AMOR Y OBSECION

475 45 71
                                    

Buenos días estimados lectores, he vuelto, comenzamos semana y comienzo relatos, ya saben que es fin de semana ha sido algo movido, más con la sorpresa de que ahora Vox también está intentando cortejarme, aunque igual me dejó en claro de que también lleva la misma intención hacia Alastor pero es obvio que él es más cerrado que yo, no sé a qué se refería con "cerrado", bueno como les digo todo aconteció normal, ya saben las salidas con Alastor, Valentino y ahora Vox, estos dos últimos siempre me dejaban en una posición un tanto incomoda, siempre intentando propasarse con mi persona, mientras Alastor, pues el siempre hace esa diferencia no es como que le tomé mucha atención, pero él no busca propasarse, ni siquiera roces traviesos, lo peor es que a veces si me desespera, no es como que esté esperando que me salte encima, pero digo si te gusta una chica ¿de qué manera se lo muestras?, no sé porque pero apuesto todo a que diría "con una sonrisa".

Bueno la cuestión en sí es qué bueno la misma rutina de siempre cuando salgo con Valentino, estábamos regresando a mi casa en su limosina, ambos en el asiento trasero, mientras él cerraba la visibilidad del conductor, supongo esperaba que por fin le diese el sí, sentí como poco a poco me acorralaba contra el asiento de piel.

-Pequeña, vamos, no lo soporto más, Charlie por favor déjame hacerte mía-

Debía admitir que cada vez se me hacía fácil resistir, es decir, Valentino es atractivo y hasta el momento se había mostrado muy paciente conmigo, además que no soy de palo, es obvio que siento deseo de ser tocada, tenía demasiado tiempo de no intimar con nadie.

-Val, tu chofer nos puede ver, además aun no me siento lista. -

Vi como esta vez hacía caso omiso, mientras sus manos viajaban a mis muslos, mi respiración comenzaba a acelerarse, el me volteo a ver a los ojos solo para decirme.

-Que hermosa expresión tiene en este momento-

Quería y no quería hacer ese tipo de cosas, por lo menos no hasta que estuviese segura de a quién elegir, justamente cuando me declaraba derrotada ante la seducción de Valentino, el chofer, indico que ya habíamos llegado, salí huyendo del auto, era obvio que ya dentro el desistiría la razón muy clara, Alastor no le permitiría propasarse conmigo.

Luego seguida por las intenciones de Vox, me acompaño camino a casa, pero ahora sé cómo se sentía Al, me acorralo por completo contra la pared, me beso e increíblemente, frente a toda esa gente, intentó meter su mano bajo la falda de mi vestido, tuve que empujarlo, es un poco salvaje y desmedido en la manera en la que demuestra su interés en el ámbito sexual, tuve que dejárselo en claro ese día esperando que lo comprendiese, pero a lo que veía de él hacia Alastor, me aseguraba a ciencia cierta que no entendía mucho de razones.

Uno de esos días en los que esperas ya no te salgan más pretendientes, apareció mi amor de colegio, mi primer novio y, además el prometido que papá me había escogido, un chico muy atractivo e inteligente, pero demasiado egocéntrico y egoísta, pensé que no me notaría, que ni en cuenta me tendría, pero fui demasiado ingenua.

-Querida Charlotte, cariño mío tanto tiempo sin vernos-

Me dijo mientras giraba alrededor mío inspeccionando cada una de mis facciones.

- ¿Sabes? cada día te pones más hermosa, aún me gustaría intentarlo, digo las noticias del fracaso de tu matrimonio viaja muy rápido en Miami, la verdad me encantaría darle mis apellidos a tu pequeño engendró, por cierto, ¿quién es el padre de tan horrible acontecimiento? -

Lo detestaba, al parecer en nada había cambiado.

-No hace falta, su padre es muy consiente, así que le brindó sus apellidos y mi hijo es lo suficientemente hermoso como para que tú lo aprecies, lamento decirte que rechazó sus intenciones conmigo, ya que no me apetece pelear con un inútil sobre lo que hice o no, el que estés dolido porque alguien más me llevase a su cama no es mi problema-

Le dije, vi su mano levantarse, cerré los ojos esperando ese golpe que no llego gracias a tres personas, la primera de ellas Alastor, el segundo Valentino y el tercero Vox.

-Mi estimado, un caballero jamás se atrevería a lastimar a una dama-

Noté como los músculos de Alastor se tensaban, estaba enojado, solo que siempre lo cubría con su sonrisa.

- ¿Te está molestando este pelele querida? -

Respondió Vox mientras me tomaba gentilmente de los hombros.

-Vaya pequeño renacuajo, más te vale no haber tocado a mí dama-

Ahora era Valentino el que hablaba, me sentía aliviada que los tres se unieran por una sola causa, protegerme, en cuanto se vio superado en número, los tres se voltearon hacia mí, lo único es que a diferencia de otras veces Alastor hizo algo que jamás pensé que haría en la vida.

-Miren, una cámara-

Valentino y Vox se quedaron observando, mientras Alastor me sacaba de allí a toda velocidad, mientras podía oír las quejas de los chicos.

Llegamos rápido a mi casa, Alastor se veía algo agitado.

-Perdóname, pero pensé que no querías sentirte atosigada, lo siento si no era así-

Me sorprendía el nivel al que era consciente de lo que sentía, se acercó a mí, posando su mano en mi mejilla, inspeccionando que no me hubiese tocado.

-Menos mal, si él te hubiese tocado un solo cabello lo hubiese mandado a la morgue, no quiero que te hagan daño-

Se acercó más a mi juntando su frente con la mía.

-Porque tú y Artemis son lo más preciado para mí-

Me dijo posando sus labios suavemente sobre los míos, pues si en cierta forma lo disfrutaba, pero mi cuerpo no lo resistía más, sin más lo hice entrar a mi casa, nos quedamos en el sillón, deseaba arrancarle la ropa en ese mismo instante, amaba cuando era así de dulce y atento, pero obviamente solo yo estaba lista para tener sexo, como siempre él se separó de mis labios, con su camisa entreabierta y sus labios algo rojos de mis besos algo intensos.

-no, querida realmente lo deseo, pero no quiero que lo hagas por el calor del momento o el impulso, además no estoy preparado-

Se ruborizó ante esto último, le comprendí a lo que se refería con preparado, lo tomé del rostro y lo volví a besar, luego le miré a los ojos.

-Vamos, terminas fuera-

Intenté realmente de convencerlo, solo para darme cuenta que mis intentos eran inútiles, lo vi separarse de mí, esperaba algo de contacto físico.

-No cariño, yo no confío en mis impulsos, estoy seguro de que, si entro en ti, no querré salir, sé que no me conformaría con una vez, pararía hasta estar satisfecho, pero no quiero volver a atarte a mí de la manera en la que ya lo había hecho, quiero darte la oportunidad de dejar que decidas a quién elegir como pareja-

Se levantó y atendió a Artemis, como siempre lo hacía, su relación con el no cambiaba, pero conmigo era distinto, sé que no mentía al decir que lo deseaba, ya que mientras lo besaba podía sentir que así lo hacía a menos que le haya crecido una tercera pierna, cosa que dudo.

Lo amaba, eso era seguro, pero tenía razón no podía dejarme llevar por el calor del momento, lo deseaba, pero quería poder tomar una decisión sin lastimar a los tres, si fuese legal me quedaría con los tres, pero eso en un mundo bizarro si sucedería, en este mundo era más probable que se mataran entre los tres o que terminaran violando a Alastor entre Vox y Valentino, sí, no era ciega, era obvio que a Valentino si le llamaba la atención Alastor, tal vez como proxeneta que era, sí, también sé lo del segundo trabajo de Valentino en el cuál Vox era socio, por más que intentasen ocultarlo lo llegué a saber, digo no cualquiera tiene tanto dinero, ni aún Alastor o Vox.

Bueno hasta aquí mi relato

Espero escribirles pronto

Para que me quierasWhere stories live. Discover now