I fell in love with an XL

1.

*Gwendoline en multimedia*

Winnie:

"Eres una ganadora".—Me repito a mí misma mientras me observo en el espejo retrovisor de mi coche. —"Vas a lograrlo" ¡Lo lograras, Gwendonline"

Suenan el claxon detrás de mí, giro con desagrado y vuelve a sonar.

—Ya voy, ya voy...

Arranco y le doy una ojeada a la carretera, estoy en medio de la ciudad en un tráfico para morir, y voy algo tarde, no tarde, peor si algo.

Resoplo.

—"Eres una ganadora".

Un golpe.

No, por favor.

Bajo de mi vehículo y camino con los pesados tacos hacia la parte trasera, si, efectivamente tengo una fuga.

—¡No puede ser!

El conductor del otro vehículo baja, un hombre mayor, canoso y con aspecto muy de corbata.

¿Es esa una limosina?

Hago un gesto hacia mi vehículo muy por debajo del suyo, el hombre me observa con las cejas alzadas.

—¿Qué hará al respecto?

—Señorita...

La ventana trasera se abre. —¿Cuál es el problema, Jeffry?

Un hombre con gafas oscuras y traje negro bien parecido aparece en mi vista, ha preguntado como si diera muestra de interés, aunque su verdadera atención se encuentra en el móvil que lleva en las manos.

Necesitare trabajar mucho para tener algo como eso, además no lo veo necesario.

—Señor, al parecer la señorita nos choco.

—¿Choco?. —Le interrumpo. —Fueron ustedes quienes me chocaron a mí, no quieras echarme la culpa.

—Señorit...

—Ya basta, Jeffy. —Le detiene. —Págale lo que quiera y vámonos.

Aun continua con la mirada en el móvil.

Eso es.. ¿Candy Crush?

No me hago problemas y me giro al chofer.

El tal Jefry suspira, me entrega la tira de billetes, que sobrepasan lo que debe ser mi reparación y cuando voy a girarme para devolverle lo de más, lo escucho.

—Tenía que ser mujer. —Pronuncia. —Evita problemas con ellas Jefry.

—¿Disculpa?

Mi boca a hablado.

Finalmente tengo su rostro dirigido hacia mí, aunque aún tiene los lentes puestos.

—¿Qué fue lo que dijiste?

Lo observo alzar una ceja. —Además de eso entrometida.

—¡Hey!. —Levanto mi mano. —Si no te has percatado, sigo aquí, machista.

Él se burla.

No te rebajes, Winnie.

Cojo el fajo de dinero mientras veo una mueca de risa en su cara, la ignoro y cuento lo que debe costar mi reparación.

—Tomare lo que por ley debes darme al chocar mi coche, esto será suficiente para la reparación. —Pronuncio y me acerco a la ventana de la limosina. —Ten.

Se lo doy o mejor dicho se lo tiro por dentro del vehículo porque no me lo quiere aceptar, me doy media vuelta mientras tengo la mirada del chofer completamente sorprendida.