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Hola ¡queridos escuchas o lectores¡, un nuevo día arriba y debo seguir con mi relato, espero terminar pronto, ando algo decaído además que, con gripe, ya sabes compartir el aire con las demás personas te vuelve más vulnerable.

Como les había indica la chica, la cantinera que conocí gracias a Husk, ahora sería mi "pareja" como fachada para que ella pudiese convivir con su pareja sin remordimientos o miramientos raros de la demás gente clasista y racista, además de xenófoba, es decir "sociedad".

Tuve que conseguir un apartamento más grande ya saben por lo de la "descendencia", mi madre debe estar revolcándose en su tumba o tal vez hubiese estado feliz, ¿le daría nietos? No podía pensar en descendencia sin pensar en el acto y sin sentir repulsión o asco, no por Charlotte era linda y demás si no porque ese tema siempre causa esa sensación en mi persona, muchos creen que fui abusado o algo así, al parecer es incomprensible que me de asco el acto que los demás logran degustar, otros me dicen que tal vez sea que no lo he probado, pero para que he de probarlo un intercambio de fluidos, así como los besos un asqueroso intercambio de saliva innecesario, solo de pensarlo me da escalofríos.

Bueno me desvíe del tema, por ahora dormiríamos en cuartos distintos, cada quién en su propia cama, aun no concebía compartir mi sueño y mi cama con alguien era raro pensar en ello, la misma rutina del desayuno juntos solo que esta vez fue ella quien me sorprendió al casi querer incendiar la cocina.

-Querida yo te puedo enseñar a cocinar si lo deseas-

La chica asintió mientras me abrazó, si el contacto entre nosotros comenzó a ser más cercano y no me molestaba, es más había días en que sentía que lo necesitaba, que rebuscaba sus brazos y su aroma un cambio extraño en mi surgía día con día mientras convivíamos, se nos hizo costumbre ir juntos al trabajo, luego me despedía de ella con un beso en la mejilla para luego volver a mi rumbo solitario hacia mi trabajo, a veces cuando menos lo espero recibo un mensaje de recepción indicándome que la chica está afuera, si a veces tomamos juntos el almuerzo, no miento se me ha hecho larga la jornada al estar tanto tiempo separado de ella, muchos comentan que mi semblante ha cambiado un poco desde que la chica estaba conmigo, algunos hacían sus recurrentes comentarios obscenos y algunos como Husk y Angel decían que no era tan de piedra como ellos solían creer, de pronto me dí cuenta que pensaba demasiado en la chica que me era agradable estar al lado de ella y que incluso ya sentía un tipo de impulso extraño cada que miraba sus labios, por primera vez sentía que deseaba juntarlos con los míos, pero cada que eso pasaba tomaba otro rumbo o intentaba pensar en otra cosa, recordando que ella tenía pareja, solamente le estaba ayudando a brindarle una fachada y que ella siguiese con su idea de estar con su pareja.

Cuando volvió esa noche a casa, cuando logré abrir me di cuenta que su ropaje estaba completamente sucio, despeinada y su maquillaje corrido.

- ¿Cariño que sucedió? -

No pude darme cuenta en qué momento ella se abalanzó a mis brazos y mucho menos cuando me desbalancee y terminamos en el suelo, con ella llorando sobre mi pecho, cuando se logró calmar le ofrecí entrar, comencé a ayudarle con su corrido maquillaje, cepille sus hermosos cabellos dorados y me dispuse a alistarle la bañera, quería que se relajara parecía que su día fue un gran fiasco.

- ¿Qué sucedió querida? -

Le pregunte era la segunda vez en nuestro tiempo juntos que la veía ahí sin nada que decir.

-Mimzy me esperó a que saliera del bar y me agredió, me defendía, pero me dijo algo que me hirió y no sé porque lo hizo sí sé que me ayudas para que esté con Vaggie-

No entendí a qué se refería, hasta que ella me mostro el anillo falso que le dí o cierto olvide mencionar, "oficialice" nuestro compromiso, ya saben la típica linda cena para aparentar que era un normal chico enamorado que despilfarraba dinero para que la sociedad estuviese satisfecha de tan cara ceremonia de compromiso, para mi desgracia no solo Mimzy se había enterado, al parecer también Vox, pensé que con eso se iban a calmar hasta que vi los golpes en el rostro de Charlotte, me enfadó así que me levante y aprovechando que aún no me cambiaba de ropa me dirigí a casa de Mimzy, toque la puerta suavemente, ella me abrió y le dije lo que pensaba sobre su intromisión, ella me decía que me amaba y que no le parecía que me quedara con una cantinera, lo peor del caso según ella es que Charlotte me era infiel, pero a ella que le importaba si yo era feliz a si se fuese con 20mil hombres era muy mi problema porque así la amaba, me detuve un segundo a pensar sobre lo que había dicho, estaba confesándolo, ¿eso era lo que sentía por Charlotte? ¿Amor? Algo que tal vez solo podía confesar en un momento de ira y peor aún frente a la que se suponía era mi amiga, volví a mi habitual yo, pidiéndole por favor que no volviese siquiera a tocar un solo cabello, ya que eso solo lo hacía una mujer de baja categoría, luego me devolví con Charlotte obviamente ocultaría lo que acabo de descubrir no podía dar mi brazo a torcer, mi orgullo no permitiría que aceptase que me había equivocado que aun yo podía tener ese sentimiento idiota y descerebrado, por eso mi necesidad de buscarla, de cuidarla y de protegerla era tan insistente no difería en ningún día, me recibió con un abrazo, el cual correspondí, no sabía cómo ni en qué momento pero mis labios se juntaron con los suyos

