Editado el 01 de marzo, 2021.
—Aquí estoy, abuela.
...
A puesto a que te estás preguntando si hay una puta pizca de vida en mi.
Bueno... en estos momentos, no.
°
Cole miraba atentamente la ventana de cristal cómo atendían con el más sumo cuidado a la mujer de la camilla.
Ella no estaba despierta, tenía los ojos cerrados y el tono de su piel se asemejaba a la blanquecina nieve que caía por la ciudad en invierno. De pronto se encontró en un bucle de paranoia y miedo, tan solo al recordar aquel día su corazón se aceleraba consideradamente y las palmas de las manos se empapaban en sudor frío. Tenía miedo, y mucho.
—Es normal sentir eso, Cole. Viviste una suma de tarumas considerables durante tu secuestro. —el Dr. Richard explicó con ese tono tan relajado que a él tanto le desesperaba.
—¿Y mi abuela? Quiero verla. —pidió en una de las tantas sesiones con su terapeuta.
—No será posible verla. Al menos no por ahora, según las órdenes del agente Warren.
MP llegó a su lado interrumpiendo abruptamente la paranoia en la que se encontraba sumido.
—Hola, ¿qué tal?
Él hizo un leve asentimiento con la cabeza. No hablaba mucho, a penas y musitaba algunas oraciones completas. Algo también muy normal, según su terapeuta.
—En dos días será el juicio... —dijo sutilmente, y se detuvo.— Charlize te asignó un abogado que te defenderá a dientes y uñas. En realidad no hay mucho que temer, Cole. Estás ante un criminal serial, tu delito será por muchísimo ignorado o solapado y...
Mientras ella hablaba miraba a la mujer que seguía sumida en un sueño profundo con un tubo en la boca. Sus ojos se posaron a la tabla pegada a los pies de la camilla.
"Stella", se leía.
—No. —interrumpió.
La menor lo miró con cierto temor, sin embargo no respondió inmediatamente.
—No soy inocente. Al menos debo tener un castigo. —sentenció.— Dile a Charlize que deje eso de lado, que busque lo justo.
Dicho esto, se fue a grandes zancadas de allí, dejando a la detective estática y sorprendida. Ya había dicho más de una oración, al menos.
1 día antes del juicio
—Me es grato informar que uno de los criminales más buscados por el FBI finalmente fue capturado hace dos meses. —informó el alcalde con cierta felicidad.— Acusado de múltiples crímenes como es el: narcotráfico, secuestro y hasta homicidio, Bryce O'donnell será juzgado el día de mañana en el tribunal F. Huybthon, a un lado de un chico de 22 años.
La prensa inmediatamente comenzó a hacer un revoloteo.
MP estaba al pendiente de Cole, quien miraba las noticias con el ceño fruncido y una taza de té entre sus manos. Aunque no quería entrometerse, debía estar vigilando al muchacho por seguridad de él.
—Disculpe, alcalde. Soy Cheryl para The Sun. —se presentó la reportera, antes de hacer su pregunta.— ¿Quién es este chico de 22 años que menciona? ¿Algún cómplice?
—No puedo dar detalles por el momento, señorita. Solo puedo comentarle que es un sospechoso pero también víctima del susodicho.
Nuevamente el revoloteo estalló. Las personas gritaban y cegaban al alcalde con el flash de sus cámaras.
—¿Cuál es el nombre del chico?
El alcalde se acercó a un agente del FBI para cuestionarle algo en el oído, una vez que este le respondió el alcalde dio la respuesta a tan ansiosa pregunta: —Cole Sprouse.
La pantalla se puso en negro al mismo tiempo que el muchacho se levantaba envuelto de un aire de tensión. Dejó la taza sobre la mesita que tenía y se fue directo al sanitario para arroparse y dormir. Finalmente, mañana sería su juicio.
Día del juicio
En ese momento, justo ese día Cole debería estar con una turbina de pensamiento atacándole la cabeza sin descanso. Sin embargo no podía pensar en nada, estaba en blanco, totalmente.
Era como si le hubiesen apagado el botón de encendido y no pudiera sentir nada, ni siquiera quería saludar a la detective. A veces en el fondo rogaba por que se tratara de una vil pesadilla, que sin duda se estaba extendiendo. O que solo estuviera en coma, desarrollando este final antagónico dentro de su cabeza.
La sala estaba repleta de gente, o al menos así lo sentía él. No paraba de sentirte observado todo el tiempo mientras el abogado sólo le repetía seguidamente que no era así.
Cole se encontraba ya sentado, y como era de esperarse con unas esposas en las manos. Mas al menos no iba vestido como alguien preso, pero eso no quería decir que él no se sintiera como tal. Lleno de culpa.
Hizo el intento de girarse meticulosamente para echar un vistazo a quiénes estaban presenciando su juicio. Fue grata su sorpresa cuando su abuela encontró sus ojos, y en ese momento le sonrió.
Así que todo el maldito infierno que había sentido se desvaneció. Su abuela, la persona que más importante en su vida estaba viva, y eso ya era tenerlo todo.
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Barbie sucia [Cole Sprouse +18]
Fanfiction-Tú me necesitas en el colegio y yo en mi cama. ¿Trato? Barbie y Cole adoran enredarse en las sábanas unas cuantas horas, cumpliendo el trato que hicieron al reencontrarse en el campus de la universidad. Sin embargo, las cosas parecen dar un giro i...