Barbie sucia [Cole Sprouse +18]

Capítulo 8

Editado el 23, febrero de 2021.
12:16 am

—Oh, nena ¿Quieres que sea más fuerte?

...

Cole.

—Pero no me dejes todo a mí, amor. Nunca me dijiste que querías algo más conmigo, tú sin problema me metías tu pene sin rechistar.

Mi mirada se clavó en ella, como si lo que acabara de decirme me hubiera activado un botón donde me había quitado la más mínima gota de felicidad en mi persona.

—¿Y cuando te besé? ¿No te fuiste sin decirme algo? ¡Yo sí sentí algo, para mi sí significó algo!

—¿Cómo puedes sentir algo por esta Barbie sucia? Así es como me apodaste, ¿no?

Me pegué más contra la pared, y ella conmigo. Su respiración comenzaba a ser entrecortada debido a la acorralada que la tenía.

—Porque eres bonita. —contesté.

Y por alguna extraña razón su agresividad conmigo me ponía cachondo. Ese era mi gusto culposo, después de todo siempre así es como había sido nuestro juego.

—Eso me lo dice cualquiera.  —insinuó dándome pie para que continuara.

—¿Lo ves? Y ese temperamento tuyo que me vuelve loco.

—Qué poco halagador, muy común.

Pasé mi lengua sobre mis labios mostrando mi nerviosismo, me acerqué más y posé mis labios en su oído, pude sentir su respiración que me erizó completamente.

—Estoy tratando de encontrar las palabras correctas para no ser irrespetuoso. No eres como cualquiera, Barbie. Todas las chicas quisieran ser como tú, maldición, eres una diva. Nadie que se pueda comparar a una puta de vecindario.

El hilo de su respiración impregnó en mi piel erizando cada vello de mi cuerpo, una sensación placentera. Mis largos dedos acariciaron su mejilla como si de una pintura de óleo se tratase.

—Quiero algo más que solo buen sexo contigo. Me gustas, Bárbara Camille.

Estiré mi brazo para abrir la puerta de su departamento, dí un paso hacia el frente tomándola de su cintura y la empujé dentro.

Barbie me pegó a su cuerpo tomando fuertemente mi pecho, sube sus dedos a mi barbilla y me arrebata en un suave e intenso beso. De pronto, algo dentro de mí se encendió. Comencé besarla con más intensidad, bajé mis manos a su culo y le deposité besos en su cuello.

Parecía que le gustaba, y a mí también me gustaba, porque era ella de quién se trataba.

—Me gustas, me gustas mucho, ¿lo sabes? —le recordé entre besos mientras caminábamos tontamente a su habitación.

Ella me tomó del cuello y me acercó para así profundizar el beso. Deslicé mis manos a su culo y presioné levemente mientras le succionaba el cuello.
En un movimiento la acosté en su cama, le besé el abdomen y bajé dejando pequeños besos húmedos hasta su intimidad.

Barbie se sacó desesperadamente la ropa y le introduje la lengua, me fuí moviendo por sus pliegues haciendo círculos con la lengua, hasta llegar a su clítoris y succionar.

Me vuelí a subir y desabroché mi pantalón con desesperación, ya que lo consigo me saqué la polla, lista para metérsela.

—Cole... —gimió, su espalda se arqueó contra mi pecho mientras me deslizaba dentro de ella, con cuidado de no lastimarla.