El solo roce de los mismos creo un escalofrío que recorrió mi espalda, haciendo a mi corazón acelerarse demasiado, la situación tan nueva para mí me tomo de sorpresa, por lo que me separe de ella y la mire.

-Ambos olvidaremos que esto acaba de acontecer-

Le dije marchándome a mi habitación luego que ella tomase su baño me dirigí yo a tomarlo necesitaba aclarar mis dudas y despejar la mente ya que no conocía el por qué mi cuerpo y mi mente reaccionaban sin una orden de mi cerebro, peor aún tenía miedo era como entrar al mar sin saber nadar, no sabes cuál de las olas te va a arrastrar mar adentro.

Mi corazón aun latía y mi cara ardía, y en mis labios aún tenía la sensación de los suyos, me quité el corbatín y el chaleco, deseaba tomar un baño, salí solo para verificar si ella ya habría terminado su baño, para encontrarla frente a mí con solo una toalla cubriendo su cuerpo, suevamente mi rostro ardía, en dos pasos entramos a mi habitación, sus labios se posicionaron sobre los míos, no sé cómo lo hice, pero correspondía, sentí la humedad de la toalla que rodeaba su fino cuerpo, mientras sus manos desabrochaban mi camisa botón por botón, sus manos frías y suaves se posicionaron acariciando lenta y suavemente mi pecho y abdomen, mientras un calor inexplicable Se extendía por todo mi cuerpo, de un tirón, la toalla cayó al suelo, a los minutos seguida por mi camisa, un leve empujón me dejó sentado al borde de la cama, ahora era consciente de su desnudez.

-Char...-

No me permitió continuar al colocar un dedo sobre mis labios.

-Sé que está mal Al, pero, creo que deseo estar contigo, sé que no sientes lo mismo, pero deseo de verdad tener un contacto más cercano Al. -

Luego de lo dicho me volvió a besar, volví a corresponder, se sentó sobre mis piernas, mordí su labio inferior, baje por sus labios hacia su cuello, algo me llevo a morderlo, decidí detenerme.

-Charlotte, lo siento yo no, yo no quiero esto ahora.

La hice sentarse sobre la cama y me fui a dar un baño con agua helada no fría helada, necesitaba despabilarme y lo que más necesitaba era centrarme y olvidarme lo que iba a hacer anteriormente con la rubia, Salí vestido del baño con mi pijama, para encontrarme con la rubia aun esperándome, la misma vestía una de mis camisas favoritas y al parecer no había salido de mi habitación en todo ese rato.

-Cariño necesito descansar y estas en mi cama-

Le dije intentaba hacerla razonar que necesitaba que saliera de mi habitación, al no recibir respuesta me disponía a salir de allí, pero ella no me lo permitió, abrazándome por la espalda.

-No es necesario que te vayas Al, podemos dormir juntos-

Me dijo mientras me abrazaba, realmente no lo deseaba, ella tenía su pareja y yo no disfrutaba de las relaciones mucho menos de formar parte de un triángulo amoroso.

-Es decir ¿compartir la misma cama? - No podía creerlo que estuviese considerando la idea, lo peor fue que acepte. - Bien, pero, ponte ropa interior, no podré dormir pensando que debajo de mi camisa no llevas nada-

Ella sonrío y se fue a su cuarto.

-Lamento ser tan tentadora, Al-

Me dijo besándome la mejilla, debía estar completamente loco por lo que había dicho o peor aún drogado, pero no he comido nada extraño, o tal vez mi comida estaba pasada y por ello ya estaba alucinando, posiblemente me dio una intoxicación alimenticia y yo ni en cuenta, mientras acomodaba mis ideas me acosté mirando hacia la ventana, comenzaba a sentir pesados mis párpados, cuando sentí un peso a mi lado y sus brazos rodeando mi torso. -Pasaríamos mejor el frío si también me abrazas-

Pasé saliva por mi garganta ya me sentía incómodo compartiendo mi habitación y mi cama, ahora también pedía un abrazo, me volteé y la complací, se quedó dormida en cuestión de segundos, temía por mí mismo, desde que ella llego, no pienso con claridad, no entiendo mi actuar, me estoy volviendo un completo idiota, bien por ahora eso es todo. Sigan sintonizados.

Para que me quierasWhere stories live. Discover now