CAPÍTULO 14

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"hasta el momento los sujetos que fueron expuestos a la radiación no han recobrado el conocimiento, siguen con signos vitales estables, pero hemos notado algunas alteraciones en sus cuerpos; después del "evento", la piel de los individuos parece haber incrementado la producción de colágeno, dándoles una apariencia más joven, las canas de los más viejos se han desvanecido, recobrando la pigmentación natural del cabello.

No sabemos aún a que se deben estos cambios, pero seguimos haciendo estudios y monitoreando las 24 horas los cuerpos en busca de nuevas alteraciones"

- Compañía Energy, Expediente secreto: Anomalía de radiación -.

Adal se había marchado muy temprano por la mañana, se había llevado la caja de las dagas de su abuelo para escudriñar en el pueblo donde podría mandarlas a restaurar, la casa se sentía vacía, yo me encontraba sentada en el balcón observando el cielo, quizás a la espera de ver regresar a Eudram, Pacho acurrucado a mi lado percibía la ausencia del chico alado, - ¿lo extrañas? -, el gato me miró y me respondió con un maullido.

El silencio de aquella soledad fue interrumpida por una llamada; al revisar el teléfono se trataba de mi madre, una vez que abrí la línea mi mamá se encontraba al otro lado del teléfono sollozando, sus palabras brotaban intoxicadas de lamentos, - acabamos de leer tus mensajes -, comentó mi mamá envuelta en tristeza, - desde que salimos del crucero estuvimos inicialmente sin recepción de señal y después las baterías de nuestros teléfonos se descargaron, hasta ahora que conseguimos encender este aparato -.

Escuchar a mi madre tan deprimida y a lo lejos el gimoteo de mi papá, era una señal clara de lo que pasaba, mis padres hasta ahora se enteraban de los acontecimientos asociados con el sacerdote Andrés. Mientras mi mamá hablaba me resultó imposible impermeabilizarme de sus emociones, mis ojos se tornaron llorosos y algunas lágrimas huyeron a través de la comisura de mis ojos.

- Estamos en un taxi rumbo al pueblo, en unos aproximados 20 minutos estaremos llegando según el conductor, pero tu padre insiste en que deberíamos llegar inicialmente al cementerio a visitar la tumba -.

Comprendía muy bien lo que pasaba, el sacerdote había tenido desde siempre una cercanía a nuestra familia especialmente con mi madre, el vio crecer a mis padres y fue quien presidió su matrimonio, ellos al igual que yo mantenían un fuerte lazo afectivo con el hombre y querían despedirse de él, incluso era probable que se sintieran un poco mal por no haber podido estar presente durante la ceremonia fúnebre.

- de acuerdo, entonces me encontraré con ustedes en la puerta del cementerio -, mi madre me confirmó y finalizamos nuestra llamada. Me puse de pie y caminé hasta el interior de mi cuarto para arreglarme. El cielo pronosticaba ser un día soleado; apenas estuve lista salí de la casa y conduje el auto rumbo al cementerio.

La necrópolis de nuestro pueblo se encontraba en la periferia, un camino de adoquines finalizaba en la entrada del lugar, los matorrales y árboles parecía engullir el cementerio, el acceso estaba destacado con un arco de medio punto sobre el cual se encontraban grabado "cementerio municipal de Ágora", las rejas color bronce construida sobre el perímetro del camposanto, contaban con puntas rematadas como flechas.

Las compuertas estaban de par en par, la circulación estaba diseñada como un pequeño bulevar con andenes a los costados, esta circulación finalizaba en una gran glorieta que contaba con un número limitado de bahías de parqueo, hasta el momento, yo era la única persona que había ingresado en vehículo, al salir de mi carro aprecié la escultura monolítica instalada en el centro de la glorieta; la representación mostraba las almas de los cuerpos humanos siendo guiados por seres alados hacia la eternidad del cielo.

CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora