PELEAS

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Buenos días mis estimados radio escuchas o lectores, nuevamente les traigo otro relato, me alegra mucho que les esté gustando, aunque empiezo a creer que se me está pasando la mano con los temas de adultos, pero bueno tampoco veo quejas.

Está mañana fui yo el primero en despertarse, me dí cuenta de que llegó a dormir a la cama cuando la sentí mi camisa abierta y ella durmiendo sobre mi pecho, acaricié sus rubios cabellos, provocando que se despertara.

-Buenos días querida, espero hayas descansado a gusto -

Ella sonrió y se incorporó dándome un dulce y tierno beso en los labios, admito que ya se me estaba haciendo una adicción el beso de buenos días, incluso el abrazo cuando me recibía en casa, o el beso de buenas noches, en cuestión me estaba apegando a algunas mañas que ella poseía, me levanté realice la misma rutina de todos los días, mientras veía a la pequeña Charlie leyendo el periódico en el sofá, se veía muy tierna, con sus piernas descansando en la otra mitad del sofá.

- ¿Que quería Vox?, me pareció que entró anoche-

Estaba por servir el café, cuando se me cayó la jarra al piso de lo nervioso que me puso el tema.

-Espera, Vox está tratando de ligar contigo ¿cierto? –

Aclaré mi garganta, el tema me incomodaba, pero quería jugar una poco con ella.

-Sí, ¿acaso estás celosa? -

Sonreí para mis adentros, la vi ruborizarse.

-No, Al tu solo me ayudas a aparentar, además yo fui tu primera vez y además ya estás casado conmigo no creo que quieras salir con Vox no es tu tipo-

Me reí genuinamente se veía hilarantemente graciosas, le acerqué la comida y el café.

-Tienes razón, no cambiaría mi tiempo contigo, por una aventura-

Le dije inconscientemente, comencé a comer ignorando las incesantes preguntas de Charlie, me marché sin despedirme, tenía que huir nuevamente de la conversación incomoda del como ahora de mi boca salían esas palabras sin sentido, estaba caminando tan rápido que nisiquiera me había dado cuenta en qué momento ya me encontraba a en mi puesto, bueno no hasta que fui consiente gracias a la empalagosa voz de Mimzy.

-Hola Al tanto tiempo que no nos vemos, sabes te he extrañado mucho, ya no hablas conmigo o Rosie, bueno no desde que te has casado-

Se acercó demasiado a mi persona como a veces lo hacía Charlotte, pero con ella era extraño sentía como algo dentro de mí que quería alejar, cosa que hice sin darme cuenta.

-Sí, ya sabes las cosas cambian cuando estas casado, todo mi tiempo lo toma ella-

Soné muy seguro ella volvió a sentarse cerca de mí.

-Ella te está acaparando, ¿que no puedes tener amigas? Es decir, veo que ella tiene una muy cercana Al-

Nuevamente me acechaba, me estaba comenzando a molestar y si me molestaba extrañamente que mencionara a Vaggie.

-No querida, se supone que con ella debería bastar ¿no crees? Además, quería preguntarte cariño ¿Qué haces aquí?, no creo que quieras venir a socializar conmigo-

Se levantó de su lugar se acercó demasiado a mí.

-Si quiero lo hago querido, pero no solo vengo a brindar una transmisión especial con algunas canciones, me encantaría que me presentarás antes de la canción, eres el único locutor que sabe dar una buena presentación querido mío, luego veremos cómo te arrebato de las garras de la hija de Lucifer. –

Me dijo depositando un suave beso en mis labios, sentí repulsión, era distinto con Charlotte, será que acaso, tal vez solo me había acostumbrado a que ella lo hiciera, como cuando te acostumbras a que solo ingerir la comida que tu madre cocina y no aceptar la comida de nadie más, es algo parecido, pasé rápidamente el día, Mimzy me esperaba afuera.

-Oh Al vamos, déjate querer, ¿Qué tal si vamos al bar a tomar un whisky y no sé tal vez ir a hacer algo más si se da-

Pasé de largo y lo que dije no sé por qué, pero tuvo una mala reacción.

-Respeta lo que no es tuyo querida, estoy casado, me agradas, pero de eso no va a pasar, así que no fuerces algo que no sucedió y no va a suceder, soy hombre de una relación y esa relación es la que tengo con mi esposa-

Dije observando como ella comenzaba a llorar.

