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Thea's pov:
Abrí mis ojos lentamente removiéndome en mi lugar, no podía moverme mucho pues dos brazos me sostenían fuertemente de la cintura.
—Jack —susurré cerca de su cara, vi como movió un poco la cabeza, pero ni siquiera se inmutó ante mi llamado—. Jack, necesito ir al baño —aflojó su agarre y por fin pude salir de la cama, caminé hacia el baño cerrando la puerta detrás de mí, cómo vi un cepillo de dientes cerrado lo abrí encogiéndome de hombros y salí del baño cuando terminé de hacer mis necesidades.
Revisé mi celular para ver la hora, todavía faltaba una hora y media para entrar, tenía que acostumbrarme ya a este horario nuevo.
—Jack —susurré cuando me senté del lado donde él dormía, su mano se removió y se colocó sobre mi pierna, pero no abrió los ojos, lo moví un poco, pero como no vi que reaccionara, me subí sobre él y coloqué mis manos en su pecho plantándole un beso.
Unos segundos después Jack atacaba mis labios como si nunca nos hubiéramos besado, me separé de él viendo sus labios rojos y una sonrisa ladina que se mantenía en su rostro con los ojos cerrados.
—¿No qué no te levantabas? —sonreí mientras veía como sus mejillas tomaban un leve color carmesí, se levantó aún conmigo encima y me dejó en el suelo dándome un beso en la cabeza.
—Tengo que ir a ducharme —asintió poniéndose una camisa, tomó mi mochila y salimos de su habitación, nos subimos a su auto mientras conducía hacia mi casa, cuando llegamos tomé mi mochila y abrí la puerta, pero me detuve cuando sentí su mano en mi pierna.
—Vendré por ti en una hora —asentí mientras me daba un casto beso y me bajaba del auto, cuando cerré la puerta escuché como el auto se alejaba, me adentré a casa viendo a Chris en bóxer bajar las escaleras, me sonrió somnoliento y se adentró a la cocina, subí las escaleras hacia mi cuarto.
Entro a mi baño dándome una ducha y salgo envuelta en una toalla hacia mi armario, me coloco mi ropa interior, unos shorts Levi's y una blusa con un estampado de flores.
Termino de arreglarme y tomo mi mochila y mi celular para salir de mi cuarto y empezar a bajar las escaleras, cuando entro a la cocina Chris ya está cambiado y tiene un plato de cereales frente a él.
Tomo una manzana y me siento en una silla observando a Chris comer, siento como mi celular vibra en mi mano y contesto rápidamente al ver el nombre, poniéndolo en altavoz.
—¿Thea? —Chris eleva sus cejas sorprendido y deja de comer.
Una cosa rara que ese chico dejaría de hacer a menos que la situación fuera importante.
—¿Ben?—trago saliva y mis ojos se llenan de lágrimas.
—Cariño, no sabes cuánto me costó comunicarme contigo —Chris sonríe.
