VIII Capítulo.Pulpop, Moris y Ortaquiz planean su revancha.El Colibo se divide

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Belíver y Pernabuco, regresaron al bar, y llegaron a la barra, Belíver les dijo a sus amigos los 3 cantineros y los colibudentes:

-Ahora sí, yo también juego.

De pronto, estaban cada uno con una jarra de cerveza en la mano, y Pernabuco comentaba a su primo:

-Si tía Bibonga sabe que estás aquí, vendrá a sacarte de aquí de la oreja y te llevará a tu cuarto a darte otra tunda hasta...

Belíver le hizo sonar el sombrero con un coscorrón, y Flato les preguntó en eso:

-¿Tienen idea de cuánto cuesta una cerveza aquí?

-No me diga que ud. también no sabe, si eres el cantinero -dijo Pernabuco, Belíver le pegó otro coscorrón en el sombrero y dijo: "Nos alcanza para una más."

-¿Qué esperas? -ordenó Moris- ¡Pídete otra para mí, ya me voy a terminar esta!

-¡Sí, tu, ya te la pido! -respondió Belíver con sarcasmo, el coyote, sin percibir el sarcasmo, le agradeció: "Gracias, pequeñín, eres un gran amigo."

En medio de su borrachera, Moris dijo a sus compañeros:

-Cuando joven, me operé para quedar igual al coyote de las caricaturas, el pelo que tenía en los cachetes y las cejas si son naturales...

Ortaquiz soltó una carcajada, riéndose de los cachetes pelados y Moris le gruñó.

-Me aumenté la nariz -prosiguió el coyote-, el largo de las orejas...

-¡Serán injertos de burro! -interrumpió Flato y todos soltaron una fuerte carcajada, menos Moris quién gruñía, y prosiguió:

-El rabo es natural, lo traigo de familia, años atrás, un científico loco logró cruzar un humano con un lobo del desierto, así crearon a mis padres, yo y mi hijo somos los últimos sobrevivientes y unos cuantos hombres coyote que habían clonado.

-Entonces tu hijo es un bastardo, señón -concluyó Pulpop.

Moris lo retó a un duelo, diciendo:

-¡¿Cómo te atreves a decirle así a mi hijo?! ¡Costal de excremento con patas!

-Digo que la madre de tu hijo -contestó Pulpop- era una desconocida a quien violaste en uno de tus ataques de locura, tú mismo contaste, señón.

-De seguro la pobre enloqueció... -no pudo evitar decir Wicho, en eso, se terminó el tema, cuando observaron en la otra pared unos recuadros con imágenes de 3 personas disfrazadas de dinosaurio, en una de ellas, Flato entraba por la boca de su disfraz de tiranosaurio rex gordo.

 -no pudo evitar decir Wicho, en eso, se terminó el tema, cuando observaron en la otra pared unos recuadros con imágenes de 3 personas disfrazadas de dinosaurio, en una de ellas, Flato entraba por la boca de su disfraz de tiranosaurio rex gordo

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-¡Miren, Barney se lo está comiendo! -dijo Gericocho.

Por ser mis amigos, les confieso -admitió Flato, ya ebrio-, pero no lo cuenten a nadie...tiempo atrás, personificábamos a los 3 Dinochiflados.

Los Imperdonables Colibudentes . La comedia del sigloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora