3.

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Winnie:

—Si me disculpas, Winnie.—Dice Joseph Ryder colocando una mano en mi hombros.—Me tengo que ir, pero me dio gusto haberte encontrado.

—A mi igual, señor.

El me muestra una sonrisa, es una persona amable.

—Papá.

Sin voltear, Joseph Ryder dice.—Lo hablaremos en la casa.

Me quedo a solas con el individuo, le doy una mirada y alza ambas cejas de modo burlesco, me doy media vuelta para empezar a guardar mis cosas.

Detrás de mí, escucho.—Asi que Winnie.. ¿No?

—¿No oíste? Dije Winnie para amigos.

Vaya privilegio.

—Gracias.—Muestro una sonrisa y la borro.—Pero no son tus privilegio.

Camino hacia la salida y pronto escucho sus pasos detrás de mí.

—¿No estas siendo muy grosero con el hijo del dueño?

Mis pies se detienen, el me rodea hasta ponerse delante de mí, tiene las manos en ambos bolsillos y una postura seria, aunque la mueca en su cara muestre lo contrario.

—Eso creí.

—Tú lo has dicho.

—Ya nos tratamos de tú.—Luce extrañamente feliz con eso.

—Hijo del dueño, es todo.—Respondo acabando con su sonrisa.—A ti no te debo nada.

Intento pasar y me pone el brazo en frente evitando que dé un paso, retrocedo.

—¿Sabes lo fácil que puedo hacer que te despidan?

Ruedo los ojos.

—No quieres tratarme así.

—Ni siquiera quiero tratarte.—Le respondo.

—Winnie.

—Gwendoline para ti y no creo que tengas derechos aquí.

Él se burla.—¿Eso crees...?

—¿Qué es lo que eres exactamente aquí?

—Hijo del dueño, ya lo dije.

Alzo mis cejas.

—¿Y..?

—¿Y?

Sonrio.

—¿Nunca has trabajado en tu vida, cierto?

Mi pregunta es suficiente para callarlo.

—Eso creí.—Finalizo y salgo de ahí, cuando volteo el ya no me está siguiendo.

















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I fell in love with an XLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora