Prólogo

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Nota del autor: Esta historia es 100% sacada de mi imaginación. El personaje principal es Cole Sprouse, un actor. Los demás personajes son ficticios. La historia contiene capítulos de sexo, mucho sexo. No recomendado para menores de 13 años, si la lees es bajo tu propia responsabilidad.

                                           Edit:

Comenzaré a editar esta historia porque tiene varios errores de redacción y ortográficos. También capítulos en donde la línea del tiempo es confusa, etc. (No me maten, hice esa historia a los 15 años)
Por ejemplo, wattpad me cambia los guiones largos a guiones cortos, lo cual me molesta mucho .

Anyway todo esto es para que sea una buena historia.
Al principio de cada capítulo encontrarás la fecha del día que fue editado y la hora como se mostrará a continuación.
Gracias por leer.

17 de febrero, 2021.
8:55 pm

—¿Crees que soy tu prostituta privada, Sprouse?

...

El piso de madera crujía nivelado a cada paso que se daba, las instalaciones de la Universidad de Hellthon ya eran algo viejas, pero acogedoras, no me inmuté ante los crujidos.

—Bárbara Camille. —él era el único que me llamaba por mi nombre completo.

—¿Qué se te ofrece?
Pregunté, sin levantar la mirada de mi cuaderno.

Seguí escuchando sus pasos en la madera, aunque no le prestaba atención, por el rabillo de mi ojo noté que caminaba detrás de mí.

Cole era un chico guapo, sexy, desenfadado. A mí me gustaba, pero no estaba enamorada de él. Era el típico fuck boy por el que todas mojaban las bragas.
Lo que sucedía entre él y yo simplemente era una atracción sexual, sin problemas me enrrollé con él unas cuantas veces. Y lo haría de nuevo.

Aunque anteriormente ya había tenido sexo con él, ahí quedaba, comíamos callados y nadie se enteraba. Sólo hasta ahí,ambos estábamos lo suficientemente concentrados en nuestras carreras universitarias para algo más.

Era algo prohibido, es decir, en una universidad privada claro que habrán reglas. Una de ellas:

1. La intimidad entre estudiantes en el campus es severamente sancionada.

¿Cómo no? Desde aquella fiesta para celebrar el final del tercer semestre todos se emborracharon y terminaron haciendo una jodida orgía en la habitación de Lavey Kleiner. (Quien fue expulsada del campus junto a todos los que participaron en ella)

Nadie se habría enterado, todos tenemos sexo. Quizá no de esa magnitud, de igual manera estaba jodido. Alguien grabó esa orgía y la subieron a un sitio porno, tiempo después vino el acoso a las chicas que se veían puesto que fueron identificadas y se desarrolló todo un enjambre de problemas.

En fin, el sexo en el campus quedó prohibido.

—He pensado en ti estas últimas noches. —sentí un hueco en mi estómago.

Dios, este chico aún me ponía.

—Para ser sinceros te he pensado mucho. —siguió hablando.— En tus sexys curvas, tu cintura y pf, ese cu...

—Cállate. —Interrumpí.— Podrían escucharte, tarado.

Lo miré. Estaba sonriendo, con su dedo índice me acarició el pómulo y lo deslizó hasta mis labios.

—Barbie, Barbie... —susurró.— Mi sucia Barbie. Propongo algo, renovemos esas aventuras que tuvimos, apuesto a que también me extrañas.

No. Pero a tu cuerpo sí.

—¿Crees que soy tu prostituta privada, Sprouse? —solté.

—¿Quieres algo a cambio? —clavó su mirada en mis ojos, me analizó con su ceño fruncido y poco a poco se acercó a mí.

Emanaba un olor embriagante, uno que te haría querer estar más cerca de él. Al instante vinieron a mi mente esos recuerdos de nosotros en el verano pasado, escenas que no estarían permitidas definitivamente en ninguna universidad.

—Cálculo. —exclamó, dejando caer con fuerza su mano sobre mi cuaderno. —Te va de la mierda en esa materia, te podría ayudar. Y te conviene porque ya casi es el parcial.

Sí, si no pasaba este período y el examen final voy a reprobar la materia. Era una propuesta de críos, y aún así, alguien en mi lugar haría lo que fuese para no repetir.
Mierda ¿a quién engañaba? Por supuesto quería estar en su cama de nuevo.

—¿Quién dice que te necesito? —pregunté divertida.

Cole sonrió.

—Tú me necesitas en el colegio, te necesito en mi cama. ¿Trato?

Hice un gesto de fastidio con los ojos.

—Ay Barbie, siempre te haces la difícil. —enarcó su espalda, como un jaguar al acecho, y me miró con una sonrisita. —Comenzamos ahora mismo?

Él se acercó hacia mí, me tomó de la cadera y en un rápido movimiento estaba sobre la mesa de madera. Movió mi cabello hacia atrás, para después besar lentamente mi cuello con besos húmedos.

Me estremecí.

—Bien, pero vayamos a un ángulo fuera de las cámaras de seguridad y cierra la puerta. 




Barbie sucia [Cole Sprouse +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora