"las instalaciones de la compañía Energy está emitiendo cantidades de estática que de momento son inofensivas; tenemos un estudio realizado al entorno que nos respalda, pero nos sentimos inseguros, no sabemos si en un futuro estas emisiones puedan llegar a un nivel crítico, podría resultar cancerígenas y nocivas para el ecosistema, no sabemos qué actividades está desarrollando esta compañía en ese lugar, estamos preocupados, no queremos que se desate una catástrofe ambiental o una crisis de salud en nuestro pueblo"
-Entrevista a la líder de protección ambiental, Lina Wood; Diario local de Ágora -.
- ¡Adal!, qué bueno que llegaste, no sabía qué hacer -.
- ¡hola cariño!, ¡la verdad es que me tienes preocupado!, ¿qué es eso tan importante que tienes que decirme?, pero antes de que se me olvide, toma tu teléfono -, comentó Adal mientras extendía su mano enseñando mi teléfono.
Siendo consecuente con su petición, busqué entre mi bolsillo su teléfono y realizamos de inmediato el intercambio, el aspecto de Adal era diferente, su nariz y ojos estaban rojizos y su voz un poco más grave, poseía síntomas evidentes de un resfriado. Posé mi mano sobre su frente para inspeccionar su temperatura, pero de inmediato vi que Adal miró por encima de mi hombro, abrió los ojos como platos y dejó caer su mandíbula mientras me miraba nuevamente.
Cuando giré Eudram se encontraba en el pasillo, acababa de salir de la cocina, se paseaba semidesnudo comiendo unas rodajas de pan. Su torso estaba expuesto a los elementos nuevamente y lo único que cubría sus partes inferiores era una toalla que sostenía débilmente con su otra mano, su pelo estaba humedecido, las gotas de agua que caían en su pecho escurrían merodeando alrededor de su definido abdomen y su cinturón de adonis.
Adal y yo quedamos unos instantes hipnotizados contemplando la humanidad de mi huésped recién duchado, pero logré reincorporarme, - ¡puedes subir!, la primera habitación es de mis padres, busca en el armario, quizás algo de mi papá te quede -, Eudram no dijo nada, solo obedeció; no quería imaginarme la intensidad del rojizo que seguramente tendría mi cara apenada en ese momento.
Cuando regresé con Adal, vi que esperó hasta que el último centímetro de piel de Eudram desapareciera entre las escaleras y el entrepiso. Estiré mi mano y cerré su boca.
- ¡nena!, pero si lo que tienes aquí es un Adonis, - comentó Adal colocando su mejor cara de picardía, su perversión empezaba a brotar por los poros.
- de hecho, más bien es un Eudram, ese es su nombre -, contesté mientras guiaba a Adal a la sala.
Mi amigo se despojó de su calzado y caminó a mi lado entrelazando su brazo con el mío, parecíamos una pareja de padre e hija rumbo al altar. Las fibras de tela de la alfombra púrpura estimularon los nervios de mis pies, su tonalidad contrastaba con el gris del sofá semicircular que nos disponía a contemplar el gran jardín interno, el cual ayudaba a que diferentes espacios de la casa se iluminaran y ventilaran de forma natural.
- ¡¿Si vistes el pecho que tiene?, ¿esa espalda tatuada y los abdominales?! - comentó Adal con emoción mientras se mordía los labios.
-Emmm sí, la verdad no eran características muy difíciles de ignorar, te recuerdo que estaba semidesnudo -, respondí con naturalidad y tono sarcástico.
Mentalmente reflexioné sobre su singular tatuaje, el cual pude ver por completo por primera vez, del círculo que ya conocía se desprendía lateralmente un juego de líneas tribales que se entrelazaban entre sí, generando lo que parecía un par de alas, además de algunos otros adornos los cuales no logré asociar con nada.
- ¡que rico! -, dijo Adal mientras se mordía el labio inferior y miraba de nuevo a la escalera; me resultó inevitable no reírme de la situación.
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CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©
Fantasy"Toda mi vida había escuchado el refrán que dice que los hombres perfectos no caen del cielo, pero, ¿que tal si esas palabras no son del todo ciertas?. ¿Que se supone que se debe hacer si literalmente el hombre perfecto te cae del cielo?". SINOPSIS:...