Capítulo 12

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Narra Purre

- Vos primero
Le digo.
Pilar se pone las manos en las caderas.
- De ninguna manera. Tú primero.
Sonrío, tirando de la camisa sobre mi cabeza antes de que ella termine de hablar.
La tiro al suelo.
Los ojos de Pilar se vuelven hacia mi abdomen desnudo.
- Sabías que iba a decir eso
Me acusa.
- Si lo es. Ahora es tu turno
Yo insisto.
Ella no se mueve.
Nos paramos uno frente al otro.
- La puerta está abierta
Dice ella, toda puritana.
- No hay nadie más aquí. Respondo, con lo que considero una admirable paciencia. - Solo nosotros
- Pero ...
Estoy listo para eso así que le quito la su camisa. Por suerte es una camisa pequeña, fácil de tirar y arrancar.
- PURRE!!!
Ella grita
Lanzo su camisa sobre la mía. Éxito!
Ella es absolutamente perfecta.
Pensé que estabas preparado, pero mira de nuevo tu cintura delgada y tus senos mantienen mi boca seca y mi cerebro no puede funcionar.
Mi respuesta a su cuerpo debe haberla hecho ganar más confianza. Su aprensión desaparece ante mis ojos, reemplazada por una sonrisa traviesa.
- Tu turno.
Dice ella con astucia, volviendo a poner las manos en las caderas, pero esta vez de una manera lenta y provocativa mientras inclina las caderas hacia un lado.
Puedo desabrochar mis jeans en silencio, pero en la prisa por quitarme la ropa, olvido que todavía estoy en mis zapatos, así que necesito tropezar con mi cama para deshacerme de ellos.
Pilar se ríe de mi torpeza y yo tiro los pantalones.
Tengo la impresión de que el sexo con Pilar puede ser divertido como nunca antes.
Echo mis manos hacia atrás, usando solo calzoncillos boxer mientras me apoyo en la cama.

Su risa muere lentamente.
Pilar lleva el pulgar a la boca y se muerde la uña.
Estas nerviosa.
Y voy a cambiar eso.
Me levanto y camino hacia ella muy lentamente. Nos ponemos cara a cara. Ella tiene un sostén de encaje negro bien cortado, pero lucho por mirarla solo a la su cara.
- Bésame.
Le pregunto.
- Qué?
Pilar está mirando mi ropa interior. O más bien, por el volumen dentro de él.
- Bésame.
Esta vez es una orden
Sus ojos se encuentran con los míos por un momento, como si buscara confirmación. Entonces parecen encontrarlo, porque bajan a mi boca y se empaña.
Me acerco, inclinando ligeramente la cabeza para que me sea más fácil
llegar.
- Bésame.
Ahora es un susurro.
Pilar se pone de puntillas levanta la barbilla y lentamente apoya su boca contra la mía.
Entonces me besa.
Te permito tomar el control. Es lo menos que puedo hacer después
prácticamente devorar a la chica en la pared de la cocina ayer. Es su turno de conducir. Y ella sabía exactamente qué hacer.
Pilar sostiene mi rostro y sus labios se separan de los míos. Su lengua se encuentra con la mía. Gruño, saboreando la sensación.
Los brazos de Pilar se envuelven alrededor de mi cuello, profundizando el beso y haciendo que nuestros cuerpos se encuentren en contacto piel con piel.
En ese momento, pierdo la cabeza.
Mis brazos se envuelven alrededor de su cintura y mis manos acarician cada pedazo de piel desnuda mientras la beso con entusiasmo.

