PAGO LA APUESTA.

492 42 15
                                    

Buenas mis queridos lectores, nuevamente yo con la otra parte jugosa del relato, como saben ese día el me pagaría la apuesta desde que desperté lo estuve deseando y fantaseando, hasta soñé con él.

Bien ese día me sentía como la mujer más feliz del mundo hasta mis compañeros notaron que me había arreglado más de lo normal, quería invitarlo a cenar a mi casa ya que no tenía con quién dejar a Artemis, me dirigí a casa y lo observé leyendo un libro.

-Oh, hola Alastor-

Se veía hermoso, me encantaba cuando se vestía de manera elegante, hasta con un saco de papas se vería exuberante para mí, tenía una belleza única e indescriptible para mí.

-Supongo que quieres que me desvista, digo para pagar mi apuesta-

Lo vi levemente molestó supongo que creía que solo me interesaba como un trofeo.

-Querido, realmente quería primero hacerte de cenar y pasar tiempo juntos, recuerda que lo que quiero es reconquistarte, pero igual si no lo deseas puedo decir que pagaste la apuesta y dejarte marchar no quiero forzarte a algo que tal vez ti no desees realizar. -

Le dije expectando su respuesta, era obvio que deseaba la paga de aquella apuesta lo quería para mí.

-No, es obvio que pagaré mi apuesta, pero no pensé que querías que cenáramos primero-

Comenzó a ruborizarse, le sonreí de manera sincera, lo amaba y si extrañaba el calor de su cuerpo, pero quería hacerle sentir bien, además que yo lo amaba a él más de una simple atracción corporal esa podía esperar hasta que él quisiese.

Tomamos la cena en silencio yo estaba demasiado sumergida en cada reacción de su parte.

-Cocinas muy bien-

Me dijo sonriendo, yo realmente no sabía ni que decir.

-Gracias, debía valerme por mi misma-

Dije ruborizándome levemente.

-Vaya, al menos surgió algo bueno-

Sonrió de medio lado, nos levantamos y nos sentamos en el sofá nos quedamos hablando de todo lo que había pasado en mi vida y en la de él desde el día en el que decidí dejarlo.

Me dijo que Vox ahora estaba un poco más incesante en sus intentos por hacerle cambiar de parecer y que un par de veces habría pensado en darle el sí para que lo dejara en paz, pero al parecer tenía más contras que pro, lo mismo sucedía con Mimzy, pero me decía que nunca la había visto como una posible pareja, ya que había cosas de ella que llegaban a molestarlo un poco, como el intentar controlar lo que él hace.

Me confesó que al principio estaba un poco decaído cuando me había ido pero que lo superó de a pocos y que Angel y Husk le ayudaron a no deprimirse ya que le insistían mucho que saliese con ellos, generalmente no me gustaba indagar mucho, pero me carcomía la curiosidad por saber, si hubieron otras en sus quereres después de mí.

Me carcomían los celos de solo pensar que alguien además de mi haya podido llegar a su cama y acariciar su tersa piel desnuda, que se hubiese deleitado con su delgado pero esbelto cuerpo, cuando Arte comenzó a llorar tuve que apartarme un segundo de mi sexy locutor, mi pequeño tenía hambre, a veces Al me parecía dulce, inocentemente curioso, me miraba amamantar a mi pequeño, pude notar su expresión como si fuese una maravilla lo que hacía.

-Emm Al, ¿sucede algo? -

Me negó moviendo su cabeza de un lado hacia otro.

-Es solo que ver como tú puedes alimentar a mi hijo, es algo que no podría describir-

Para que me quierasWhere stories live. Discover now