IX Capítulo. El laboratorio de Sir Nalguth

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Ha pasado un día desde aquella noche desenfrenada.

En el hostal, Nalguth les recordó:

-La reunión con los jefes era ayer, perdimos el vuelo a Londres, a causa de la irresponsabilidad del caballero que durante la mañana, y parte de la tarde anduvimos buscando, por lo que hemos perdido un día.

Moris levantó la camisa a Ortaquiz, le pegó con el diario en la barriga, y amenazó:

-No te pego otra no más porque ya se nos fue el avión, y la próxima vez, hago que un negrote te viole con uno de tus preservativos de ortiga.

-Pero de todas formas iremos mañana a Londres -prosiguió Nalguth-, el objetivo ahora fue localizado en Escocia y, posiblemente se dirija a Londres, nos quedaría excelente, aunque por el momento no los seguiremos tan de cerca, es primordial que se tomen su tiempo para planear una buena táctica, mientras los movimientos del objetivo siguen siendo vigilados, para determinar en qué punto será más adecuado ejecutar la operación.

-¡Santos pistachos! -interrumpió Pernabuco- ¿A quién vamos a operar?

-Me refiero a ejecutar el plan -aclaró Nalguth- ¿Acaso son todos ustedes médicos cirujanos? -dijo con humor.

Moris le hizo sonar el sombrero a Pernabuco con el diario, y dijo: "Soy cirujano."

-De animales -agregó Gericocho.

Nalguth se impacientó y alzó la voz enfadado:

-¡No interesa quién es cirujano ni veterinario, no vamos a operar a nadie!!!

-¿Entonces quién los opera? -preguntó Gericocho.

-Mejor olvídenlo -dijo Nalguth.

-Ahora hay que buscar otra caja -recordó en eso Belíver.

-¿Una caja para qué demonios? -cuestionó Christian.

-Para meter al peludo para llevarlo en el avión -contestó Belíver.

-Era responsabilidad de ustedes buscar otra caja en vez de despilfarrar ese tiempo, y parte del dinero que les queda en golfas y en mota -les dijo Nalguth-; sin embargo, no tuvimos inconvenientes en el último vuelo, aunque bien, una alternativa sería cruzar en ferri, aunque llegaremos más tarde, vía aérea son más rigurosos; bueno, antes revisaré horarios, anticipación para reservar, disponibilidad...Otra sería en tren pero es más costoso, entonces lo más factible sería ir en avión, cualquier sugerencia es bienvenida.

En Escocia, Shaggy y su primo vestían una típica falda escocesa, se encontraban visitando el Lago Ness en compañía de Siggy y familiares de ella, quienes les acompañaban desde Francia e Italia. Ambos primos competían por ver quién arrojaba una piedra más lejos al lago, el suegro advirtió a Shaggy:

-Cuidado con despertar a Nessie.

Shaggy se detuvo por un momento, y Siggy le dijo: "Cielo, ¿acaso crees en eso?"

-Por supuesto que no, cariño -respondió Shaggy-, no son más que leyendas como la del Bdúa.

-¿El qué? -preguntó Siggy.

-El Bdúa -le dijo Buitreman-, el monstruo o la bestia nocturna del bosque, poco se sabe de ella, pero se cree que personas han desaparecido en los bosques montañeses por ello, algunos restos mutilados han sido encontrados con marcas de los ataques del monstruo; mi antepasado aseguraba haberlo visto, lo describió como algo similar a un jabalí gigante, el cuerpo parecido al de un alce pero mucho más grande, de pelaje oscuro, penetrantes ojos rojos que brillaban en la oscuridad, un par de enormes cuernos o colmillos de tres puntas como garfios que podían voltearse hacia abajo para desgarrar a la desdichada víctima, y en medio de ellos, unas aterradoras y poderosas fauces retráctiles con puntiagudos colmillos, se les puede encontrar en los bosques montaña adentro, en los bosques costeros, y se dice que en Norteamérica, en Yosemite y en las Rocallosas.

Los Imperdonables Colibudentes . La comedia del sigloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora