I fell in love with an XL

25.

Winnie:

En una semana Shane y yo hemos pasado más tiempo juntos, si, más de las horas que ya pasamos en la pastelería todos los días.

Ahora mismo estamos en el departamento de él, a punto de ir a dormir.

—¿No vienes a la cama?.—Pregunta desde ahí.

—Enseguida voy.—Respondo desde la cómoda, me trago la pastilla y lo alcanzo.

Shane palmea el lado mío en la cama y me recuesto sobre ella, se acerca a mí y me rodea con los brazos.

—¿Algo interesante que hacías?

—Solo tomaba la pastilla diaria.

—Ohh...

—Dijiste que odiabas usar preservativo.—Pronuncio cerca de su boca .—Solo soluciono el problema.

Lo beso y el me atrae hacia él, Shane cambia de lugar dejándome abajo, le rodeo el cuello con los brazos y él se acomoda encima de mí, sus manos me acarician el rostro y las mías hacen lo mismo con el suyo.

Me quedo quieta por un momento y Shane al girar el rostro, aprovecha para besar mi manos, justo con la que le estoy acariciando el rostro.

—He estado pensando en lo que quiero hacer... conmigo, con la carrera que estudie.

Deja de besar mi mano y pone toda su atención en mí.

—¿Winnie?

Trago saliva.—Y pensé en poner mi propio negocio.

Hay sorpresa en sus ojos.

—¿Qué piensas?

El retrocede un poco, aunque no se quita de encima.

—¿No te gusta trabajar en la pastelería?

—No, si... es solo que quisiera tener algo propiamente mío, un lugar donde vender mis pasteles.

El guarda silencio.

—¿Qué crees...?

—Creo que es genial.

Se baja de mí y se sienta sobre la cama, hago lo mismo.

—Si quieres tener tu propio negocio lo entiendo.

—¿De verdad?

Una sonrisa se forma en su rostro.—Sí.

Ahora yo sonrio, llego hasta él y me arrodillo sobre su regazo, los brazos de Shane me rodean la cintura, él se ríe.

—Creo que quiere decir que competirás conmigo.

—Es solo una idea, pero sí... en algún momento, si se llega a cumplir.

—Lo hará.—Me da ánimos y mi sonrisa crece..—Si es lo que realmente quieres, así será.

(*)