Levanto su barbilla con mi nariz mientras beso su cuello. Pilar echa la cabeza hacia atrás con un gruñido, haciendo que su cabello hermoso llegan casi hasta el trasero.
Le paso los dedos por el pelo para que se quede en su lugar.
Todavía tengo que ver a una mujer a la que no le gusten los besos en el cuello, pero a Pilar le encanta. Ella se frota sobre mí. Estoy más que duro y aún no le he quitado el sujetador.
Por cierto...
De mala gana, mis dedos aflojan su cabello y mi boca toma la de ella mientras muevo mis manos por su espalda hasta que me acerco bastante a la cerradura.
Puedo abrirlo fácilmente, pero
Me detengo antes de tomar el pedazo de encaje, inclinando la cabeza ligeramente hacia atrás para enfrentar el pilar y seguro que estamos en sintonía
Sus ojos están llorosos e iluminados.
Ciertamente estamos en sintonía.
Con una sonrisa traviesa, deslizo las correas sobre sus hombros, deteniéndome unos milímetros antes de que el sujetador se caiga, solo para torturarnos a los dos, y luego ...
Pilar Pascual está medio desnuda delante de mí.
Mi sonrisa se ensancha cuando miro hacia abajo.
- Creo que esa podría haber sido la mejor idea que has tenido, Pilar.
-  Más acción y habla menos
Su voz sale ronca y áspera.
Levanto las manos pero me detengo antes de tocar.
- Pensé que querías tener sexo con tu mejor amigo para poder hablar. No es eso lo que dijiste?
Ella deja escapar un gruñido de frustración.
Ella tiene razon
Estoy hablando más y disfrutando menos.
Dejo que mis manos exploren libremente y aprendan sus contornos.
La beso de nuevo, solo una vez, fuerte, y luego la empujo hacia la cama, haciéndola sentir.
Mis ojos no vienen de tus maravillosos senos mientras mi los dedos abren los botones de los pantalones negros que lleva puestos. La atraigo por lapiernas y tirarlo en la pila de ropa desechada.
Ahora Pilar está en solo en bragas.
Es la imagen más perfecta que he visto.

No puedo dejar de mirarla, lo que aparentemente no la molesta.
Está ocupada haciendo sus propias observaciones, y luego golpea el
boca para sofocar una risita.
- Es una locura hacer esto?
Pilar pregunta.
- Sí es una locura que nunca hemos hecho esto antes
Digo, apoyando una rodilla en la cama.
Estoy tan perdido en tu perfección que no me doy cuenta de que tus manos lo intentan entrar frenéticamente en mi calzoncillos boxer.
- Hay alguien apurada aquí.
Comento, retrocediendo un poco.
- Meses, Purre. dice ella. Han pasado meses.
- No tienes que decir nada más.
Me deshago de la ropa interior en cuestión de segundos, pero le quito bien las su bragas lentamente, para aumentar la tensión, pasando los ojos por sus muslos y piernas.
Así que descarto la última prenda entre mi mejor amiga y yo.
Y no me arrepiento un poco.
Ella tampoco parece, porque está apoyada en un codo y me atrae para un beso caliente.

Yo respondo y nuestras lenguas comienzan a moverse al mismo ritmo que mi mano baja por tu cuerpo, atravesando el abdomen plano. Pilar tiene un cuerpo perfecto, es la chica más increíble que he visto.
Ella me abraza y me mira.
- Dónde están los condones?
Sin apartar mis ojos de ella, abro el cajón al lado de mi cama y miro la cantidad.
- Pilar? Creo que se quedó sin suministro de látex de planeta.
Se muerde el labio y me mira.
- Pasé en el mayorista mientras tú estaba en la academia.
Solo puedo sacudir la cabeza mientras saco uno de cada mil paquetes.
- Una chica que compra condones ... deberíamos haberlo hecho antes. Eres más que perfecta.

Y ella fue mía, como si nunca hubiera sido de nadie.

Luego me derrumbo en la cama.
Ella me deja acostarme, quitando sus brazos de mi espalda y dejándolos a sus costados mientras respiro pesadamente contra su cuello.
No sé cuánto tiempo pasa así. Con nosotros en esta posición. Segundos? Minutos? Horas?
Pilar gira la cabeza para poner su boca en mi oído.
- Entonces ...
- Entonces..
Digo, antes de levantarme lo suficiente para mirar su rostro, rezando para no encontrar signos de arrepentimiento.
- Eso fue ...
Ella se detiene.
- Sí, respondo. Porque lo entiendo.
- No puedo explicarlo.

Deberíamos haberlo hecho hace mucho tiempo.

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