Capítulo 9

749 55 9
                                    

Narra Pilar

Cometí un error. Un terrible error
Subestimé a Purre.
Pero deberías saberlo. Lo conozco mejor que nadie. Mejor que yo sé lo competitivo que es y sabría cómo terminaría.
Y dios mio ...
El primer beso fue cálido. Intentaba demasiado demostrarlo que es cierto, pero no estaba de humor porque no sentía nada.
Quería ganar mi apuesta.
Sí, soy competitiva.
No podía dejarme sacudir por el hecho de que sus labios eran deliciosos y su aroma era delicioso. Pero ahora, en el segundo beso, ya ni siquiera sé dónde está mi cerebro.

Solo hay manos, labios y la sensación del cuerpo excitado de Purre contra el mío. Debería estar huyendo para salvarme; cuando termine, probablemente eso es lo que haré.
Pero mientras tanto ...
Quiero besarlo.
Nunca me han besado así antes.
Nunca me presionaron contra la pared
con manos agarradas por dedos fuertes e incluso brazos.
Nunca tuve mi boca devorada como si fuera el mejor de los postres para un cuerpo firme y que me hace sentir exactamente la chica que soy.
Trato de recordar que el hombre en cuestión es Purre.
Y yo puedo.
Luego su lengua se encuentra con mi labio superior, acariciándolo hasta que me hace suspirar, luego se desliza en mi boca y se acurruca en mi.
Olvidé que soy Pilar y él es Purre, solo recuerdo que somos un chico y una chica.
Muevo los dedos y las muñecas hasta que finalmente me suelta. Mis manos
Inmediatamente van a su cabeza y mis dedos agarran su cuello para mantener su boca en la mía. Sus manos van a mi cintura, presionándome aún más firmemente contra la pared, y mis caderas empujan hacia adelante, recordando exactamente lo que sucede después.

Y, Dios mío, cómo quiero lo que suceda después.

Era serio que había retrocedido en mi loca idea. La explicacion de Purre tenía mucho sentido.
Pero no me importa el sentido en este momento.
No cuando su boca llega a mi cuello, no cuando sus besos calientes y húmedos pasan justo debajo de mi oreja, no cuando sus manos recorren mi espalda con caricias posesivas.
Solo quiero ... Purre.
No, eso no está bien. No es el Purre lo que quiero. El es solo uno cualquier chico.
Crees, Pilar?

Mi cerebro no confirma la información, lo que me asusta. Mis manos se encuentran con sus hombros y lo empujo al principio ligeramente, luego con más fuerza.
Purre retrocede lentamente, de mala gana, y me preparo para una pequeña sonrisa petulante, pero para mi sorpresa, Purre no parece triunfante. Solo ... confundido.
Así es como me siento también.
Me hago sonreír, sintiendo un repentino deseo de volver a nuestra relación habitual. Tranquilo. Casual. De amistad. Sólo amigos.

- Por cierto, tendrás que ver tu serie en la computadora por un tiempo, el control remoto es mío.
Él Dice.
Su sonrisa tarda un poco más de lo normal en aparecer, pero me da un suspiro de alivio.
- Y qué? Él quiere saber. Vas a decir qué fue "ecat"?
- Fue O.K
Sus manos están en la pared, a ambos lados de mi cuerpo.
Lentamente retrocede, abriendo un espacio entre nosotros, lo que me deja en tiempo aliviada y decepcionada.
- O.K Pilar?
Él pregunta.
- Está bien, tenías razón, estoy de acuerdo. - Pero..
- Pero?
Él pregunta.
Es mi turno de lastimar mi ego.
- Todos tu besos son así?
Por favor no.
Toma un sorbo de cerveza mientras considera mi pregunta.
- No, no todos.
Estoy aliviada.
- Quizás tengas razón, murmura. Tal vez esto de amigos coloridos podría ser ... beneficioso. Él dice.
Me duele el estómago
No por descubrir que tenía razón, sino por la punzada de pánico provocada por lo que acaba de decir. Por lo que estamos a punto de hacer.

