IX Capítulo. La Batalla del Basurero. Buitreman es reincorporado

7 1 0
                                    

A la mañana siguiente, Buitreman y Shaggy despertaron amarrados dentro del baño del avión, donde habían encerrado a Ortaquiz y al coyote el día anterior, junto a ellos yacía la botella de éter vacía y, había una nota pegada en la puerta del baño, frente a sus narices que sentenciaba:

-Estimado Dúo Dinámico, como verán hicimos un pequeño cambio, mientras dormían, su querido amigo Christian salió afuera a hacer sus necesidades y aproveché para entrar, ponerles somnífero a uds. y a las chicas para que no despertaran, mientras liberaba al coyote y al payaso y huimos con las chicas a la Isla de la Basura, en cuanto a su querido amigo Christian, tuvimos que asesinarlo porque ya no quedaba más somnífero y nos estaba dando problemas...

Bm. y Sh. sollozaron pasivamente, y con mucha ira por unos instantes.

-¡Nooo!... ¿Por qué? -lamentó Buitreman- ¡Bastardos desgraciados!

Shaggy terminó de leer la nota:

-Post data, quien ríe al último, ríe mejor, hay una en 1 millón de posibilidades que puedan ir a rescatarlas, o sea resígnense los dejamos con vida sólo para que sepan esto y regresen a sus casas sin poder haber cumplido su misión.

En eso, alguien abrió abruptamente la puerta del baño y les pegó el susto, era el piloto que sorpresivamente los encontró en el baño.

-¡Santo Dios! -dijo y de inmediato los desató.

Por otro lado, Belíver y Pernabuco amanecieron con Gericocho, intoxicados en el asiento trasero del auto; Gericocho dormía boca abajo sobre el asiento de atrás. Entre los 3 se fumaron la caja de puros la noche anterior, en eso oyeron unos golpes y voces de niño, provenientes de la cajuela.

-¿Oyeron eso? -preguntó Belíver aletargado por la intoxicación.

Entre las ondulaciones de la arrugada tapa de la cajuela, Ortaquiz Jr. sacó su pequeño brazo, diciendo: "Hola, hola..."

Mientras que en casa de Belíver, Bibonga se lo supuso y dijo:

-De seguro ese diablillo otra vez se metió a la cajuela del auto, le encanta esconderse ahí, si no lo veo desde ayer que jugábamos a las escondidillas.

Belíver y los otros 2 seguían en su letargo, intoxicados, cuando llegó un camión con el que andaban recolectando basura y chatarra, vieron el destartalado y herrumbrado auto de Pernabuco y, se lo llevaron remolcado, con ellos dentro, sin haberse fijado bien si había alguien dentro del vehículo.

Shaggy y Buitreman, al no ver el auto deportivo, salieron a la carretera en una motocicleta prestada y encontraron el auto deportivo metido en una zanja, a la orilla de la carretera, con las puertas abiertas.

-Los muy idiotas no pudieron controlar a esa bestia -comentó Buitreman.

-¡Qué suerte! -exclamó Shaggy.

A los pocos metros, divisaron un cadáver entre la maleza, con cortaduras y un par de orificios de bala, y Bm. dijo alterado: "¡Es Christian!"

Lo revisaron sin tocarlo y Shaggy dijo: "Éste no es Christian."

Luego, revisaron las huellas de frenado del auto y encontraron también las de otro vehículo, más Shaggy concluyó:

-Estas otras huellas parecen las de una camioneta, esto me lleva a la conclusión que como no pudieron controlar a esta bestia ni salir de la zanja, obligaron a detenerse a un inocente conductor que en ese momento transitaba, lo asesinaron por ser testigo y abordaron el vehículo.

Los Imperdonables Colibudentes . La comedia del sigloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora