Capítulo 7

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Editado el 23 de febrero, 2021.
12:59 am

Eres una perra sucia.

...

—¿Cole?

Tomé  celular de Ruthie y observé la pantalla. Sí, efectivamente era Cole, pero ¿por qué publicaría una foto de él mismo? ¿O por qué Sophia tiene esa foto de él? Quizá ellos tenían algo que ver, o simplemente él lo hizo para que no quedara solo yo como la humillada. Y aún así, si fuera el caso es una estupidez.

—No es justo —se quejó Avril—. Es un chico y eso no es algo que no hayamos visto, si van a subir una foto de él que realmente valga la pena.

Ruthie la miró con reproche, mientras Avril solo se sentaba  en un banco y comía uvas analizando la fotografía, después cayó en cuenta.

—¡Oh no! No, no me refiero a eso. Ahora es tu hombre, quise decir que no se compara a lo que te hicieron a ti. Las fotos, es decir tus fotos, lo tuyo ...

—Avril. —la cortó Ruthie.

De pronto solo hay silencio. Quisiera decir que mi cabeza le daba vueltas al asunto, o que comenzó a hacer un plan para descubrir quién hizo eso y poder hacer algo al respecto. Quisiera, pero en mi cabeza no hallaba nada. Como si una pantalla de una computadora hubiera entrado en bugg , así estaba.

La ventanilla de mi habitación estaba abierta, así que podía sentir una oleada de viento fresco de vez en cuando.

Llevaba intentando dormir desde hace una hora y media quizás. Entre la oscuridad de la noche me  salió una idea, una bomba sobre mi cabeza se había encendido y no me dejaba dormir. Por mi cabeza pasó que no perdía nada con hacerlo, que de igual manera ya estaba humillada y tontamente me levanté de la cama. Me vistí con un corto de piajama y una sudadera. Eran las dos de la mañana, nadie estará despierto.

Tomé mis zapatos y salí de la habitación tratando de no despertar a Avril. Cuando por fin salí, una oleada de viento me pegó en la cara.

Inhalé profundamente y me coloqué mis zapatos.

A mis costados se erguían infinitos pasillos alumbrados por un foco aleatorios muy tenue.

Si estaba cuerda todavía, daría media vuelta y dejaría el asunto resolverse en manos de las autoridades. Ya me imaginé yendo con ellos y decirles "Prácticamente me dejé tomar fotos desnuda con un chico que me he tirado desde los 17. Ahora están en internet pero no sé de quién son las redes sociales y quiero levantar una denuncia"

Suspiré y comencé a buscar la habitación de Sophia, si no mal recordaba estaba a un lado de la mía, así que solo caminé tres metros con los pelos de punta.
Una vez frente a la puerta, sentí cómo el corazón me bombeaba sangre tan rápido que un ligero hormigueo en mis manos se hizo presente.
Sí, mierda, me voy a meter en la habitación de Sophia Collins y tomar su celular.

Si la mesa directiva se enteraba también de esto, adiós estancia en el campus, adiós carrera terminada en esta universidad.

Mi mano tocó el pomo de la puerta, lista para girarla y en un dos por tres estaría adentro.

Vamos Barbie, solo hazlo. Esa perra te está jodiendo.

A punto de girar el pomo, di un paso atrás y lo solté. ¿Qué mierda estaba haciendo? ¿Iba a romper la privacidad de un alumno?

Ojalá no hubiera tenido sexo con Cole, ojalá no me hubiera dejado fotografiar desnuda, ojalá no hubiera confiado en él. Sería tan fácil quedarme tranquila.
Después de todo siempre he sido así, paciente. Nadie me ha había hecho perder la cordura, la paz y la calma es algo fundamental que debo mantener en mi vida, y esta vez ... Esta vez me jodía ser paciente.

Entré en el departamento de Sophia, caudalosamente. Traté de no hacer ruido incluso con mis pisadas, ya dentro de el cerré la puerta y respiré. Bien, estaba dentro.

Frente a mi estaba el mismo panorama dentro del que yo vivía: una cocina, un living, y una pantalla.

Por supuesto que tenía su sello personal, junto con el de su compañera de cuarto, que quién sabe quién mierda sea.

Misión: Necesitaba tomar el móvil y ya está. Sólo eso, una vez con el en mi mano me esfumaría y nada pasaría aquí a las altas horas de la madrugada.

Repetí eso en mi mente al menos unas diez veces mientras caminaba en busca del móvil de Sophia. De alguna manera para memorizar la pequeña misión en la cabeza y no cagarla. Al interior de una habitación distinguía un bulto sobre la cama, y al lado de la ésta estaba la mesita de noche.

Algo en mi interior se removió cuando vi el móvil blanco sobre la mesita. Una descarga de adrenalina grabó mi cuerpo, traté de acercarme con mucho cuidado sin hacer ruido, ya frente a la mesita, lo tomé con manos temblorosas y saqué el aire retenido en un hilo fino. Podía respirar, pero ahora necesitaba salir rápidamente de aquí antes de que fuese tarde y ella notara mi presencia.

Me deslicé como un hábil animal nocturno dentro del departamento y salí sin más. Una vez fuera, la brisa fresca de la madrugada me dió un beso en la cara y llené de aire mis pulmones, perdí esa carga pesada sobre mis hombros, misión completada.

Me guardé l móvil en la chaqueta y doy media vuelta.

Cuando me percaté de que hay alguien caminando por el pasillo y que iba en mi dirección me sobresalto. ¿Me habrá visto salir? Comencé a andar como si de mi propia habitación se tratara, mirando de reojo a ese "alguien". Un hueco en el estómago se me formó cuando caigo en cuenta de quién se trata.

—¿Barbie? ¿Qué haces... despierta?

No le hice caso, lo ignoré y seguí de largo. Sin embargo, él no se dio por vencido.

—Eso no importa. ¿Tienes un minuto? Por favor, necesito que me escuches, creéme que yo no tengo nada que ver con esto, jamás te traicionaría de esa f ...

La palma de mi mano se estampó contra su mejilla, antes de que terminara la frase. Me miró desconcertado, tocándose donde recibió el impacto y yo solo le podía ver con ganas de escupir su cara.

—Cínico. —le solté.— Eres un puto cínico. ¿No te da vergüenza? ¿O acaso me crees tan tonta?

Abrió los labios para decir algo, pero le corto.

—Si vuelves a hacerte el inocente, te mato. Porque puedes pretender que tú no hiciste nada, que no tenías idea de dónde salieron esas fotos delante de todo el campus, pero conmigo no Sprouse, yo te conozco desde hace tiempo. Así que por favor deja de aparentar algo que no eres, porque de no ser así, entonces yo misma te regresaré la apuñalada por la espalda. ¿Entiendes?

Su mirada preocupada no le dejó responder, hasta que reaccionó. De pronto su rostro cambió a uno hostil y sombrío, la ira le iba recorriendo hasta subir a su rostro, que se tornó levemente rojo. Me tomó del cuello y me pegó contra la pared, su anatomía estaba tan cerca de mí que le podía sentir el bulto entre las pierdas.

—Quizá no lo hayas notado, pero llevo tiempo interesado en ti. ¿No lo ves? Desde que tenemos 15 años me pareciste linda, y si no lo recuerdo fuiste tú la que se quitó el sostén frente a mis narices. Yo nunca tuve intenciones de tratarte como una perra, yo quería algo más. Pero tú mismo te calificaste así, quizás porque sabes muy bien lo que eres. —su nariz rozó con mi mejilla.— No vengas conmigo a tacharme de hipócrita, que tú no te quedas atrás; todos creen que eres una chica normal, sin nada que esconder. ¡Oh, pobre Barbie, están haciendo algo que no es justo! ¡Ella no se lo merece, solo vive su sexualidad! Si supieran que eres una perra sucia, todo el juego cambiaría.




Barbie sucia [Cole Sprouse +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora