Capítulo 18

572 53 4
                                    

Narra Purre

Algo está mal.
No algo, todo.
Para ser honesto, no estoy muy cómodo aquí. Lo cual no tiene ningún sentido.
La chica sentada en mi regazo está muy sexy, e incluso si no fuera así, las otras cuatro están dispersas por la habitación.

Y no puedo disfrutarlo. Ni un poco.
Siento que sus ojos me miran, y cuando me doy la vuelta, Simon me mira de manera extraña. Muestra la bebida que Pilar dejó en su mano y levanta las cejas con expresión inquisitiva.
Sacudo la cabeza.
No lo se, hermano.
Luego su mirada se vuelve hacia la chica en mi regazo, y sus cejas se levantan de nuevo. Me doy cuenta demasiado tarde de que ella estas
besando mi cuello..
Joder, ni siquiera me di cuenta.
No es un bueno señal.
No hay una manera fácil de hacer esto, así que apreté los dientes y puse el mi
manos en su cintura tirando de la niña hacia la derecha mientras se desliza en el asiento.

Ella me mira sorprendida, pero solo puedo sonreír disculpándome. Advertencia, ya vuelvo.
No sé si volveré.
No sé lo que estoy haciendo, solo sé que necesito ver a Pilar. Y descubre por qué está en casa y no con el chico com nombre de perro.
Me detengo al lado de Simon antes de subir las escaleras.
- Da una manera de deshacerse de las personas, pero con educación. Déjelos llevar la bebida.
- Puede dejar, hermano.
Simon dice, levantándose.
Un poco malo por sacar a diez personas de la casa en una noche viernes. Todavía es temprano, pero maldición ... casi todos están realmente borrachos.

Subo las escaleras de dos en dos, y no me sorprende descubrir que la puerta de Pilar está cerrada.
Solo que está bloqueada también.
Ni siquiera sabía que la puerta tenía llave.
Siento una opresión en mi pecho.
- Pilar?
Toco suavemente la puerta.
Nada
Golpeé más fuerte, esta vez con la mano abierta, diciéndome que tal vez ella no escuchó debido a la música a todo volumen.
Nada
Bueno ... entonces.
Aprendí algunas cosas como hermano mayor. Sé muy bien cómo manejar una puerta cerrada.
Voy a mi habitación, saco una camisa de la percha, doblo el cable y regreso a su puerta.
Cuando llego allí, la puerta está abierta.
Pilar está de pie dentro de la habitación, toda en lingerie ¡y qué lingerie! 
Mirando la percha en mi mano.

- En serio, Purre?
Ella pregunta, mirando mi ojos.
Pero solo puedo pensar 'gracias a Dios'.
No sé lo que aprecio. Ya sea porque ella no estas llorando o aprecio estas tan hermosa o abriéndome la puerta.
- No quiero que cierres la puerta por mí. Me encerraste.
Argumento.
- No te encerré. responde ella, pero sus ojos evitan los míos, y no sé si debería creerlo. El chico me estaba mirando de una manera extraña.
- Y es por eso que usaste tu lingerie más hermosa?
Pregunto, incapaz de apartar la mirada de su cuerpo perfecto
- No. Ni siquiera por ti
Agrega pronto.
Ella dice, cruzando los brazos.
Pilar se muerde el labio, luego mira las escaleras sobre mi hombro.
- El que haces aqui, Purre?  Necesitas algo?
Estoy un poco molesto por lo que parece un despido.
- Pensé que estabas molesta. Vine a ver qué pasó.
- Entonces iba a romper mi puerta.
Dice ella, señalando con la barbilla la percha en mi mano.

Su tono permanece sin cambios, pero sus palabras son pinchazos. Muy claro. Planeo dejar a Pilar sola en su mal humor y retroceder, donde de hecho hay una chica que estará feliz de verme.

