Nuestro protagonista comenzaba su día como tantos otros, mientras abría los ojos lentamente, sintiendo aquel amado peso sobre su pecho que le haría recordar la noche anterior, en el que habían celebrado el primer año de matrimonio, como el mismo había indicado olvidaría absolutamente todo sobre aquellos acontecimientos que los habrían hecho separarse, mientras la chica rubia que descansaba sobre su pecho comenzaba a despertarse.
-Buenos días mi dulce esposo, ¿has amanecido muy bien? -
Dijo aquella rubia de cabellos cortos, mientras sentía como las manos de su esposo le acariciaban suavemente la espalda.
-Excelentemente con esta imagen querida, ahora debo ponerme en pie, aunque tengo muchas otras ideas en este momento. –
Decía con aquella sonrisa seductora que siempre la hacía suspirar y desear devorarlo entero.
- ¿Qué tal si nos damos un cariño mañanero?, después de todo los niños no se han despertado, es domingo y poseemos el resto del día para tener un tiempo en familia. -
La chica sabía cómo jugar sus cartas, pero recordemos que hablamos de Alastor quién siempre era lo suficientemente precavido.
Cielo, debo recoger este desastre, no querrás que lo niños se encuentren con nuestra ropa tirada por todos lados o con los condones utilizados-
Decía el pelirrojo con un notorio rubor sobre sus mejillas, aun ese tema lo hacía sentir pena.
-Tienes razón, pero podemos tenerlo rápido y luego yo te ayudo-
La chica comenzaba a ganar terreno con aquella respuesta, el castaño estaba en la misma situación deseaba recorrer las curvas de la rubia con sus manos.
- ¿Sabes qué? tienes razón, pero solo una vez-
Charlie rió, sabía que Alastor no era muy fiel a solo una vez, sabía que lo repetiría una y otra vez, pero ella le recordaría la hora, claro si recuperaba la consciencia antes de.
-Pues entonces, ven mi querido esposo, no me hagas esperar-
Solo esta oración bastó para que el castaño le besara, ella con mucho cuidado se sentó sobre el vientre del joven.
El beso poco subía de tono, mientras sus lenguas buscaban la manera de sentirse la una a la otra a lo que Charlie al fin abrió su boca permitiendo ese acontecimiento, mientras el castaño tomaba la cintura de la chica con ambas manos, la misma baja un poco de manera que sus intimidades se rosan, la misma comienza a frotarse contra el miembro del castaño, el miembro del joven comenzaba a endurecerse poco a poco con cada movimiento de la chica, luego en el momento que ella lo sintió correcto, se levantó levemente, tomando el miembro de Alastor y colocándole el preservativo con sumo cuidado, en el momento que quedo listo comenzó a introducirlo lentamente dentro de ella.
-Alastor-
Tenía que aceptar que siempre estaba dispuesta para él, amaba el sentirse una con él, le provocaba un cierto morbo al verle gemir suavemente su nombre o incluso el rubor que aparecía levemente en sus mejillas.
-Charlie-
Su querido y amado locutor no podía evitarlo, así a como ella se movía en ese instante, lo estaba desesperando, deseaba ser rudo, deseaba aumentar su ritmo, en un 2 por tres cambiaron de posición, no tuvo nisiquiera que molestarse en salir, mientras comenzaba a mover de manera más frenética y salvaje, acompañado de los gemidos de la chica que sentía estremecerse con cada embestida, hasta que por fin ambos llegaron al climax, sin temor a tener una 3era bendición en camino.
Terminada la faena se dispusieron a limpiar la habitación, luego acomodar la cama de una manera que no hubiese rastros de las acciones de ambos, luego de un baño y un poco más de "cariñitos" en la ducha, ambos se dispusieron a preparar el desayuno, cuando pasaban las 10 am, dos niños a parecieron en el comedor, sentándose a la mesa ya listos y lo suficientemente arregladitos como para no recibir un regaño de parte de su padre quién era muy estricto en cuanto a su apariencia.
