AMOR Y ORGULLO

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Muy buenas mi querida nueva Orleans, le saluda su locutor favorito el demonio de la radio, nuevamente les traigo parte de lo que me ha pasado en estos días, ya saben que habíamos llegado al final de mi relación falsa, cuando ella se marchó, como sabrán ella volvió a la ciudad, fue bueno ya que me dio la noticia más maravillosa del universo.

Así es queridos amigos, soy padre, la dama escogió un nombre de acorde al mío, el mismo sería Artemis, nombre masculino variación de Artemisa, diosa de la caza y la Luna.

Que puedo decir, sacó mucho de ambos es una preciosidad de niño, no lo digo porque sea mi hijo antes de que digan que lo veo con los ojos de un padre, si acaso llevo unas cuantas horas de conocerlo.

Bueno les cuento, mi mañana trascendía como una muy normal como todas las demás, llevaba más o menos 3 meses saliendo con Mimzy y Rosie como antes de conocer a Charlotte, lo mío con Mimzy no iba nada en plan romántico, aunque ella insistiese y pues con Rosie no se me ocurría, sería raro para ambos, Vox seguía acosándome, cada que podía y pues ese día solo me lleve la sorpresa de que Rosie me esperaba en las afueras de la estación, siempre elegante y con aquella hermosa sonrisa que siempre desplegaba.

-Oh Al, contigo quería hablar, vamos al café y no acepto un no por respuesta-

Generalmente me molestaría que alguien más lo hiciese, pero era ella, solo a ella y Husk, les permitiría un atropello tal cual.

-Claro, Rosie-

Dije para luego caminar al lado de ella, mi relación o lazo con Rosie se hizo más cercana desde que se convirtió en viuda, supongo que pudimos apoyarnos el uno en el otro, por eso no se me hacía molesta la compañía de la misma, llegamos al café se sentó frente.

- ¿Qué deseabas hablar conmigo querida Rosie? -

Tomó de un sorbo de su café con suma elegancia y me mira acercándose demasiado a mi rostro.

-Dime, ¿Cómo te encuentras? Es decir, hace casi nueve meses que la chica te dejó y creo diferir de Mimzy al decir que tú si le amabas, ¿me equivoco? -

Si aún la amaba, ese sentimiento aún estaba en mi pecho cada que me parecía escuchar su voz, o cuando anhelaba que volviese a mí, cosas que con el tiempo fui descartando al no verle volver, supuse que su vida ahora era perfecta.

-Sí, pero me encuentro mejor, no es el primer día, es obvio que quiera saber sobre mi hijo, pero no ha dicho nada, supongo que me negara el verle. -

No me gustaba que me viesen con la cabeza baja, pero me dolía en el alma, me había ilusionado con la idea de ser el padre que no tuve.

- ¿Al menos le dijiste que la amabas al? Sabes la chica se veía terriblemente torpe así que dudo ella noté tus acciones-

Suspire pesadamente, como le iba a mencionar tales palabras, si no era capaz de decirlas.

-no, pensé que notaría las acciones, el querer protegerla y cuidarla, pensé que lo vería. –

Dije al punto de enfadarme.

-Al, tan dulce e inocente, me pregunto a qué le habrá sabido el robarte la pureza, la chica te amaba sabes y ni ella se dio cuenta, tal vez ahora sea tarde, pero, sé que en cuanto la veas, vas a perderla cabeza, ya te has preparado si es que tiene un nene consigo-

No, esa era mi respuesta, pero mi corazón se aceleraba de solo pensar que estuviese cerca de ver a mi hijo y de ver a la chica que fue capaz de hacerme sentir amor y odiar ese sentimiento luego.

-No, es obvio Rosie, pero si lo espero con ansias-

Respondí ella se acercó demasiado a mi persona, puso su mano en mi muslo.

Para que me quierasWhere stories live. Discover now