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Jackson's pov:
— ¿Podrías dejar de caminar en círculos? Me tienes mareado, joder — Damián dijo con las manos en la cabeza viéndome, lo vi con una mueca y me senté a regañadientes —. Gracias Dios Mío — susurró y rodé los ojos.
— Estoy nervioso estúpido.
Damián me vio por sobre sus lentes oscuros con obviedad, — Yo también estoy nervioso perro lobo, pero no por eso estoy caminando como loco por todo el cuarto.
Mordí mis labios, — ¿Y si le hicieron algo? Estaba sangrando cuando la encontramos, no me perdonaría que le hubieran hecho... — sentí como la mano de Damián impactó contra mi mejilla, abrí mis ojos sorprendido, pero volviendo a la realidad —. Gracias, lo necesitaba.
— Lo único de lo que nos tenemos que preocupar es de esa estúpida estaca que ese estúpido gordo le clavó en el estómago, lo que importa es el bebé, Thea te lo dijo, salva al bebé — sentí mis ojos llenarse de lágrimas y pasé mis manos por mi cara frustrado.
— No puedo ni siquiera pensar en que haré sí a alguno de ellos dos les pasa algo — acaricié mi mejilla ahora golpeada por Damián.
Los dos nos levantamos de golpe cuando Dan salió de la habitación donde estaba Thea, lo miré exasperado y después vi como salía Daren con una sonrisa, — ¿Qué mierda pasó? Estoy que me cago en los pantalones — Damián dijo a mi lado.
— Thea está bien y el bebé también — sentí como todo mi cuerpo se relajó al instante de oírlo —. Solo es cuestión de algunas horas para que se recupere, lo mejor sería dejarla descansar y pensar a ella sola, después saldrá — asentí dándole la razón, no quería abrumarla con preguntas estúpidas que quería hacerle o con movimientos bruscos por la emoción.
Salí de la habitación junto a los demás, mis manos sudaban, Daren me detuvo unos pasos después y Dan y Damián siguieron caminando.
— Esa bruja Martina, creo que necesitas hablar con ella — lo miré extrañado, pero asentí, palmeó mi hombro sonriéndome y empezó a seguir a sus hermanos mientras yo caminaba hacia el lugar donde en este momento se estaban quedando las brujas.
Cuando llegué a la cabaña que les habíamos prestado toqué la puerta varias veces, Ada abrió la puerta y me abrazó, — ¿Están bien los dos? — susurró y asentí sonriendo, ella me soltó y sus ojos se llenaron de lágrimas, Martina apareció detrás de ella y Ada se adentró de nuevo.
Martina no sé veía nada bien, su cara estaba pálida y sus ojos estaban saltones, su cuerpo antes rellenito ahora estaba extremadamente delgado, cerró la puerta detrás de ella y tomó mis manos con una sonrisa genuina, — ¿Ellos se encuentran bien? ¿funcionó mí hechizo para proteger al bebé? — abrí mis ojos sorprendido, pero sonreí.
— Están bien los dos y le agradezco muchísimo que los haya ayudado — besé el dorso de su mano.
— No podía dejar que le pasara nada al futuro heredero de la manada, Alfa — le di una sonrisa de boca cerrada y me despedí de ella para empezar a dirigirme hacia donde estaba Thea.
Vi a Josafat salir del lugar donde estaba Thea y tragué saliva, caminó hasta mí y me tomó por los hombros, — Le acabo de decir, creo que deberías sacarla a tomar aire.
Asentí y palmeó mi mejilla amistosamente, caminé rápidamente hacia donde estaba Thea y la vi ya levantada con los ojos llorosos, me acerqué a ella y envolví mis brazos alrededor de su cintura para acercarla lentamente a mí, — Hola bonita — acaricié su cabello y cerré mis ojos al sentir como su aroma llegaba hasta mí.
La extrañaba tanto.
— ¿Es verdad lo que dijo papá? — tomé sus muslos y subí sus piernas con cuidado para que se sujetara de mi cadera, me abrazó fuertemente de mi cuello y acaricié su espalda lentamente.
— Lamentablemente sí, mi amor — dije en un susurro, escuché como empezaba a sollozar en mi hombro, mis ojos se aguaron y empecé a caminar hacia la salida, quería llevarla a que viera el mar para ver si lograba tranquilizarse.
— Mamá me había dicho que tenía que prepararme sí la abuela moría, pero, nunca me dijo que me tenía que preparar sí ella moría también — escuché como sus sollozos se hicieron más fuertes, la bajé con cuidado cuando llegamos al pequeño muelle y tomé su rostro entre mis manos.
— No me despedí de ninguna de las dos, Jack — me abrazó fuertemente colocando su cabeza en mi pecho.
— Lo se amor y lo lamento mucho — elevó su vista, sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas y su nariz.
— Estaba preparada para la abuela. Pero no para mamá. ¿Cómo fue?
— La policía le dijo a tu padre que habían tenido un accidente automovilístico. Tu madre iba manejando camino al hospital pues tu abuela se empezó a sentir mal, un carro se estrelló detrás de ellas y salió del carril chocando con un árbol — sus labios temblaron y limpié las lágrimas que rodaban por sus mejillas —. Tu abuela murió al instante, tu mamá murió de camino al hospital en la ambulancia.
Asintió y se separó de mí, colocó sus manos sobre su estómago y limpió sus lágrimas, — Tengo que ser fuerte por ti, bebé.
La escuché susurrar, sonreí tristemente y me coloqué detrás de ella, pasé mis brazos por su cintura y puse mis manos sobre las de ella, — Ya lo eres. Solo tienes que aguantar un poco más.
Colocó su cabeza en mi pecho viendo hacia el atardecer, — Me gustaría que se llame Iyden, ese nombre siempre le gustó a mamá.
— Iyden será.
Y sonreí, porque después de todo lo que habíamos pasado. Me sentía completo.
Ella me hacía sentir completo.
*
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