- Creo que es mejor repensar, digo.
El me mira fijamente.
- No vas a decir qué "ecat" ahora,no?
Al contrário.
- Es ... que ... puede ser que tengas razón.Sobre las cosas que se complican.
Sorbo la cerveza que me entregó. Estas caliente, lo que me hace pregunta cuánto duró el beso.
- Bueno, esa es la maravilla de vos estar soltera, Pilar. Depende de nosotros decidir qué será complicado y qué será puro, simple y divertido.
Estoy tentada, mucho.
- Y cómo funcionaría eso?
El me mira
- La idea fue tuya. No consideraste todos los detalles mientras pensabas en el camino de regreso?
Maldita sea. A veces parece que Purre lee mis pensamientos
- Bien, respondo, lamiéndome los labios. Estaba pensando que la primera regla podría ser no tener reglas.
El rie.
- Tu cabeza debe estar atornillada. Amas las reglas.
- Lo sé, y es por eso que tiene que ser diferente ahora, me apresuro a explicar. No hay límites para los tiempos que podemos ... desear. No hay límites de tiempo.
- Y supondrá exclusividad?
El pregunta.
Es mi turno de reír.
- Ahora es tu cabeza la que está jodiendo. Sabes lo que significa la palabra exclusividad?
- He oído hablar de eso, él murmura. Solo estoy pensando ... no te enojarás cuando traiga a otras chicas a casa?
- Diré lo que pienso: mientras estamos en eso, sea lo que sea, solo somos nosotros. Pero cuando quieras volver a tu rutina de una chica diferente por la noche, solo avisame que cancelamos todo, sin resentimientos.

Purre entrecierra los ojos.
- Y para vos? Son válidas las mismas reglas?
- Por supuesto que sí.
- Está bien, solo dice. Cuándo empezamos?
Una vez más, mi estómago se enfría.
- Algo más, digo, levantando mi dedo.Creo que necesitamos tener una palabra segura.
Puré se ahoga con la cerveza.
- Qué tipo de cosa te gusta?
Empiezo a reier.
- No por eso. Lo que quise decir es que cuando uno de nosotros quiere saltar, por cualquier razón, simplemente use la palabra y se acabó nunca más la tocaremos. Todo vuelve a ser como era antes.
El se encoge de hombros.
- Todo bien. Cual es la palabra?
Empiezo a pensar
- Qué tal alvaria?
El estalla en carcajadas.
- Dale, Alvaria. Donde todo comenzo.
Me pongo toda rojo y pienso.
Donde todo puede terminar también.
- Muy bien entonces. Y ahí? Cuándo empezamos?
Sus ojos corren de mis pies a mi cabeza y me río.
- Chicos...
- Ese beso fue intenso, Pili. No es extraño que yo diga eso?
- No estoy de acuerdo. Y fue realmente intenso.
- Entonces, qué estamos esperando? En mi cama o en la tuya?
- Oh, una cosa más, advierto. Tendrás que cambiar las sábanas cada vez. O simplemente no sucederá.
- Siempre pensando demasiado, comenta sacudiendo la cabeza. Confía en mí, Pilar cuando comienza, ni siquiera quieres saber si la sábana es
limpia o no.
- Sí, Yo voy.
Pero no sé si lo haré. No si hace el resto tan bien como besa.
Se vuelve hacia mi.
- Está bien, es obvio que tu mente hiperactiva necesita tiempo para asimilar todo esto, así que veré la televisión y disfrutaré del comando completo en el control remoto. Llámame cuando quieras comenzar.
- Mañana a las ocho de la noche
Le digo casi sin aliento.

Él interrumpe el movimiento para conseguir otra cerveza.
- Ah no. Vamos a programar?
Levanto la barbilla
- Conmigo así es como funcionan las cosas. Tómalo o déjalo.
Así que para ser un poco cruel y burlarse de él lamo mi labio inferior.
Muy despacio. Deliberadamente
Se da cuenta.
Y tus ojos están fijos en mi boca.
- Correcto. Mañana a las ocho.

Diez minutos después, los dos estamos acostados en el sofá. Por suerte, no hay
no hay juego de televisión, así que se conforma con una película de suspenso que no lo hemos visto todavía.
Sus piernas están estiradas sobre la mesa de café. Las mias la suya para que pueda acostarme.

Todo esta como siempre. Nada se ve diferentee o extraño.
Solo una cosa es un poco diferente.

Espero que mañana por la noche llegue pronto.

MI MEJOR AMIGA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora