CAPÍTULO 13

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"El día de ayer se llevó a cabo las honras fúnebres de Andrés Baguer, sacerdote del pueblo de Ágora. Aún no están claros los hechos, pero se presume que fue víctima de robo, el hecho fue cometido a inicios de las festividades religiosas del pueblo, por lo pronto, la iglesia no se ha pronunciado al respecto".

- Diario Metropolitano -.

Triarius, ese era el nombre que algunos días atrás Eudram había mencionado en uno de sus recuerdos, - ¿un celestial? -, dijo Eudram mientras desvanecía su arma y expresaba confusión.

- ¿porque no mejor entramos todos? y nos sentamos para aclarar nuestra mente y las ideas-, comenté tomando la vocería de aquella situación.

Todos se dirigieron al interior de la casa, pisando con cautela los fragmentos de cristal disipados por el césped y piso del jardín; Adal fue el primero en pasar, atravesó el marco de la puerta corrediza, lugar donde anteriormente se encontraba el cristal; seguido a él transitó Triarius y posteriormente Eudram.

Después que atravesé el umbral, el intruso se acercó a mí mirando los restos de cristal, - arreglaré esto -, extendió sus manos y dijo: - reset speculo -, un resplandor dorado brotó de sus palmas mientras hacía algunos ademanes, de inmediato los fragmentos dispersados comenzaron a moverse y flotar, cada uno de los pedazos se dirigió hasta el marco, y como si se tratara de un rompecabezas cada parte buscó su lugar hasta reconstruir de nuevo la superficie, parecía que el tiempo retrocedía afectando únicamente al material translúcido de la puerta, en cuestión de un par de segundos la lámina de vidrio estaba como en el inicio, intacta, sin ningún rastro de grietas o de daño alguno.

Estupefacta por los hechos ignoré a todos los presentes y me acerqué para contemplar lo ocurrido con más detalle, flotaba mi mano sobre el cristal a la espera de descubrir que solo se trataba de una ilusión, pero no fue así, en un breve movimiento de mis ojos noté que la puerta aún tenía el seguro.

Cuando giré Triarius estaba detrás de mí sosteniendo la taza que había destrozado en el momento de mi abrupto despertar. La tomé entre mis manos impresionada, - cómo es que lo hiciste-, el hombre sonrió y se alejó, caminó observando el lugar, - ¿podrías explicarme quién eres? -, dijo Eudram vigilando todo desde muy cerca.

El hombre caminó hasta Eudram, - ¿Por qué revelas tu identidad ante estos terrenales? -, de inmediato Adal hizo una intervención, - nosotros lo rescatamos en mitad de una tormenta, después que impactó mi auto -.

- ¡con que eso fue lo que te pasó aquel día! -, repuso el hombre.

- ellos se han ganado mi confianza, han cuidado de mí, desde mucho antes de que descubriera que no soy un humano cualquiera -.

- Triarius soltó una risotada, - ¿humano?, ¿pero qué disparates estás diciendo? -.

- después que me rescataron perdí mi memoria, solo logré recordar mi nombre -. El hombre frunció el ceño, - esto es una situación sin precedentes -.

- ¿cómo fue que entraste, si la puerta estaba cerrada? -, dije mientras ingresaba en la conversación.

Triarius me miró de reojo, - bueno, si estás confiando en estos mortales creo que podría dar algunas explicaciones delante de ellos, en cualquier caso, podríamos borrar sus memorias -.

- espera, ¿qué dices? -, respondí en coro con Adal.

- en resumen, puedo -, el hombre hizo una pausa miró a Eudram y corrigió, - podemos atravesar sólidos, así como reparar cosas dañadas -, Triarius fijó su mirada de nuevo en Eudram, - pero esas son tan solo algunas de las habilidades con las que contamos los celestiales -.

CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora