrado, levantándome—. Ella es mi Luna, la hija del Alfa Superior es mi Luna —los chicos me miraron sorprendidos y luego la miraron a ella.
Trataba de no mirarla, sin embargo, era irresistible.
Ella era irresistible.
Volteó al sentir nuestra mirada y me vio, analizándome, después de unos segundos me sonrió y se volteó de nuevo hacia su hermano.
—«Es perfecta» —dice Andy, asiento dándole toda la razón.
Era pequeña, su cabello era totalmente blanco y le llegaba hasta la mitad de la espalda, delgada y con curvas, gran trasero, nariz pequeña, ojos café, labios carnosos, pero no exagerados.
De lejos podía notar que era tímida.
En estos momentos, contenerme era la cosa más difícil que había hecho en mi vida. Sería capaz de ir por ella, llevarla a mi casa y arrancarle toda la...
Sacudí mi cabeza alejando esos pensamientos de mí, cerré los ojos y me giré hacia Leo— Encárgate del plan, Leo —asintió—. Necesito hablar con Alice -le doy una última mirada y la veo abrazada a Chris. Mis manos estaban hechas puños, por eso no quería que ella llegara a mi vida.
Por los celos.
Empecé a caminar hacia el auto, cuando estoy dentro veo mis manos sobre el volante y mis nudillos ya estaban blancos, lo enciendo y empiezo a manejar hacia casa.
Al llegar salgo, corro hacia la puerta y empiezo a buscar a mis hermanas, cuando no las veo por ninguna parte, camino hacia la puerta trasera que daba al bosque, me encuentro a Alice sentada en el suelo con un pequeño lobo gris frente a ella, sonrío al saber que es Zoe que está aprendiendo a controlar a su lobo.
—Alice —se levanta de dónde está y eleva una ceja—. Encontré a mí Luna —abre sus ojos sorprendida y toma a Zoe en sus brazos aún en su forma lobuna, suelta a Zoe dentro de la sala y me da un abrazo.
—¡Eso es genial! ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Cómo es? ¡Quiero saberlo todo!
—Lo único que sé es que es nueva en el pueblo, hija del Alfa Superior, hermana de Chris —elevo mis cejas hacia ella y se sonroja.
—Vaya.
—Quiero que te hagas su amiga — asiente—. Estaré en mi cuarto, me llamas si necesitas algo.
Empiezo a caminar hacia mi habitación, me dejo caer en la cama y cierro mis ojos, volviendo a repetir el momento donde sus ojos se encontraban con los míos.
Mi Luna, hija del Alfa Superior.
No sé de qué forma reaccionará el Alfa.
Pero espero que sea una buena.
*
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