I fell in love with an XL

28.

Winnie:

—Te ves hermosa. —Escucho decir a Shane, aparto la mirada de la ventana de la limusina donde nos lleva Jefrry y me vuelvo hacia él.

Sus ojos me ven con ternura.

—Creo que verte vestida así es lo único que vale la pena en este día.

Le tomo la mano.

—Estoy contigo.

Sus ojos me miran fijamente y sonríe. —Lo sé.

Jefryy se detiene.

Se abe la ventanita. —Llegamos, señor.

Siento mano tensa de Shane sobre la mía, entrelazo nuestros dedos y sus ojos vuelven a mí.

Asiento con la cabeza recordándole que estoy con él y es suficiente para que tenga el valor, es el primero en bajar de la limusina y me ofrece la mano como todo un caballero, la tomo y bajo con cuidado, aunque el vestido marrón no me lo facilite.

Quedo sorprendida por el lugar al llegar, para empezar, llegamos muy tarde para la boda, pero la fiesta continua en el jardín y según me explico Shane, esta es la casa de su prometido, ahora esposo de su madre.

Mi novio esta tenso otra vez.

—Hey...—Le cojo del brazo y me apoyo en él.

Shane camina conmigo hasta que se queda quieto de pronto, sigo su mirada y no solo por el vestido de novia reconozco que es su madre, si no por el parecido físico con su hijo.

—Mira, es ella.

—¿Estas bien?

—Sí, lo estoy.

Su madre no tarda en poner los ojos en él y lo reconoce enseguida, la sonrisa se le borra del rostro y le susurra algo al que debe ser su pareja, para luego acercarse a nosotros.

—Shane.

—Hola, Margaret.

Sus ojos se abren al escucharlo, veo tristeza en ellos, pero termina aceptándolo y trata de mostrarse feliz.

—¿Tu hermana no vino contigo?.—Pregunta intentando buscarla detrás de nosotros.

—¿Crees que quería venir?

Su sonrisa otra vez se borra.

—Lo importante es que estas aquí.

Shane no responde, pero ella se atreve a abrazarlo y como es una reacción natural de parte de Shane, no le devuelve el abrazo, Margaret se separa de él y pone los ojos en mí.

—¿Tú eres...

—Mi novia.

Margaret se vuelve hacia él.

—Ella es mi novia.

Su madre luce sorprendida, aun así, decide ser amable y me Saluda.

—Mucho gusto. me alegra conocerte.

Vuelve a mirar a Shane y la sonrisa se le borra de su rostro.

—¿Crees que podemos hablar?

Shane asiente con la cabeza, me toma la mano por última vez y la deja ir, entonces yo espero fuera mientras ella lo dirige dentro de la casa.