"Al llegar al sitio nos encontramos con que todo había sido demolido, parece que se hubiera llevado una batalla campal en este lugar, los escombros están regados por todos lados, igual que huesos, lápidas y cruces de concreto, hay grandes cantidades de tierra removida y mis hombres encontraron hace poco el cadáver de un sujeto, al parecer un drogadicto que murió sepultado cuando todo el edificio colapsó sobre él".
- Llamada telefónica: Contratista Ronald Sáenz, al alcalde Thomas -.
- ¿Qué hacemos aquí? -, dijo Muriel en cuanto descendimos.
- Este es uno de los pozos marcados en los registros de Astaroth -, dijo Loa al instante.
- Solo sigo las instrucciones de Mefistófeles al pie de la letra; que los reuniera y los condujera hasta este lugar -, comentó en respuesta Iblis.
- Este fue el pozo en el que me enfrenté con Eudram -, agregó Muriel a la conversación.
- ¡con que aquí fue donde el celestial junto a aquella terrenal te dieron una paliza! -, dijo Dybbuk al tiempo en que se burlaba.
Mientras que Muriel y Dybbuk comenzaban a discutir, a mí me llenaba de intriga el saber por qué habíamos sido citados en aquel lugar, estaba claro que la búsqueda de la semilla apuntaba a los pozos diseminados de este pueblo, pero, ¿acaso este era el pozo donde se escondía aquel tesoro?, ¿Mefistófeles por fin había encontrado la tan anhelada semilla?; Si mis especulaciones llegaban hacer ciertas se nos proyectaba un panorama desolador para poder derrocarlo.
La atención de todos fue captada por una presencia que llegaba por encima de las copas de los árboles, aquel ser era Mefistófeles, quien hacía su imponente descenso en el claro que rodeaba el pozo, su cara alardeaba una gigantesca sonrisa, una que proyectaba satisfacción y éxito; el líder no mencionó ni una sola palabra hasta que se acercó lo suficiente al grupo.
Aquellos fueron segundos de pavor, ya que su arrogante actitud y su sonrisa solo parecía indicar que mis pensamientos eran ciertos y todos mis planes se habían venido abajo mucho antes de ejecutarlos, - ¡Mis queridos compañeros! -, dijo el infernal sonriente dirigiéndose a todos nosotros, - ustedes más que nada saben cuánto hemos luchado por conseguir un objeto de presencia humilde, pero de poder abrumador -.
Iblis se llevó las manos a su cara para secar las lágrimas de una aparente felicidad, - ¡Miren a nuestra querida Iblis!, llora de la emoción porque tuvo la dicha de enterarse de esta grandiosa noticia junto conmigo -. Cada uno de los infernales estaban concentrado en las palabras de Mefistófeles, y creo que cada uno de ellos estaba haciendo una idea de la noticia que estaban por escuchar, - ¡al fin hemos encontrado la semilla! -.
Gritos, aplausos e incluso algunos saltos por parte de los más eufóricos, eventualmente tuve que fingir estar igual de contenta como los demás, pero en mi interior se arremolinaba el miedo y la tristeza, mi plan era un fracaso incluso antes de iniciar; me ponía la piel de gallina de lo despiadado que podría llegar a ser Mefistófeles con todo ese poder, él era todo un engreído, arrogante y muy orgulloso, si desafiarlo o hacerlo enojar era peligroso, ahora con el nuevo poder seria prácticamente una pena de muerte.
Ya me lo imaginaba, en un trono, sosteniendo su tridente, alardeando de su poder mientras que nos sometía a su voluntad, si tan solo yo estuviera en su posición, estoy segura que tomaría mejores decisiones, unas que afectarían positivamente a todo el clan, sería mejor líder que él, no se merecía estar como nuestro superior, esa debería ser yo.
- y ¿dónde está la semilla? -, preguntó Dybbuk.
Mefistófeles dio un paso atrás y exhibió con sus manos el pozo, como si se tratara de una obra maestra, - ¡espera!, no quiero ser aguafiestas, pero creo que se trata de un error -, dijo Muriel, - justo dentro de ese pozo luché con Eudram, y durante mi estadía no percibí ningún rastro de la semilla -, las palabras de la inferno comenzaron a incentivar una chispa de optimismo en mi ser.
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CELESTIAL: El encuentro de dos Mundos ©
Fantasy"Toda mi vida había escuchado el refrán que dice que los hombres perfectos no caen del cielo, pero, ¿que tal si esas palabras no son del todo ciertas?. ¿Que se supone que se debe hacer si literalmente el hombre perfecto te cae del cielo?". SINOPSIS:...