-Buenos días mis pequeños Angelitos ¿cómo amanecieron hoy? -
Preguntaba dulcemente su madre, mientras le ayudaba a el padre de ambos a servir el desayuno.
-Muy bien mami y ¿tú? -
Decía la más joven, era muy parecida a su madre, mientras sonreía dulcemente.
-Excelente mamá y ¿tú? -
El mayor era un poco más serio, pero mantenía el mismo encanto que su padre.
-Yo excelentemente bien-
Dijo sonriendo de manera traviesa recordando la noche anterior.
-Y ¿tu papi como amaneciste? -
Dijeron ambos niños, sacándole una sonrisa a su padre.
-Excelente mis niños, pero no podía esperar porque fuese hoy-
Alastor les había a acostumbrado a salir juntos de domingo por medio, ya que a veces si sentía bastante cansado.
-Querido, ¿seguro no prefieres descansar? Digo los niños pueden comprenderlo-
Sí, en efecto se sentía cansado, pero jamás cambiaría el descanso por el tiempo compartido con sus hijos.
-Estaré bien querida, además los niños han estado esperando toda la semana por esto, sería muy injusto que lo posponga. -
Dijo mientras Charlie lo veía cada vez más embobada, había elegido excelentemente bien, era un buen esposo y padre.
Pasó el desayuno de la manera más normal, luego los 4 fueron al parque, ya saben cómo padre, le gustaba pasar el tiempo suficiente para estar con ambos, luego de cansarse, se sentó junto a su amada esposa, mientras vigilaba que no les ocurriese nada extraño a sus niños.
-Umm, pero miren a quien trajo el viento-
Ambos voltearon a ver, allí estaba Rosie.
-Oh hola Rosie-
Saludo Alastor, a Charlie no le agradaba mucho el hecho de esa chica allí.
-Vaya, ¿quién diría que te quedaría excelentemente bien el rol de esposo y padre?, niña si yo hubiese sabido de esto, te lo robo, bueno aún estoy a tiempo, ¿no Al? -
El castaño se puso levemente nervioso al ver las reacciones de su esposa.
-Querida, a Charlie no le agradan esas bromas. -
Todo esto lo decía con una sonrisa en el rostro, en ese justo momento llegaron los pequeños y observaron con atención y curiosidad a Rosie.
-Oh pero que grande se ha puesto Temis, me fui solo por 7 años y me topo con esto y veo que no perdieron el tiempo-
Dice riéndose al ver la cara de Alastor ante su comentario.
-No se preocupen, no me pondré celosa por no ser su madrina pequeños, pero seré como una-
Dice mientras se despedía de Al, besándole la mejilla, dejándolo frente a una Charlie que echaba humo de los celos, luego mientras regresaban a casa se toparon con "tío" Valentino y el roba novias de Vox, este apodo se le quedo cuando Vox intento besar a Charlie durante una fiesta de cumpleaños de Alette, para luego toparse con tío Husk y "tía" Angel, aunque era sabido ya por ambos niños que este era un varón.
Después de la cena, un cuento para los niños, ambos se disponían a volver a su habitación, solo para que Charlie fuese recibida por los besos de su amado Alastor, acción que no pudo completarse por algo tan normal como un "tengo miedo, ¿puedo dormir con ustedes?" primero de la niña y luego del pequeño que solo decía que era porque su hermanita se había adelantado, Alastor realmente no le gustaba que tuviesen miedo y menos cuando interrumpían lo que podría haber sido una buena noche de "duro contra el muro" pero tampoco tenía corazón para decirles que no así como Charlie compartía esa misma debilidad.
Ahora si fin
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Para que me quieras
Fanfictionesta historia es una versión au con el Alastor humano, igualmente se desarrolla en 1930 desde la perspectiva del locutor. temática Charlastor, inspirada en la canción con el mismo nombre del fic