CAPÍTULO 20

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"De acuerdo con las imágenes tomadas por las cámaras de fotomultas, se puede ver al criminal Jonatan Gastrell saliendo de la ciudad, conduciendo una motocicleta robada rumbo al sur, la imagen fue registrada en las horas de la madrugada.

La policía se encuentra realizando retenes en las vías principales para poder dar con el individuo, si usted llega a saber información sobre el paradero de este criminal, por favor póngase en contacto con las autoridades"

- Noticiario matutino metropolitano -.

- ¡Tenemos que darnos prisa!, en cualquier momento empezará llover -, dijo Xia mientras que aterrizábamos en el callejón, - si lo que dices es verdad, el agua borrará el rastro y no podremos hacer nada -.

- ¿estás seguro de que era este lugar? -, preguntó Triarius con una fuerte incredulidad impregnada en sus palabras.

- Por supuesto, yo lo viví, vi este lugar en mi visión -, respondí mientras que me ponía manos a la obra. Extendía mis manos y las acercaba a las superficies en busca de algún rastro, necesitaba conseguir residuos del aura de Sara.

- ¿Cómo es que dices que viste este lugar? -, agregó Triarius.

- ¡No lo sé!, solo vino la imagen a mí, pero fue como si lo hubiera experimentado yo mismo, veía a través de los ojos de Sara, podía sentir su asfixia, su temor a través de mi piel -.

- ¿Como si tu fueras ella? -, comentó Xia.

Afirmé con la cabeza, mientras continuaba mi búsqueda, Triarius solo nos observaba y Xia caminaba por todo el callejón extendiendo sus manos, emitiendo su brillo dorado en busca de alguna pista de lo que había acontecido.

Pronto una gota de agua fría cayó en mi rostro y se deslizó por mi mejilla, el sonido atronador de los rayos no se hizo esperar, una fuerte ráfaga de viento frío que transportaba el olor de humedad, nos pronosticó que habíamos sido alcanzados por la lluvia. - ¡chicos! -, dijo Xia haciendo señas para que fuéramos hasta ella.

Sus habilidades de rastreo habían dado con un rastro maligno, - son dos o quizás tres -, dijo en cuanto nos acercamos, - pero el rastro es muy débil como para distinguir exactamente de quienes se trata y mucho menos para seguir -.

- Se trata de Ravana e Iblis, incluso quizás Muriel -.

- ¿Cómo lo sabes? -, preguntó la chica.

- Por qué las vi en la visión -.

- ¡fue cosas de chicas! -, mencionó Triarios en un chiste de mal gusto.

Las gotas de lluvia comenzaban a descender en una torrencial lluvia. situación que nos ponía a trabajar contra reloj, teníamos que recolectar la mayor cantidad de pistas o indicios que nos explicara qué había ocurrido realmente en ese callejón; al acelerar la búsqueda lo conseguí, en la parte baja de uno de los muros, muy cerca del piso, ahí se encontraba el rastro de un aura peculiar, resultaba familiar pero no estaba seguro, había algo diferente, estaba confundido de lo que ocurría, quizás era producto del agua que comenzaba a desvanecer aquellos residuos de la presencia, pero era muy semejante al aura de Sara.

- ¡Que extraño! -, comente en un susurro.

- ¡Eudram! -, dijo mi compañero señalando en el piso con la palma de su mano abierta emitiendo destellos dorados, - es muy débil por la lluvia, pero logro percibir el aura de dos personas que estuvieron aquí recientemente -, dijo mientras observaba con atención el lugar donde había encontrado el rastro, para después alzar su mirada y conectarse con la mía, - No logro distinguir a quién pertenece una, pero la otra se perfectamente a quién pertenece -.

CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora