CAPÍTULO 16

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"Ahora que lograste infiltrarte en las instalaciones de la compañía Energy, ¿Qué información tienes de las investigaciones?, estaré atenta a tu respuesta.

Atte.: Curiosity".

- Correo privado, destinatario: Dra. Violeta -.


El cuerpo del hombre permanecía colgado, inerte, con la cabeza tendida y los ojos cerrados; no sentía sorpresa del accionar de Triarius, algo dentro de mí me decía que era lo correcto, solo me bastó un par de segundos en comprender cuál era esa particularidad que me generaba este sujeto.

El cuerpo del hombre reaccionó de forma violenta, con un fuerte suspiro, su gorra se había caído exponiendo su calvicie ante el brillo de las luces de los reflectores, una pequeña columna de humo salía de el orificio de la ropa causado por la lanza; debido algunos movimientos bruscos la barba del hombre al ponerse en contacto con el mango de la lanza logró quemarse.

El hombre sujetó el mango de la lanza, mientras ahogaba un alarido, sus manos al hacer contacto emitieron es sonido característico de la carne puesta al fuego, su cara estaba enrojecida, en una rápida acción logró sacar de su cuerpo el arma de luz de Triarius y de inmediato la arrojó lejos, apenas la lanza toco el piso del altar se desvaneció.

- ¡malditos! -, dijo el hombre con un sonido gutural, colocando su mano izquierda sobre la herida a la altura de su hombro derecho, - no esperaba coincidir con ustedes aquí -.

Xia elevó su mano derecha y la descendió velozmente, dejando a su paso una estela de luz que se flexionó y cayó al piso emitiendo un chasquido; su látigo estaba listo para la batalla, Triarius empuñó su mano, de la cual brotó una Columna de luz hacia arriba y abajo, la parte inferior golpeo el piso y la superior se moldeó hasta tomar la forma característica de su hoja.

En mi mente vinieron recuerdos en donde había estado frente aquel rostro; recordaba perfectamente de quién se trataba, - ¡Dybbuk!, un infernal -, invoqué mi espada y me coloqué en posición defensiva, - te felicito, cada vez saben ocultar mejor su repugnante presencia - dijo Triarius. - pero parecen ser más estúpidos -, comentó Xia, - regresar tan pronto a la escena del crimen, es muy descarado incluso para una criatura de tu naturaleza -.

El hombre se incorporó, su disfraz de policía empezó a arder sutilmente, mientras se revelaba debajo de este las verdaderas prendas del infernal, - ¡tienes razón!, pero no podía soportar la idea de dejar que se perdieran las cosas valiosas del anciano que vivía aquí, sin duda alguna todas esas pertenencias estarán mejor bajo mi supervisión -, dijo el hombre mientras empezaba a descender los escalones del altar y se acomodaba su abrigo negro.

Xia y yo caminábamos lentamente alrededor de Dybbuk, así lo tendríamos acorralado, -excelente lanzamiento, no me dio tiempo de reaccionar, por suerte no perforaste nada importante -, comentó el infernal señalando al lancero, - ahórrate el parloteo -, contestó Triarius mientras golpeaba el suelo con la base de su lanza; semejante a lo que había pasado aquella vez en el pozo, una energía recorrió el lugar, ascendió por los muros y cubrió el techo.

- ¿debo estar intimidado porque levantaste una barrera? -, dijo el infernal barbado con gestos despreocupantes.

- es momento que regresemos tu espíritu hasta los confines del infierno, de donde nunca debió salir -, contestó la chica.

Dybbuk permaneció en silencio, frotaba su barba con una de sus manos, llena de anillos como siempre, todos teníamos la mirada fija en él, y el turnaba su vista con cada uno de nosotros, parecía estar muy tranquilo. Xia fue la primera en reaccionar agitando su látigo, la cuerda de luz se movió rápidamente serpenteando en el aire; el infernal alzó su otra mano invocando su arma, bastó solo de segundos para que un hacha de luz carmesí apareciera, el látigo había sido intervenido por el mango del arma del inferno.

CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora