IV Capítulo. Inicia un nuevo viaje

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Más tarde de que los colibudentes ya habían partido, y llegó el Dd. a casa de Ortaquiz, en una vieja camioneta de un granjero y no encontraron a los colibudentes, pero se toparon con los Tortitos, primos de Ortaquiz, por quien les preguntaron, Hipopótamo les respondió:

-Solo dijo que iba a ir a Cancún.

-¡¿Qué?! -gritó Shaggy.

-Vimos que salieron en la motocicleta -le informó Pinocho- y tomaron el camino que va al Puerto de los Locos.

-Tienen que ayudarme... -les dijo Shaggy.

Hipopótamo le jaló la nariz a Pinocho, para castigarlo y le dijo:

-¡Tu, siempre metiendo las narices, cuando nadie te lo pide!

Shaggy les explicó que Siggy les encargó cuidar del niño y evitar que su padre se lo llevara, ya que era mala influencia y podría ponerlo en peligro.

-Solo imagínense a un indefenso niño, con esos locos -comentó Bm.

-Sólo imagínense las blancas arenas de Cancún -añadió Platanón.

-¡Está decidido, nos vamos! -exclamó Pinocho emocionado.

Hipopótamo lo jaló de las narices y dijo: "¿Y cómo nos vamos, idiota?"

-En la van -sugirió Platanón.

Hipopótamo lo castigó, dándole un golpe, en el 0 de su camisa, en el abdomen, como anotando un gol con la mano, diciéndole:

-¿Estás loco?, no conduciré hasta allá.

Se quedó pensando un breve instante y dijo:

-Pero es el único transporte que tenemos.

-Blancas arenas -siguió Sh. convenciéndolo-, sol, mar turquesa, diversión y bellas chicas.

-¡Órale! -contestó Hipopótamo, tomó una lata de pintura en aerosol, pensativo y cabizbajo, la agitó y, con ella escribió en la camioneta, junto a la palabra VAN, que desde antes estaba ahí pintada "& vienen de Cancún".

A la 1 de la tarde del día siguiente, los colibudentes, retrasados por haberse extraviado de camino, llegaron a un cine, cerca de Alamogordo en el que pasaban películas pornográficas. Ese día, pasaban una de hentai, caricatura japonesa, titulada El chico de las 2 pollas. Junto a la boletería, había carteleras con imágenes de bellas chicas porno. Al volverlas a ver, se volcaron con la moto chistosamente. Después, entraron al oscuro cine, tropezando cómicamente con las filas de asientos y con los hombres que estaban sentados junto al pasillo. Luego, entraron en fila a una de las hileras de asientos y, se sentaron en los regazos de unos tipos que no divisaron. Entre risas y reclamos, tuvieron que levantarse de ahí y buscar una hilera vacía, salvo que Gericocho se sentó en otro tipo que estaba sentado al final, junto a la pared, se puso de pie, el tipo estaba exhausto y se fue a otra parte.

-¡Me embarre la mano con unos mocos! -gritó Gericocho apenas se sentó.

-¡Ssssh...! -lo callaron Moris y sus compañeros, porque en ese momento, la película comenzaba. Lo primero que se vio, fue cuando un doctor, en una sala de partos, puso cara de sorpresa y dijo:

-¡Castigo de Dios! ¿Qué es esto?

Lo siguiente que se vio, fue un bebe, con 2 pequeños penes.

-¡Es un error de la madre naturaleza!!! -interrumpió Gericocho exaltado, y lo volvieron a callar, más el coyote le dijo:

-Mejor cállate, gordo, porque si vuelves a hablar...

Los Imperdonables Colibudentes . La comedia del sigloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora