NO PLANEADO

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Buenas queridos oyentes y o lectores un nuevo día comienza para seguir con este relato, ¿en qué había quedado? Ah si ya recordé, Charlotte ya era parte de nuestro círculo de amigos extraño, ya había ocasiones en las que salíamos los 4 juntos en la hora del almuerzo, la chica era un sol debía admitirlo irradiaba alegría por donde pasaba, la chica tenía un aire muy fresco, juvenil y dinámico que comenzaba a agradarme a tal punto que comenzamos a tener conversaciones muy entretenidas; una de las razones por las que prefiero tener más amigas que amigos, a veces las conversaciones con Angel y Husk se vuelven muy tontas y monótonas, hasta a veces llega uno a cuestionarse el si tienen o no cerebro, el caso es que en una de esas conversaciones ella me indicó que tenía curiosidad por conocer la estación de Radio donde trabajaba, no tengo la más remota idea del porque eso me sonó como algo que se podía hacer, generalmente no soy una persona influenciable, no sé si me contagió con aquella sonrisa o su ojos brillantes llenos de la ilusión los que me hicieron tomar en cuenta su pedido y luego de la visita entendí la razón de la que venía tanto la mirada de Angel como la de Husk.

El día de llevarla conmigo llegó, quedamos en vernos en la estación del tranvía, ahí estaba ella con su pantalón negro y una camisa blanca además de sus zapatillas negras, sus cabellos sueltos ondeando al viento, decidí acercarme y saludarle besando su mano, ya saben no me agrada mucho el contacto físico, caminamos rumbo a mi sitio de trabajo, mientras caminábamos y conversábamos sobre cosas pequeñas y triviales, nos topamos con Mimzy, la cual por alguna razón que prefiero ignorar se la pasó metiéndose en medio de los 2 además de tomarme del brazo o no dejarnos a solas, Charlotte no dejaba de sonreír por alguna razón no le gustaba pelear, aunque cuando llegamos a donde se despedía Mimzy ella solo se despidió de mí, antes de que me abraza o cualquier otra cosa le esquive excusándome que tenía mucho trabajo y poco tiempo.

Al llegar se mostró muy curiosa por mi espacio de trabajo además de saludar a todos los compañeros de manera demasiado efusiva, algunas veces lo jefes eran muy permisivos por lo que no dijeron absolutamente nada al ver a la chica, de hecho me ayudó mucho con la emisión de ese día era muy expresiva y estaba completamente seguro que su voz les habría encantado a los que escuchaban la transmisión, decidimos aquel día por primera vez tomar el almuerzo en mi espacio de trabajo, le encantó mi cocina, claro para mí era extraño cocinar para alguien más, para variar ese día había preparado Jambalaya para mi almuerzo, luego del almuerzo, cada quien tomo tiempo para su higiene bucal y pasamos lo que quedaba del día entre pláticas tontas y en mi trabajo, comprendí allí que la chica me estaba agradando demasiado, aún más allá de lo que me agradaba Rosie, era algo nuevo lo que sentía al lado de aquella niña de tan solo 23 años.

Cuando estuve nuevamente consiente de mi alrededor noté que nuestra distancia se había acortado demasiado incluso para mi gusto, por lo que aclaré mi garganta, separándome lentamente, podía sentir como la sangre se agolpaba en mis mejillas, hasta sentí un calor similar a la fiebre sobre las mismas, mientras mi corazón latía desbocado, ¿cómo carajos su presencia tan próxima a mí, logró derrumbar todos los muros, estándares y protocolos que mantengo ante los demás?, lo peor en este caso fue que lo logró sin que yo me diese cuenta alguna o sin que luchare en contra de tal atrevimiento , como le respondía regularmente a Mimzy o al imbécil de Vox, decidí recobrar mi postura y volver, a hacer como si nada hubiese sucedido algo que me salía casi qué natural.

Al salir del trabajo me dí cuenta que la chica tal vez tendría hambre por lo que decidí invitarle a la cena, además que se veía algo cansada, generalmente la haría parte de mi colección especial, pero algo me detenía a realizarlo, me di cuenta claramente que le apenaba el ser invitada a una cena, supongo que pensaría que le pediría algún pago en "especie" por la cena, pero al terminar la misma y al ser acompañada hasta la estación nuevamente, creo que quedo más que claro que mi intención solo era mantener mis modales con ella, me quedé petrificado cuando una cálido rose de sus labios tocó mi mejilla, fue un húmedo y cálido roce pero logró dejarme sin habla, no pude tan siquiera reaccionar, cuando volví a la realidad ella se despedía con la mano subiendo por fin al tranvía.

Para que me quierasWhere stories live. Discover now