26.

20.3K 1.6K 53
                                    

Shane:

Mi padre está sorprendido.

No ha dejado de mirar a Winnie y me incomoda, ya dependiente de que lleve mi camisa, la cual me calienta de solo verla en su cuerpo, pero no así, no frente a mi padre.

Incluso aunque se trate de él me fastidia que la haya encontrado así.

—Entonces.. ¿Ustedes...

—Estamos saliendo. —No doy más vuelta al asunto.

Mi padre otra vez mira a Winnie.—Eres la chica que contrate.

Las mejillas de mi novia se sonrojan.

—Señor...

—Vaya sorpresa... —Mi padre se toma un respiro para luego ir directo a Winnie.

Lo que pasa a continuación, la sorprende tanto a ella como a mí.

Mi padre le ofrece la mano.

—No son las mejores circunstancias, pero estaba deseando conocer quién eres, la persona con la que salía mi hijo.

Winnie se vuelve a sonrojar, acepta la mano de mi padre y por lo visto le da un uen apretón.

—Shane... ¿Puedo hablarte un minuto?

Miro a Winnie, mi padre hace lo mismo.

—¿Me dejarías hablar con mi hijo a solas?

—Si.. Si.. —Tartamudea nerviosa. —Claro.

Ella se retira luego de darme una mirada y finalmente quedo a solas con e, preparándome para el grito que se aproxime.

—Imagine de todo menos que ella fuera tu novia.

—¿Tienes algún problema con ella, padre?

—No lo tengo. —Responde enseguida. —Si tu no lo tienes, yo menos.

—¿En serio?

—Si. —Observa mi habitación, justo por donde desapareció Winnie. —Parece una buena chica.

—Lo e.

—Entonces está bien.

Guarda silencio y yo también, pero soy yo quien lo rompe.

—¿Por qué estás aquí, papá?

Me mira.

—De una vez te aviso que quede con Gwendoline para cenar, no puedo..

—No es eso. —Me interrumpe.

—¿Y de qué se trata?

La expresión de mi padre se vuelve mucho más melancolía.

—Papá... ¿Qué sucede?

—Es tu madre.

Me quedo helado, ni siquiera puedo oír a mi corazón.

—Tu madre apareció, Shane.

Papá se queda en silencio, entiendo lo mucho que le afecta a el, pero yo solo puedo sentir rabia.

—¿Por qué debería importarme eso, papá?. —Suelto. —¿Ya has hablado con Jennifer?

En lugar de responder, me enseña una tarjeta.

—¿Y esto es?

Con la mirada caída, el dice. —Es una tarjeta.

Todo me viene de golpe y mis manos se forman puños, los aprieto hasta hacerme doler.

—¿Tuvo la osadía de enviarte una tarjeta?

—No es eso.

—¿Y qué es?

—Una tarjeta para una boda.

¿Una boda?

No dejo de estar sorprendido y una vez que se me pasa, siento asco.

Esa mujer no tiene límites.

—Tu madre va a casarse, Shane.

I fell in love with an XLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora