I fell in love with an XL

5.

Winnie:

—¿Cómo puede una persona hacerse odiar tanto?

Carter se ríe, es la  hora de almuerzo y estamos en la cafetería de su edificio, desde la ventana puedo ver la pastelería.

—¿Te has dado cuenta que solo hemos hablado de Shane Ryder desde que nos sentamos a comer?

—Lo siento, necesitaba desquitarme con alguien.

—¿Eh? ¿Gracias?

—Lo siento, Carter.

—¿Por qué no solo lo ignorar, cariño?

—No puedes ignorar a alguien como el.

—Ahora entiendo porque..

—¿Ah?

Carter señala a la ventana, como ambos edificios están cerca puedes ver casi todo de uno o del otro a esta distancia, Shane Ryder esta ahí, mirando en nuestra dirección.

—¿Ahora lo entiendes? 

Carter se rie.

—¿De que te ríes?

—Ya lo entenderás.

(*)

—¿Hoy también piensas quedarte tan tarde?.—Me sobresalto al escuchar la voz de Shane Ryder detrás de mí.

Me vuelvo hacia él.

—Solo unos minutos más.

Aunque debe irse, no lo hace, estoy a punto de guardar el pastel que hice y del que quedan un par de tajadas más, Shane pasa el dedo por el lado y prueba de él.

—¡Hey!

Saborea ignorando mi queja, lo observo sorprendida, al parecer le gusto el sabor.

—Si quieres probar algo deberías servirte.

Le entrego un plato, el me mira y termino por cortar un pedazo, así como suene extraño termina comiendo de mi pastel.

—No está mal.

—Dijiste que no estaba aquí por talento.—Me cruzo de brazos.

No retira lo dicho, sigue probando de mi pastel y por eso mismo, decido no discutir, todo queda en silencio por un largo tiempo.

—Dijiste unos minutos.—Me recuerda.

Alzo mis cejas.

—¿Tú novio no vendrá por ti?