-Al, ella no te ama, ¿Qué esperas que deje a su novia por ti? a muy a tu pesar querido, tu esposa solo te utiliza, ella ama a alguien más métetelo en la cabeza-

Sé que tal vez lo dijo porque estaba herida, no sabía por qué, pero quedé pasmado, yo era consciente de ello, ¿que no sería más que el chico con el que finge cierto?

Decidí irme rumbo a casa solo para toparme con ella a unas cuantas calles de mi casa, aquella que poseía no solo el amor de Charlie, si no aquella que la hizo llorar, aquella a la que no sabía cómo tratar.

-Ahí estas, hijo de perra, ¿estas feliz ahora? ¿Ella dice mi nombre mientras la posees? O te dijo que era a mí a quién buscaba para complacerse, ¿no verdad? -

Me quede callado, había tenido lo suficiente de aquel tema y realmente ya me estaba cansando.

- ¿No vas a decirme nada?, después de todo gracias a ti se arruino toda mi vida con ella, solo por esa estupidez del matrimonio falso, ¿crees que estaría contigo si no fuese por ese niño?, la ataste, lo único que eres realmente es un oportunista, esperaste que te la pusiese así de fácil, pero ¿Qué te hace creer que eres mejor que yo? A diferencia de ti yo si la amo.

Tomé aire, si todos me veían como una piedra insensible tanto así que hasta yo lo creí al punto que me pareció raro lo que salió de mi boca.

-No creo que sea mejor en eso estás equivocada, de hecho, ninguno de nosotros dos es lo que ella merece, tal vez realmente no la amas a ella, si no lo especial que te hace sentir y qué si tú la amas no hay diferencia en ello porque yo también la amo-

Ambos no quedamos atónitos, yo no sabía que decir, ¿que acababa de pasar?, le dije a la ex novia de mi esposa falsa que... no eso era imposible para mí, como hasta para mí mismo me volvía impredecible era como algo que salía solo, nisiquiera lo pensaba o saboreaba las letras de la oración recitada.

- ¿Acabas de decir que tú? -

Me miró sin comprender, estaba horrorizada supongo, ni yo mismo lo entendía.

-La querías para ti, ¿por eso lo hiciste? -

Me enfado más volví a hacerlo.

-No, las cosas solo sucedieron, yo no esperaba que esto pasara, mi idea era solo ayudarla, jamás pensé que terminaría todo en esta situación, ahora es mejor que hagamos que nunca dije esto-

Dije pasando de lado sin mirarla, la chica no sabía que decir y yo tampoco, sabía que Charlie la amaba y quemaba, dolía, pero aun no podía aceptar lo que mi boca acababa de revelarme incluso a mí mismo.

Mis pies me llevaron al bar donde ella trabajaba, la observe aún me parecía que tenía esa belleza exuberante, no planee que todo esto me confundiera, la vi sonreírme, se acercó a mí y me abrazó.

- ¿Te quedarás a esperarme? -

Parecía una niña cuando le vas a dar el juguete que más deseo, sonreí solo asentí, observaba como sus compañeras chismeaban acerca de nosotros y pude ver como la molestaban por mi presencia, pero por alguna razón me dolía el hecho que talvez solo me veía como el reemplazo de Vaggie, era ahora su apoyo era cierto, pero ¿estaría conmigo realmente, si aún estuviese con Vaggie? La verdad que ahora lo dudaba, cuando salió nos dirigimos a casa como tantas veces.

Llegamos a casa, preparé la cena, comimos juntos, hablamos de como estuvo el día de ella y pues yo no quise hablar del mío, esperamos una hora, ella se bañó primero, luego yo, hacía tanto que no lo hacía que llorar me era extraño, pero algo muy adentro dolía y no quería que ella lo supiera, que supiera que me había hecho caer como tonto al sentimiento estúpido que solo deja sentir y no pensar, prueba de ello, mi matrimonio y mi futuro hijo, cuando termine, apague la luz y me acosté a su lado, no dije nada cerré mis ojos, sentí sus manos rodeándome como todas las noches pero aun dolía, mis ojos ardía por la lágrimas que luchaban por salir, estaba vulnerable

Bien hasta aquí el relato de hoy

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Para que me quierasWhere stories live. Discover now