Ella comienza a cerrar la puerta de nuevo, pero yo levanto un dedo.
- Pilar Pascual no vas a cierra esta puerta en mi cara.
- Pero ...
Me apresuro a regresar al dormitorio, revolver alrededor de la cómoda hasta que encuentre una camiseta, resoplo rápido para asegurarme de que esté limpio y vuelvo corriendo.
Ella me esta esperando.
- Lo que tú....
Sus palabras se amortiguan cuando, sin ceremonias, le pongo la camisa mía sobre su cabeza, sin importarme las mangas, y tiro hacia abajo para cubrir hasta tus muslos.

Ella parpadea un par de veces, confundida. La empujo a la habitación y cierro la puerta detrás de nosotros.
- No puedo pensar con vos casi desnuda
Yo digo.
Ella desliza sus brazos en las mangas lentamente.
- Ya has hecho camiseta sobre mi cabeza antes. comenta Pilar. La noche que Giuliano rompió conmigo me quité la ropa. Me acabo de acordar.
- Sí, y por la misma razón. No me siento bien admirar una lingerie que no vestió para mi.

Pero en ese momento, el hecho de que Pilar se puso bragas de encaje y sujetador para Giuliano no hizo la diferencia.
Ahora, saber que está vestida para un chico que ni siquiera conoce..
Me molesta.
Aunque le sugerí que hiciera eso.
Me toco la cara.
- Qué pasó con lo chico con nombre de perro?
- Deja de hablar así Purre. Es Federico, Fred. 
Ella se queja. 
- Qué le pasó a Federico? Te dijo algo? O ...
- No, responde ella, levantando una mano. Sonaba tan exhausta que mi pecho se apretó aún más. - El fue genial. Tal vez incluso salgamos de
nuevo. Pero hoy no estaba de humor.
Ella mira al suelo y cruza los pies.
- Lo siento...Su tono se vuelve más suave. Sé que fue parte del trato. Yo con él y tú...

Pilar señala la puerta, probablemente indicando la presencia de lá chica abajo.
Luego levanta la vista.
- Oye, la música se ha detenido. Confirmo con la cabeza.
- Le pedí a Simon que enviara a la gente.
Ella me mira fijamente.
- Y por qué?

La salida más fácil sería decir que sabía que estaba molesta por alguna razón, por lo que hice vaciar la casa para darle tranquilidad. Y es verdad. Pero no toda la verdad.
Entonces lo revelo todo.
- Tampoco creo que tuviera muchas ganas de cumplir mi parte del trato.
Ella me mira directamente.
- Eso no es lo que me pareció a mí.
- Te quedaste allí unos treinta segundos. Replico. - Si vos hubiera quedado más tiempo, se habría dado cuenta de que no estaba interesado en esa chica en absoluto.
Ella se lame los labios con aprensión.
- Entonces, tú vas a salir de nuevo? Buscar a otra chica?

Me acerco un poco y me alivia cuando Pilar no retrocede. La breve incomodidad parece haber pasado, y siento que hemos vuelto a la normalidad. O al menos a nuestra nueva normalidad.
- No estoy buscando a otra chica, digo suavemente, levantando la cara de ella con la mano. - Al menos no hoy.
Mi otra mano rodea la parte posterior de su cuello, Pilar sostiene mi muñeca mientras me mira.
- Y tu extraño temor de que tu pene se caiga si solo tienes relaciones sexuales con una persona durante más de dos semanas?
Pregunta en voz baja.
Sonrie
- Bueno, al menos esta persona será mi mejor amiga.

Baje la cabeza para un beso, pero ella retrocede con una mirada preocupada.
- Purre, no vamos a dejar que las cosas se pongan raras, no? Dime que las cosas seguirán como antes cuando todo esto termine?
Me detengo antes de responder.
- No haré nada que pueda poner en
peligro nuestra amistad. Nada que pueda te lastimar ... Si quieres usar la palabra segura ...

Pilar abre la boca y por un momento aterrador tengo miedo de lo que dirá.
Juro que no sé cómo me sentiría si ese fuera el caso.
Pero ella solo sonríe.
- No usaré la palabra de seguridad.
Pilar se pone de puntillas y me agacho para besarla
Tan pronto como nuestros labios se tocan, y la beso intensamente, me doy cuenta porque ya no me interesa ninguna otra chica. 

La única chica que quiero besar está justo en frente de mí.

MI MEJOR AMIGA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora