CAPÍTULO 21

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"debido a la anomalía ocurrida hace unas semanas en las instalaciones de la presa de la compañía Energy, se informó hoy, que la casa de máquinas ha presentado daños, pero ya un grupo de expertos está trabajando en el tema para lograr solucionar este impase sin que se presenten afectaciones en el suministro de energía".

- Noticiario matutino -.


El mundo se sacudía, la migraña parecía taladrar mi cabeza. La habitación en la que me encontraba olía a moho y humedad, los muros tenían un aspecto desgastado, el chirrido de roedores de algún lugar desconocido acompañaban el sonido de la lluvia cayendo en el exterior, logré apoyarme sobre uno de los muros cercanos y ponerme de pie con algo de dificultad.

En la habitación solo existía una pequeña ventana, con delgadas rejas con óxido, que complementaba a la perfección el aspecto decadente, tenebroso y oscuro de aquel lugar. la luminosidad era escasa y debido a la lluvia solo se pronosticaba algunas pocas horas de claridad, antes de quedar inmersa en la oscuridad total.

Eché un vistazo hacia el exterior, por la ventana, a la espera de poder reconocer algo y lograr generar una idea de donde me encontraba, pero no fue así, en el exterior se propagaba un ambiente lúgubre y depresivo; el cielo gris, sin señales de un cese de lluvia, árboles por doquier y en lo que parecía ser un patio, se erigían ruinas de lápidas que transmitían una sensación macabra, potencializada con la fugaz luz y el estruendo producido por rayos repentinos, aquel lugar parecía sacada de una película de terror.

No tenía la más mínima idea de donde me encontraba, mis recuerdos borrosos no me ayudaban a entender que había pasado, pero todo parecía indicar que había sido raptada; de inmediato hurgué entre mis bolsillos, con la esperanza de que mis captores hubieran sido tan descuidados de dejar mi teléfono.

Apenas sentí la presencia del dispositivo entre los compartimentos de mi pantalón, un destello de esperanza comenzaba a brotar en mi interior, al encenderlo, la luminosidad de la pantalla lastimó mis ojos, debido a que se habían adaptado a la penumbra, de inmediato abrí la aplicación de mensajería Whats' up y me dirigí al chat de mi madre para alertarle de lo que me había ocurrido, pero el mensaje permanecía a la espera de conexión para poder ser enviado, intenté de nuevo pero esta vez con mi padre, pero el resultado fue el mismo, probé una vez más con Adal pero nada cambió.

Una notificación en la parte superior de la pantalla apareció informando que me encontraba en una zona en la que mi operador no tenía cobertura, la angustia y el desespero comenzaba hacer presencia devorando esa lucecita de esperanza que había surgido anteriormente. A pesar de todo, fui perseverante y comencé a llamar a mis padres, pero sus llamadas eran desviadas de inmediato al correo de voz.

El pánico crecía a grandes zancadas, pero sabía que debía tratar de mantener la calma para pensar con claridad, cerré los ojos y respiré profundo, - ¡piensa Sara, piensa! -, me dije a mi misma. No podía comunicarme con nadie por el momento, pero la pérdida de señal quizás podría ser producto de la tormenta, así que en cuanto pasara podría hacer un nuevo intento, - en el momento en que podamos establecer contacto; necesitaremos saber en dónde estamos, para que nos puedan rescatar -, me dije a mi misma en una nota mental.

Tenía claro que el lugar era una zona aparentemente boscosa, rodeado de tumbas y por el estado de la habitación en la que me encontraba, debía ser un edificio en ruinas; una gota de agua fría corrió por mi rostro, al alzar la vista noté que se trataba de una gotera, la lluvia parecía incrementar y el estado de decadencia del edificio no soportaba esas condiciones climatológicas, pronto comenzaron a aparecer más goteras, el agua se escurría a través de grietas y poros de la cubierta.

CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora