Editado el 26 de febrero, 2021.
11:08—Pero no puedo abrazarte muy cerca ahora, a través del "alambrado".
...
—Cole, eso fue muy intenso. —repitió Barbie, por milésima vez.
En toda la clase me lo había estado diciendo, sin parar por más de 5 minutos, me reprendía por haber provocado a Justin, por exponerlo frente a todos, quería decirle que no era verdad lo de su pene, que sólo lo había dicho por joder y probablemente todos lo captaron. Pero no le respondí nada, porque sabía que pelear con ella no tenía caso y automáticamente me voy a la casilla de fracasos. Me decía que estuvo mal seguirle la olla, que qué hubiera pasado si nos hubiéramos liado a golpes, y que no debía sentir celos de Roger.
—¿De cuáles celos estás hablando? —le interrogué cuando mi cabeza captó lo que dijo.
Me miró como si fuese obvio, después de echarle una mirada al profesor para verificar que no nos mirara, se giró para decirme.
—Tú sabes de lo que hablo, tonto. Pude notar tu aura espiritual pitar con odio hasta mis chacras.
Arrugué la cara.
—¿Eres hippie?
—No. —se echa a reír. — Es lo que Ruthie siempre me dice cuando se da cuenta de que estoy molesta.
Ruthie.
Ruthie debía ser su amiga, suena más a nombre de mujer.
—Ruthie es la rubia. —me aclaró al notar mi confusión.
—Ah, ¿hablas de winnie pooh?
Barbie parecía confundida, después de un momento volteó a ver a Ruthie buscando la razón, y cuando se dió cuenta de que su amiga llevaba una falda roja y una playera de manga corta amarilla, su boca formó una "O" y me lanzó un pequeño golpe en el brazo. No pude evitar reírme.
—Eres un grosero. —me reprendió, pero terminó riendo a mi lado.
—Y tu otra amiga, ¿cómo se llama? ¿abel?
—Avril. —me corrigió.
Asiento, las tres formaban un grupito muy curioso. Pareciese que van a matarse o algo así, a simple vista se notaba que son un mundo completamente distinto.
La clase se da por terminada después de un rato de hacer un borrador de un ensayo argumentativo y analítico. En seguida fuí detrás de Barbie.
—Oye nena, ¿me confirmaste ayer en la noche que ya reunimos el dinero restante o lo soñé?
Ayer recibí un texto de Barbie diciéndome que ya no me tenía que preocupar por hornear brownies y cupcackes, aunque técnicamente ella los hacía. Yo solo le pasaba las cosas y ordenaba todo.
—Sí, fue así. —hoy llevaba unas trenzas pegadas al cuero cabelludo, resaltando su mandíbula y su sonrisa perfecta.
—¿Dónde quedó tu estilo retro?
Dejó atrás los pantalones de pana y shorts de tiro algo por una licra que le llega al muslo y una playera negra holgada, sus tenis blancos de plataforma la hacen llegar a la altura de mi mentón.
—Tú tenías ese aire retro. —seguí. Ella me regala una sonrisa algo confusa, sólo se limitó a mirarme.
Creo que quiero besarla.
No me responde, ¿debería besarla? No había nadie en el salón, sólo nosotros dos. Ya lo habíamos hecho en este escenario, habíamos hecho de todas las escenas pornográficas del internet, ¿por qué no podía darle un simple beso?
Pero algo que salió de la rutina, del típico cliché, algo que simplemente sucede, no habías tenido ese pensamiento por la cabeza, no hoa sido parte de tu lista de posibilidades; ella me besó.
Sus labios pequeños y carnosos chocaron contra los míos, moviéndose al unísono, creando algo imperceptible pero tremendamente intenso dentro de mí. Me hizo desear más, mi ser me pidió a gritos un poco más.
La tomé de la mejilla y la acerqué, profundizando el beso. Dentro de mí sentía un montón de fuegos artificiales y me gustaba.
Me gustaba.
—Cuando te beso, siento que el cielo cae sobre nosotros. —murmuró contra mis labios.
◾
En la noche, tirado en mi cama. Después de contar todo el dinero y comprobar que ya estaba completo, me dejé sentir ese remolino en el que estaba.
Joel estaba a un lado de mí, en el suelo, dopado como yo. Ambos lo estábamos, una canción sonaba lejanamente. Sólo se que me permití sentir la letra, con un poco de LSD la canción entró en mi y me hizo dar círculos.
—Cuando estoy con ella, me siento como un rey.
Joel arrastra las palabras, haciendo pequeñas pausas casi imperceptibles entre sus palabras.
Hablaba de su novia. ¿Cuál era su nombre? No lo sabía, hombre, solo sabía que mi amigo estaba enamorado. No necesité responderle para hacerle saber de que lo estaba escuchando.
—Me causa gracia que las chicas piensen que nosotros no nos damos ese lujo de sentirnos enamorados. De sentirlas.
No sabía que decía, pero sientía que tenía razón.
—Es decir, somos unos idiotas, pero... cuando estamos así —nos señaló.— Es otra cosa completamente diferente. ¿Cómo decirles, "Oye, cada noche que me drogo mi mente sólo te persigue"? ¿Cachas el romanticismo, Cole?
—Eso creo.
No tenía idea.
Una suave marea me llegó hasta la nuca, me hizo sentir cosquillas, y me dejé balancear.
Hasta que mi celular sonó interrumpiendo mi momento. Vi el móvil, lo tomé, se derritió entre mis manos como agua, pero me lo llevé a la oreja con una sensación de levitación.
—Amigo, soy Bryce. Estoy en el estacionamiento, vine a saldar deudas.
Mi estómago pegó un brinco. Muchas cosas no cuadraron, pero no me permití pensar con claridad.
Bryce siendo amable, quizá fueron las vacaciones. No contesté, sin embargo el timbre indicando la línea muerta me hizo salir de la cama.Bryce. El dinero. Cupcackes. Porno. Barbie. Bryce. Terminar todo.
Tomé la caja de debajo de mi cama, caminé por el suelo azul con destellos incrustados, y sonreí. Porque se vei bonito.
El aire frío de Diciembre me pegó como una bofetada, reaccioné un poco. A pesar de que aún había árboles gigantes derritiéndose y de colores chillantes, me maldije por no sacar una sudadera o algo para abrigarme.
Seguí caminando hasta el estacionamiento, con el suelo moviéndose como syu fuera lava. Cuando lo divisé, la gorra negra que llevaba le hacía ver más joven.
Me acerqué con la caja en manos, del tamaño de una caja de reloj.
—Hola, Cole. —me saludó.
Le doy un asentimiento con la cabeza, sus ojos me miran con seriedad, hasta que uno se hizo más grande que otro y su cara pareció encogerse. Me reí levemente.
—No se qué tengas pero no me importa. —tomó la caja y ni se molestó en abrirla.— No la revisaré porque confío en ti. Si es una broma Sprouse, te mato.
Asentí. Su coche rojo abrió un portal con una mandala en el centro, qué bonito se veía.
—Escucha, tengo al FBI detrás de mí. —se acercó más a mi, lo suficiente para que solo lo escuchara yo. Pero se veía tranquilo, ¿quién estaba tranquilo con eso?
—Descubrieron la página pornográfica, saben que estás involucrado. —me miró con sus ojos cansados.— Huye Cole, nos están cazando.
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Barbie sucia [Cole Sprouse +18]
Fanfiction-Tú me necesitas en el colegio y yo en mi cama. ¿Trato? Barbie y Cole adoran enredarse en las sábanas unas cuantas horas, cumpliendo el trato que hicieron al reencontrarse en el campus de la universidad. Sin embargo, las cosas parecen dar un giro i...