26|| Lost

18.9K 1.4K 57
                                    

Jackson's pov:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jackson's pov:

Una semana.

Una semana había pasado desde que Thea no había vuelto del bosque.

Me sentía solo... perdido. Como si todo dentro de mí se hubiera apagado lentamente con el paso de los segundos cuando ya no la vi volver de entre los árboles.

Todos trataban de animarme, pero nadie lo había logrado hasta el momento. Lo único que mi corazón necesitaba era que pudiera volver a tener a Thea en mis brazos para saber que tanto ella como el pequeño bebé que estaba en su vientre estaban bien.

Sí, estaba embarazada.

La misma noche que ella había desaparecido me había enterado. Otto llegó corriendo y llorando de entre los árboles por los que se había ido Thea, murmuraba que no la había encontrado y que se suponía que iría a dormir con nosotros por qué quería mantener al bebé dentro de su barriga con toda la protección posible.

¿Por qué no llegaste antes Otto?

La mínima idea de saber que en este momento podría estar herida o en grave estado me carcomía la mente, mis preocupaciones habían crecido a niveles que nunca había logrado conocer y todo eso lentamente empezaba a pasarme factura.

Era realmente poco lo que comía, casi no me daba nada de hambre ni tampoco me daba sueño.

La primer noche que no regresó, Otto aun así durmió conmigo. Estaba esperanzado de que ella volvería, que solo se había perdido y que regresaría para dormir con nosotros. Mi corazón se rompió cuando a la mañana siguiente Otto lloró al despertarse por qué Thea no estaba ahí, me sentía tan sensible que lo único que pude hacer fue abrazarlo y llorar junto a él.

¿Había hecho tantas cosas malas como para que ella estuviera pagando por mí?

No lo sabía, pero esperaba que después de todo y de que ella volviera a mí podríamos vivir por fin la vida que ella se merecía.

—No te ves muy bien, Jackson —la voz de Dean sonó detrás de mí, habían estado toda la semana cerca de mí que ya podía reconocer la voz de todos a la perfección.

—No me siento bien, Dean —un vaso con hielos chocó contra mi mano, levanté mi vista y él movió su vaso con el líquido dentro, suspiré pesadamente y tomé el mío dándole un gran trago.

—Tranquilo vaquero, no quiero emborracharte tan pronto —bajó mi vaso, pero aun así lo lleno de nuevo, sonreí triste y mis ojos se llenaron de lágrimas. No quería llorar frente a él.

—Puedes llorar si eso es lo que quieres, no me molesta.

—Estoy bien —limpié la lágrima que bajaba por mi mejilla.

—¿Te gustaría ver algo? Si Thea ya lo vio, no veo el por qué tú no puedas verlo —elevé mis cejas curioso, me tendió su mano y fruncí el ceño, dejé mi vaso en la barra y con un poco de miedo tomé su mano.

Mi vista se volvió borrosa y se oscureció todo en cuestión de segundos, por un momento me asusté y pensé en levantarme, pero todo se desconectó y dejé de moverme cuando una gran casa apareció frente a mí.

Estaba en medio del bosque, fruncí el ceño al no ver a Dean junto a mí, pero reaccioné al instante y empecé a caminar hacia la puerta, mis manos estaban temblorosas y no tenía ni idea de quién era el dueño de esa casa, pero aun así me adentré.

Cuando no vi nada interesante en el primer piso, empecé a subir las escaleras para el segundo, no había ni cuadros, ni muebles, ni nada, me detuve en una habitación que tenía la puerta a medio cerrar, mordí mis labios nervioso y la terminé de abrir con la poca fuerza de voluntad que aún quedaba en mí.

Era lo mejor que mis ojos habían visto nunca.

Thea estaba dormida sobre la cama y tenía puesto solo ropa interior, pero eso no era lo que importaba en absoluto.

Había un bebé.

En el pecho de ella estaba un bebé dormido, solo tenía un pañal y era tan pequeño que fácilmente lo podía cargar con uno de mis brazos.

El bebé se removió y quiso empezar a llorar, Thea entre abrió sus ojos y empezó a arrullarlo manteniéndolo aun en su pecho— Tranquilo mi amor, estoy aquí, mamá está aquí —antes de que pudiera acercarme para poder tocarlos, mi vista se volvió borrosa y tristemente mi cuerpo volvió a la realidad, estando al lado de Dean.

—Felicidades, vas a ser papá de un niño.

—¿Es el bebé que está esperando? —volteé a ver a Dean y vi cómo limpiaba su nariz por la sangre que le había salido asintiendo hacia mi pregunta.

Saqué una pequeña navaja de mi pantalón he hice un corte pequeño pero profundo en mi palma, acerqué el vaso de Dean y empecé a llenarlo con la sangre que salía de mí, cuando la sangre dejó de salir de mi mano, tomé una toallita cubriendo la cortada y le tendí el vaso a Dean.

—Gracias —le dije y le di una sonrisa de tristeza, él tomó el vaso elevando sus cejas, levanté mi vaso a la vez y lo choqué con el de él para tomar los dos al mismo tiempo.

—Hace algunos días encontramos una pista.

Elevé mis cejas interesado esperando que continuara— Creemos que quién la tiene es nuestra hermana.

—¿Su hermana? —asintió y se terminó lo que había en su vaso—. ¿Por qué?

—Está tratando de detener algo que todavía ni siquiera está ahí, cree que teniendo a Thea podrá detener eso. Supongo que no quiere quedarse sola y sin el poco aprecio que le tenemos.

—Suena a desesperada.

—Es desesperada.

Me mantuve un momento en silencio, no entendía nada del secreto que creía que guardaban, suspiré cansado y fruncí mi ceño cuando sentí como mi celular vibró en mi bolsillo trasero de mi pantalón.

Lo saqué rápidamente y mi corazón dio un salto emocionado al leer el mensaje.

Dan:

Hemos encontrado dónde la tienen. Ven rápidamente y trae a Dean contigo.

Tomé a Dean de la chaqueta para que se levantara y atravesé la puerta del bar para por fin reunirme con el amor de mi vida de nuevo.

*

xPau01

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

xPau01

Little Moon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora